10 Oct
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Ignacio Babé, director general y CEO del Club Excelencia en Gestión

Estamos asistiendo en los últimos meses a un reducción de la espuma de la gran ola de la sostenibilidad que empezó hace, al menos, veinte años. Esto permite coger distancia y mirar con perspectiva. Y permite ver como algunos han optado por el enfoque de las 3P (People, Profit and Planet), mientras que una mayoría asocian el término sostenibilidad a ESG (Environmental, Social, Government). Según el Pacto Mundial en España, los impulsores de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), en una encuesta que han realizado a 2.500empresas, el 80% de ellas considera la sostenibilidad como una ventaja competitiva.

Ahora que la espuma ya ha bajado notablemente, muchas organizaciones han dejado de obsesionarse solo con el medioambiente y van equilibrando su atención con la contribución social de las empresas y con tener unas normas de comportamiento aceptadas y aceptables para el buen gobierno y la ética de las organizaciones. Pero también les preocupa el crecimiento y la competitividad de cara al futuro.

Y esto coincide con la revisión del Modelo EFQM para 2025 en una etapa crítica para que las organizaciones europeas adopten la transformación, con realismo y agilidad, e impulsen el crecimiento sostenible. El Modelo EFQM, creado inicialmente para mejorar la competitividad de las empresas europeas, ha evolucionado con la actualización del Modelo EFQM 2025, lo que demuestra su fuerte compromiso con la promoción del éxito a largo plazo. La primera razón por la que Europa necesita de este Modelo, ahora, es que su ventaja competitiva en la escena mundial está disminuyendo, como ha señalado el informe Draghi. Para recuperar el impulso, las empresas tienen que aumentar la productividad al tiempo que equilibran los objetivos de sostenibilidad, un reto para el que este Modelo está especialmente diseñado. Contribuir a un crecimiento sostenible, no sólo desde un punto de vista ESG, sino desde una perspectiva de competitividad para el futuro, tan imprescindible para quedarnos atrás en la carrera con EEUU, India y China, las 3 grandes superpotencias del momento.

La EFQM esta contribuyendo, a nivel europeo, no sólo con la revisión y modernización del Modelo en la versión del 2025, sino que ha lanzado un documento, «Una visión para una nueva Europa: Cómo la EFQM puede ayudar a Europa a prosperar». Y ya lo hizo hace 30 años, cuando la industria japonesa de automoción, de electrónica de consumo, de semiconductores invadía los mercados occidentales haciendo mucho daño a numerosas empresas en EEUU y en Europa, en dichos sectores y en algunos otros. En EEUU, el Senado impulsó un premio para mejorar la competitividad, denominado Malcolm Baldrige, que otorgaba el propio Presidente en una importante ceremonia en la Casa Blanca. Y contribuyó a que las empresas estadounidenses espabilaran y volvieran a competir en los mercados internacionales. Ese mismo movimiento ocurrió en Europa, promovido por 14 multinacionales muy activas, en aquellos años, (Bosch, Nestlé, Philips, Volkswagen, entre otras) y amparadas por la, entonces, Comisión Europea, que presidía Jacques Delors, para constituir la European Foundation for Quality Management, hoy conocida simplemente como EFQM.

Mucho ha llovido desde entonces y muchos cambios han experimentado las empresas, incluida la desaparición de unas cuantas de las fundadoras, integradas o absorbidas por otras. Pero las que he incluido son empresas que llevan 30 años de resultados y de crecimiento sostenible y se han ido adaptando a los cambios del entorno, como lo ha hecho el Modelo EFQM, sin que se parezcan mucho a lo que un día fueron. El Modelo está hoy preparado para volver a ayudar a las empresas europeas, y de todo el mundo (ahora estamos más globalizados que hace 30 años), a ser competitivas, a conseguir resultados pero, sobre todo, a tener crecimientos sostenibles que les permitan seguir perdurando más décadas. Hay que tener en cuenta que a mediados del siglo pasado una empresa duraba, de media, cerca de 50 años. Hoy la vida media de las empresas está entre 12 y 15 años. En España, está por debajo de los dos dígitos. 

En cambio, muchas organizaciones europeas suelen sobrestimar su rendimiento en un 30%, en concreto, su capacidad para transformarse, satisfacer las demandas de las partes interesadas y cumplir su estrategia. El Modelo ayuda a descubrir las oportunidades de mejora que deben ocupar y preocupar hoy, impulsando mejoras reales y de gran impacto. Además, muchas organizaciones no aprenden de iniciativas anteriores, lo que dificulta considerablemente el progreso. El Modelo EFQM, centrado en la mejora y el aprendizaje continuos, puede orientar mejor la inversión y el crecimiento a largo plazo, lo que lo convierte en un recurso inestimable para las empresas europeas.

El Club Excelencia en Gestión y la EFQM estamos preparados para impulsar juntos el futuro de Europa, ayudando a las empresas a recuperar competitividad con un crecimiento sostenible.

Ya hay traducción al castellano del Modelo EFQM 2025

Por otra parte, el pasado verano se presentaba a nivel mundial el Modelo EFQM 2025, una actualización de esta herramienta de gestión que pueden utilizar tanto empresas como asociaciones, cooperativas e instituciones públicas. Ahora, esta renovación cuenta con su traducción al castellano para facilitar la comprensión de esta metodología, que certifica el nivel de madurez y confiabilidad de las organizaciones, así como su compromiso con la mejora continua a través de variables como la innovación, el talento, la sociedad en la que operan, la diversidad, la ética y el buen gobierno. 

Esta traducción ha corrido a cargo del Club Excelencia en Gestión, asociación multisectorial sin ánimo de lucro que genera y comparte conocimiento sobre gestión y transformación de las organizaciones. Su director de Servicios, Miquel Romero, ha resumido algunos de los cambios que aborda la nueva versión: Una de las actualizaciones más destacadas es el énfasis que se hace en la mejora del rendimiento sostenido: el nuevo modelo integra la creación de valor sostenido de manera más holística en todos los aspectos de las operaciones de una organización. Esto significa que la viabilidad a largo plazo y el alto rendimiento ahora están vinculados al 100% con la sostenibilidad ambiental y social, lo que asegura que no sólo tengan éxito económico, sino que también sean ciudadanos corporativos responsables, indica. 

El documento reconoce los últimos avances que se están dando a nivel tecnológico, haciendo hincapié en la inteligencia artificial (IA) y las nuevas aportaciones en materia de transformación digital. Sobre todo si se utiliza estratégicamente para impulsar aspectos como la excelencia y la sostenibilidad. Por otra parte, refuerza la importancia del liderazgo en la promoción de una cultura impulsada por el propósito, y que las personas en puestos de responsabilidad sean capaces de modelar los comportamientos y apoyar el cambio desde arriba. Incluyendo prácticas laborales como los entornos de trabajo remotos, híbridos y de realidad aumentada, aspectos presentes en las expectativas de los equipos de trabajo de forma generalizada que pueden ayudar a atraer y retener talento. 

El Modelo 2025 introduce además un enfoque más estructurado para medir resultados de rendimiento. En este plano, define cuatro categorías clave: cumplimiento de las expectativas de los grupos de interés y su contribución; economía y finanzas; funcionamiento y transformación; y sostenibilidad. “Esta segmentación permite una comprensión más matizada del rendimiento organizacional y facilita la formulación de mejoras específicas”, comenta Miquel Romero. A todo ello se añade la recomendación de poner un mayor énfasis en la resiliencia de la cadena de suministro y la continuidad del negocio, teniendo en cuenta las vulnerabilidades expuestas por las crisis globales de los últimos años: pandemias, guerras, inflación, etc., que han complicado la sostenibilidad de las organizaciones. 

El Club Excelencia en Gestión está altamente especializado en la aplicación del Modelo EFQM y es la única entidad en España que puede conceder los Sellos EFQM que reconocen a las organizaciones que siguen este modelo de gestión. En los últimos 25 años ha concedido unos 4.000 Sellos EFQM a organizaciones que han demostrado su compromiso con la gestión excelente, innovadora y sostenible, y ha asesorado a otras tantas tanto en la aplicación del Modelo EFQM como en la mejora continua a través del benchmarking y de estrategias responsables.

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