14 Jun
14Jun

"Hay un lugar en Madrid de otro tiempo y de otro mundo que sigue en pie, tan espléndido como antaño lo fue, y que pertenece a este universo en el que vivimos". Así comienza la cuarta novela de Yolanda Guerrero, 'Los días ligeros', editada por Plaza&Janés.

En el Madrid gris de 1952 se inauguró una de las joyas arquitectónicas modernas de la capital: la Piscina-Club Stella. Un espacio que llegó a convertirse durante esos años en un oasis de música, diversión y libertad. La novela narra la historia de este lugar mágico a través de la historia de tres amigas que lo darán todo por vivir al límite y salvarse también a sí mismas. Ahora, sólo dos de ellas y siete décadas después, resucitarán las historias que vivieron juntas en ese espacio inquietante del que sólo queda un esqueleto varado.

Este barco en­callado en lo alto de una colina construido a finales de los 40 en la Ciudad Lineal, mantuvo las puertas abiertas hasta 2006. Durante todos esos años, la Stella fue mucho más que un lu­gar donde aplacar los calores veraniegos: fue el primer lugar del destape, de bikinis y topless, un auténtico oasis de libertad y punto de encuentro para escri­tores, políticos, aristócratas, cantantes, deportistas y estrellas del cine nacional y extranjero.

'Los días ligeros' es la historia de esa España del siglo XX condensa­da en un microcosmos atípico, cautivador y voluptuo­so, pero también valiente, fuerte y dinámico en el que se fraguaba el futuro de un país que estaba abocado a entrar, más tarde o más temprano, en la modernidad.

En ese ambiente de fascinación y embrujo trans­curre la ficción de esta novela, un relato de las décadas más decisivas de España contado a través de los ojos de la amistad inquebrantable de tres mujeres: Amparo Salas Arias, Julia Puente Ramón y Sara de la Fuente Santiago, na­cidas en plena guerra de diferentes estratos sociales, unidas por un entorno mágico y sorprendente y mar­cadas por la persecución del largo brazo de la muerte. En la ficción de sus páginas y gracias a la isla que en realidad fue la Piscina Stella, Amparo, Julia y Sara conocen, entre muchos otros, a Antonio Machín, Xa­vier Cugat, Hércules Cortez, Joaquín Blume, Karen Blixen, los duques de Windsor, Donna Hightower, un joven y ya prometedor Donald Trump, el creador de las hamburguesas de Alfredo’s y, sobre todo, la musa de la Stella por excelencia, Ava Gardner, majestuosa en bikini y tacón de aguja al descender por cada uno de los veinticuatro escalones más sensuales de todo Madrid.

Muestra también esa otra Espa­ña que lucha por la liberación de sus cadenas en ple­na dictadura y pone el foco especialmente una parte de aquella España ignorada: la historia de las mujeres. Un buen número de ellas combatieron por la libertad y muchas fueron perseguidas y represaliadas, pero durante estos años no dejaron de reclamar un lugar que para ellas llegaría mucho más tarde. 

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