"Hay un lugar en Madrid de otro tiempo y de otro mundo que sigue en pie, tan espléndido como antaño lo fue, y que pertenece a este universo en el que vivimos". Así comienza la cuarta novela de Yolanda Guerrero, 'Los días ligeros', editada por Plaza&Janés.
En el Madrid gris de 1952 se inauguró una de las joyas arquitectónicas modernas de la capital: la Piscina-Club Stella. Un espacio que llegó a convertirse durante esos años en un oasis de música, diversión y libertad. La novela narra la historia de este lugar mágico a través de la historia de tres amigas que lo darán todo por vivir al límite y salvarse también a sí mismas. Ahora, sólo dos de ellas y siete décadas después, resucitarán las historias que vivieron juntas en ese espacio inquietante del que sólo queda un esqueleto varado.
Este barco encallado en lo alto de una colina construido a finales de los 40 en la Ciudad Lineal, mantuvo las puertas abiertas hasta 2006. Durante todos esos años, la Stella fue mucho más que un lugar donde aplacar los calores veraniegos: fue el primer lugar del destape, de bikinis y topless, un auténtico oasis de libertad y punto de encuentro para escritores, políticos, aristócratas, cantantes, deportistas y estrellas del cine nacional y extranjero.
'Los días ligeros' es la historia de esa España del siglo XX condensada en un microcosmos atípico, cautivador y voluptuoso, pero también valiente, fuerte y dinámico en el que se fraguaba el futuro de un país que estaba abocado a entrar, más tarde o más temprano, en la modernidad.
En ese ambiente de fascinación y embrujo transcurre la ficción de esta novela, un relato de las décadas más decisivas de España contado a través de los ojos de la amistad inquebrantable de tres mujeres: Amparo Salas Arias, Julia Puente Ramón y Sara de la Fuente Santiago, nacidas en plena guerra de diferentes estratos sociales, unidas por un entorno mágico y sorprendente y marcadas por la persecución del largo brazo de la muerte. En la ficción de sus páginas y gracias a la isla que en realidad fue la Piscina Stella, Amparo, Julia y Sara conocen, entre muchos otros, a Antonio Machín, Xavier Cugat, Hércules Cortez, Joaquín Blume, Karen Blixen, los duques de Windsor, Donna Hightower, un joven y ya prometedor Donald Trump, el creador de las hamburguesas de Alfredo’s y, sobre todo, la musa de la Stella por excelencia, Ava Gardner, majestuosa en bikini y tacón de aguja al descender por cada uno de los veinticuatro escalones más sensuales de todo Madrid.
Muestra también esa otra España que lucha por la liberación de sus cadenas en plena dictadura y pone el foco especialmente una parte de aquella España ignorada: la historia de las mujeres. Un buen número de ellas combatieron por la libertad y muchas fueron perseguidas y represaliadas, pero durante estos años no dejaron de reclamar un lugar que para ellas llegaría mucho más tarde.