En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una auténtica fuerza creativa dentro del mundo del arte, generando una simbiosis que está redefiniendo los límites de la expresión artística y abriendo nuevas fronteras en la creación y apreciación de las obras. Si bien el uso de IA en el arte ha suscitado numerosos debates, un tercio de los coleccionistas de arte ya considera adquirir obras creadas a través de la IA, tendencia que asciende a más de la mitad en el caso de los aficionados, según el Informe del Arte e Inteligencia Artificial 2024 de Hiscox.
Este informe revela que la calidad artística es el factor más influyente en la decisión de adquisición de obras de arte generadas por IA, tal como lo afirma el 75% de los coleccionistas, seguido del 59% de los aficionados. A su vez, otros criterios que también influyen significativamente en el proceso de compra incluyen la reputación del artista, la confianza en el vendedor y el precio de la obra.
Pese al interés creciente, persisten ciertas inquietudes entre los compradores potenciales. La autenticidad de las obras es la principal preocupación, mencionada por el 61% de los coleccionistas y el 52% de los aficionados, seguida de la falta de conexión emocional- con un respectivo 60% de los coleccionistas y 47% de los aficionados -. Además, tanto coleccionistas como aficionados, coinciden en las preocupaciones éticas (42%), entre las que destacan el impacto del arte con IA en la creatividad humana, así como en las dudas sobre el valor real de estas obras y su precio en el mercado(37%).
No obstante, a pesar de las controversias e inquietudes que giran en torno a la relación del mundo del arte y la inteligencia artificial, su futuro resulta prometedor. De hecho, el 40% delos coleccionistas cree que la demanda de este tipo de arte aumentará en el próximo año, una percepción que se eleva al 67% entre los aficionados, lo que demuestra que este tipo de arte no es solo una moda pasajera, sino que está consolidándose como una corriente artística contemporánea con peso propio.
“En los últimos años, hemos sido testigos de una transformación profunda en el mercado del arte. El creciente interés por las obras creadas mediante IA se enmarca en un contexto más amplio de diversificación de la industria, consolidándose como una tendencia clave. Este informe no solo destaca la resiliencia del mercado frente a la irrupción de la tecnología, sino que también nos proporciona una visión clara de las expectativas de los compradores, tanto coleccionistas como aficionados, lo que nos permite adaptarnos a sus preferencias y necesidades en un entorno cada vez más digital y en constante evolución”, afirma Eva Peribáñez, directora de la división de Arte y Clientes Privados de Hiscox España.
Talento emergente en la tienda del Thyssen
Por otra parte, las tiendas de regalos de los grandes museos del mundo son una extensión de su marca. La conexión emocional con las obras o el simple deseo de llevar consigo un souvenir impulsa a los visitantes a adquirir réplicas u objetos inspirados en las obras que exponen. Son muchos los amantes del arte que hacen de esta una parada obligada. Además, las tiendas de los museos se han convertido en una importante fuente de ingresos para estas instituciones. Gran ejemplo de ello es el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza que el pasado año ingresó 1.8 millones€ solamente a través de las ventas en su tienda - librería.
Este museo no solo exhibe grandes obras de maestros consagrados, sino que también abre sus puertas al talento emergente. Natalia Sánchez, estudiante del Istituto Europeo di Design (IED) de Madrid, ha llegado a la tienda del museo con su proyecto ‘Colección Quimono’. Inspirado en la obra ‘A Girl in Japanese Gown. The Kimono’ del estadounidense William Merritt, este diseño se ha incorporado a la exclusiva colección de objetos de regalo de la tienda del museo, disponibles en abanicos, jabones, bandejas y cuadernos.
Estudiante del Grado de Diseño de Producto en el IED Madrid, ha sido seleccionada por los expertos del museo en un proyecto que resalta la creatividad y el ingenio de los jóvenes diseñadores. Esta iniciativa es parte de la colaboración anual entre el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el IED Madrid, The House of Design, que se celebra desde hace más de una década, y está destinado en exclusiva a los alumnos de este centro, incluido como proyecto dentro del programa académico del Grado de Diseño de Producto.
Esta colaboración se enmarca en las actividades académicas del IED Madrid, donde los estudiantes de 4º año del Título de Grado en Enseñanzas Artísticas de Diseño de Producto tienen la oportunidad de trabajar en proyectos reales para instituciones de renombre como el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. “Es una experiencia que no solo permite a los estudiantes demostrar su talento en un espacio lleno de arte, sino también visibilizar su trabajo en un entorno profesional”, afirma Beatriz Amann, directora Académica del IED Madrid.
El proceso creativo de Natalia Sánchez partió de una investigación sobre la obra de la colección permanente del museo “A Girl in Japanese Gown. The Kimono”, pintada en 1887 por William Merritt. Esta pieza, que refleja la fascinación occidental por la cultura japonesa en el siglo XIX, ha sido reinterpretada en una serie de estampados originales que ahora se encuentran en objetos de regalo de la tienda del museo, inspirados por detalles de la pintura.
Además, la alumna destaca con este proyecto cómo el diseño textil puede reinterpretar una obra de arte clásica y transformarla en objetos cotidianos con un toque de sofisticación. Esta iniciativa fusiona el arte clásico con el diseño contemporáneo, transformando la icónica obra de William Merritt en sofisticados objetos de uso cotidiano.
Esta colección limitada convierte cada pieza en un objeto de coleccionista, ¿quién dijo que el arte no puede estar al alcance de todos? Más allá de la estética, esta colaboración apuesta por el diseño innovador y sostenible, creando productos como velas, abanicos, jabones o cuadernos, que respetan el legado artístico y el entorno al mismo tiempo.
“El arte está en constante renovación. Gracias a las propuestas de los alumnos del IED Madrid, algunas de las obras de arte más icónicas de nuestro museo se encuentran en bandejas o pañuelos que permiten a los amantes del arte llevarse una parte de la historia a casa. Se trata de una innovación artística que fusiona la estética de los grandes maestros con elementos funcionales”, añade Ana Cela Luque, directora de Publicaciones, Tienda-Librería en Fundación Colección Thyssen-Bornemisza.