22 Jan
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El Observatorio Nuevos Riesgos de Incendio (OBS), una iniciativa que agrupa a 17 entidades de los sectores de ingeniería, seguridad y edificación, está impulsando una revisión de la normativa española sobre protección contra incendios, con el objetivo de utilizar materiales no combustibles para evitar la rápida propagación de incendios en edificios.

Las fachadas son una de las vías más rápidas en la transmisión del fuego, por lo que sería necesario modificar el Código Técnico de la Edificación, para que las nuevas construcciones y los edificios críticos (como hospitales, residencias, centros comerciales…) contemplen estas medidas de prevención contra incendios, como ya señalan los estándares europeos.

El Manifiesto por un cambio regulatorio para la protección contra el fuego en edificios en España ofrece seis claves:

  • La seguridad contra incendios debe ser una prioridad en la edificación. Los incendios en fachadas de grandes edificios se han multiplicado por 7 en 30 años y las víctimas mortales por fuego y explosiones en viviendas han experimentado una tendencia ascendente en la última década.
  • Tragedias de graves consecuencias en España y en otros países han obligado a impulsar un debate en torno a la necesidad de revisar los reglamentos nacionales sobre la edificación en el ámbito de la seguridad y protección pasiva y activa contra incendios, en paralelo a los avances en sostenibilidad.
  • La Unión Europea ha impuesto medidas más ambiciosas a los Estados miembros para ahorrar energía. En el caso de España, el parque inmobiliario está envejecido (45 años de media) y más de 9 millones de edificios requieren rehabilitación para estar adecuadamente aislados frente al frío o calor.
  • Esta actualización regulatoria conlleva frecuentemente el uso de aislamiento por exterior, lo que puede provocar un efecto colateral indeseado si se recurre a materiales combustibles. En paralelo a la necesaria mejora de la eficiencia energética, en muchos casos se empeora la seguridad.
  • España se encuentra a la cola de Europa en cuanto a exigencias regulatorias en la prevención de la propagación de incendios por fachadas. Mientras Alemania, Francia, Reino Unido, Bélgica y otros países nórdicos o del Este obligan a optar por materiales no combustibles en determinados edificios –según su altura, ocupación o dificultad de evacuación y acceso para los bomberos–, en España todavía se permiten opciones combustibles. Un riesgo para quienes trabajan o viven en los edificios, y también para los equipos de intervención.
  • Por las razones planteadas, el Observatorio sobre Nuevos Riesgos de Incendio, con el respaldo de los firmantes de este documento, plantea una revisión del Código Técnico de la Edificación (CTE) con el objetivo de incrementar la exigencia aplicada a los productos y sistemas que se permiten utilizar en fachada en cuanto a su reacción al fuego en propagación por el exterior. En concreto, se propone la siguiente modificación aplicable tanto a obra nueva como a rehabilitación:
    • Exigir la no combustibilidad en componentes y sistemas completos en edificios con las siguientes características:
      • De gran altura (a partir de 18 metros).
      • De lenta o difícil evacuación.
      • De alta ocupación.
      • Con fachadas de difícil acceso para los equipos de intervención.
    • Introducir medidas adicionales para limitarla propagación vertical y horizontal.


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