Ariel publica 'El mundo en la palabra. Retórica como antídoto de necedades', de David Pujante. Una brújula en esta etapa dominada por el pensamiento único y las teorías conspiranoicas. La retórica, como análisis crítico y constructivo del discurso social, es un aprendizaje imprescindible para el respeto, la convivencia y la neutralización de los conflictos en nuestra sociedad, donde campan fake news y haters, con discursos parciales e irreflexivos.
David Pujante, catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y poeta (El sueño de una sombra) reivindica y actualiza esta disciplina milenaria, mostrando el proceso de su desatención y las razones de su actual auge en nuestra sociedad mediática. Y enseña el uso político-social del lenguaje, sus efectos persuasivos y sus importantes consecuencias para la vida humana.
"Durante mucho tiempo no se ha querido entender que enseñar a defender un argumento y su contrario en una clase de retórica es simplemente afinar el arma para su buen uso. Durante mucho tiempo no se ha querido entender que no es lo mismo un ejercicio escolar de retórica que el uso de ésta en un juicio, en un discurso público o político. Porque entre lo uno y lo otro se alza la ética. Si se puede aprender a argumentar defendiendo una causa y su contraria, no se puede defender y argumentar la injusticia social", argumenta.
Por su parte, otro sello de Planeta, Crítica, ofrece Cómo ser una mujer del Renacimiento. Mujeres, poder y el nacimiento del mito de la belleza, de Jill Burke, catedrática de Culturas visuales y materiales del Renacimiento en la Universidad de Edimburgo, y traducción de Yolanda Fontal Rueda.
El Renacimiento fue una época obsesionada por las apariencias: el mundo visual se pobló de desnudos de la mano de artistas como Miguel Ángel y Tiziano y emergió una vibrante escena literaria alrededor de consejos de belleza, cosméticos y adornos. Jill Burke nos lleva desde las bulliciosas plazas del mercado italiano hasta los niveles más altos de la sociedad renacentista para acercarnos a las vidas de cortesanas, artistas, actrices y escritoras que se labraron un espacio propio, así como aquellas que ganaron poder e influencia en el despiadado mundo de la corte o las que se rebelaron contra las restricciones de su época en un momento en el que las valoraciones sobre los cuerpos y el color de la piel estaban en el punto de mira debido al contexto colonial. Esta vívida exploración de la vida íntima de las mujeres renacentistas nos invita a cuestionar las ideas de tenemos sobre nuestro propio cuerpo a la vez que desentraña los orígenes de los ideales de belleza que todavía nos acompañan en la actualidad.