Miguel Ángel Valero
La discriminación por la edad es una realidad en las empresas que buscan contratar o promocionar
empleados, según el estudio ‘El edadismo y su impacto en el mercado laboral’, elaborado por Gi Group Holding. La mitad de los españoles afirma haber sufrido, personalmente o en su entorno, algún episodio de discriminación laboral por la edad. Un 6% de los menores de 24 años manifiesta haberlo vivido.
El edadismo es una forma de discriminación laboral que afecta, en gran medida, al talento sénior. Esto implica, no sólo su exclusión laboral, sino también un desaprovechamiento del potencial que ofrece en un mundo donde la longevidad es cada vez mayor.
Al otro lado de la balanza se sitúan los jóvenes, una generación con inquietudes diferentes, que también encuentran dificultades para incorporarse a las empresas.
En este contexto, para el 95,7% de los trabajadores españoles es habitual que las empresas utilicen la edad como sesgo a la hora de contratar o promocionar personal. En este sentido, más de la mitad reconoce que en su empresa han existido prejuicios vinculados con la edad en el momento de contratar o promocionar personal.
El edadismo es una realidad para casi 9 de cada 10 españoles que aseguran la existencia de estos estereotipos en el mercado laboral. Entre las causas que justifican esta discriminación, destaca principalmente, la percepción errónea que existe en la sociedad sobre lo que significa hacerse mayor. Sin embargo, para más del 80% de los trabajadores el hecho de cumplir años no es un impedimento para dejar de ser productivo.
Sin embargo, llama la atención el distinto punto de vista de los españoles según su edad. Mientras que un tercio de los jóvenes opina que su productividad es superior a la de una persona mayor, el 91,3% de las personas entre 55 y 65 aseguran lo contrario.
Más de la mitad de los españoles afirma haber sufrido, personalmente o en su entorno, algún episodio de discriminación laboral por la edad. Para Silvia Martínez, Corporate HR Manager en Gi Group Holding España, “debemos evitar caer en la trampa de etiquetar a las generaciones de manera generalizada, ya que cada individuo posee una realidad única y merece ser considerado en su totalidad. Desde las organizaciones tenemos el poder y el deber de dotar de herramientas para acompañar a todas las personas, y, por ende, a todas las generaciones, en su desarrollo. La diversidad generacional no sólo es una cuestión de inclusión, sino también de aprovechamiento de las distintas experiencias y habilidades que cada grupo aporta".
La creencia generalizada de la existencia de la discriminación por la edad hace que más de la mitad de los españoles considere que perjudica por igual a hombres y mujeres mayores de 45 años. Sin embargo, casi 4 de cada 10 aseguran que son las mujeres las más afectadas, porcentaje que aumenta hasta el 48,6% entre ellas. Si se une el género con la edad, 6 de cada 10 mujeres afirman haber sido discriminadas laboralmente por la edad frente al 52,9% de los hombres que lo reconocen.
El factor de la cualificación profesional
Según el estudio de Gi Group Holding España, el edadismo laboral no sólo afecta en mayor medida a las mujeres, sino que también depende de la cualificación profesional del trabajador para casi 3 de cada 4 españoles. Son los trabajadores menos cualificados a quienes este tipo de discriminación afecta en mayor medida, porcentaje que baja hasta el 42% en el caso de los mandos intermedios y al 25% entre los directivos.
La formación y la experiencia de una persona debería ser la base para la contratación de personal para el 63% de los españoles. Sin embargo, la mayoría de la población española parece tener claro que existe una falta de apuesta por parte de las organizaciones para formar a los perfiles más sénior. Para un abrumador 83% de los españoles, las empresas no invierten lo suficiente en formación que permita reciclar a los perfiles sénior que carecen de habilidades tecnológicas. Por edades, los más críticos con esta ausencia de inversión son los españoles entre 45 y 64 años, pues sólo 1 de cada 10 piensa que sí se está invirtiendo lo suficiente, un porcentaje que se multiplica por tres, hasta el 33,5% entre los jóvenes.
Para Alberto Mateos, KAM de Gi Training, en la formación está la clave para “romper barreras, y fomentar un ambiente de aprendizaje colaborativo y promover la igualdad de oportunidades para todos, independientemente de su edad.” En el estudio se mencionan los programas que están diseñados para aprovechar la riqueza de conocimientos y habilidades de los trabajadores sénior, al mismo tiempo que proporcionan a los más jóvenes las herramientas necesarias para crecer y prosperar en el entorno laboral actual. En definitiva, generando sinergias y facilitando la colaboración entre ambas generaciones.
Para más de la mitad de los españoles, cuando las personas senior salen del mercado laboral encuentran mayores dificultades a la hora de volver a incorporarse, aunque un sorprendente 41,3% de los jóvenes entre 18 y 34 años opina que, en ocasiones, las personas mayores prefieren no volver a incorporarse al mundo laboral dado que cobran algún tipo de subsidio y tienen ahorros suficientes como para poder vivir.
Por otro lado, se consolida la creencia de que la edad de jubilación irá en aumento, según asegura más del 80%, aunque el 64% opina que los perfiles de trabajo físicamente exigentes deberían tener la posibilidad de jubilarse antes. Ante esta situación, son muchos los españoles sénior que buscan otras vías para conseguir un puesto de trabajo. Así, el 65,3% cree que los mayores de 45 años ven en la Administración Pública una opción viable para conseguir un empleo estable hasta el momento de su jubilación.
Para María de Vicente, Corporate Key Account Manager de Gi Group Holding, “en el marco laboral, existe un problema de escasez de talento donde la entrada de juniors tiende a la baja y el número de jubilaciones en las empresas está aumentando, por lo que se está produciendo un desequilibrio entre la oferta y la demanda. La solución viable es la gestión del conocimiento interno, por lo que las organizaciones deberán actuar y trazar una hoja de ruta para alcanzar este reto”.
Preguntados por cuáles consideran que serían las políticas públicas más efectivas para prevenir el edadismo laboral, el 61,3% de los españoles cree que la más conveniente sería bonificar la contratación de personas mayores de 45 años, seguida de la obligatoriedad de CV ciegos (48,4%) y los programas formativos para la recapacitación profesional (47,2%), esta última medida la más demandada por más de la mitad de las personas mayores de 55 años.
Opiniones de expertos
Varios profesores de la OBS Business School comentan la posibilidad de una enmienda para sancionar a aquellas empresas que tomen represalias contra trabajadores que denuncien discriminación.