Ana Rueda
Profesora de la Universitat Carlemany y CEO de Lemon Economists
El fraude es uno de los principales riesgos a los que se enfrentan las empresas. Se estima que todas ellas sufrirán alguno durante su existencia, ya sea interno o externo, por ello es de suma importancia establecer los mecanismos adecuados para mitigar el riesgo.
Cuando hablamos de fraude, solemos pensar en la evasión fiscal, sin embargo, hay muchas operativas fraudulentas dentro y fuera de las empresas a los que están expuestas. Mientras que el fraude interno tiene su origen en una mala praxis de los propios miembros de la organización, malversación de fondos, lavado de dinero, apropiación indebida de activos, información privilegiada, absentismo laboral, etc, el fraude externo lo cometen terceros: ciberdelincuentes y suplantadores de identidad mediante la extorsión, el robo, el soborno, la falsificación y otros métodos cada vez más sofisticados.
Para identificar el fraude interno las empresas pueden utilizar canales de denuncias anónimas, reconciliaciones contables, auditorías, reclamaciones de clientes o sistemas de alertas. Se trata de un campo en el que actualmente las nuevas tecnologías han supuesto un gran avance y ya hay sistemas para la desviación de patrones, analytics, robot systems e inteligencia artificial. Pero también es de suma importancia que todos los componentes de la empresa perciban que el control interno es muy elevado y riguroso. La implementación de medidas como el control de los accesos y permisos de los empleados, la formación continua de todos los miembros, la segregación de funciones, los sistemas de autorizaciones mancomunadas o las rotaciones periódicas de los empleados son métodos que dan buenos resultados.
En el caso del fraude externo, según la actividad de la compañía, su exposición al comercio electrónico y los medios de pago utilizados los riesgos crecen de manera exponencial. Por eso es vital que las empresas inviertan cada vez más en herramientas de ciberseguridad, un campo en constante evolución para poder combatir una actividad sumamente lucrativa.