Miguel Ángel Valero
Xiao Cui, economista para EE. UU. en Pictet WM, avisa que “si la inflación impide el recorte de tipos, septiembre quedaría demasiado cerca de las presidenciales”. La Reserva Federal ha revisado al alza sus proyecciones de crecimiento del PIB y de inflación, pero mantiene tres recortes de tipos de interés para 2024. "La mediana de proyecciones sigue mostrando un total de recortes 0,75 % en 2024, como esperábamos -el consenso estaba dividido entre 0,75 y 0,5%-. En esta ocasión diez votos de miembros del Consejo muestran tres recortes o más frente a once la última vez y nueve votos presentan dos recortes o menos. Consideramos que Powell forma parte de la proyección de tres recortes este año", explica.
Para 2025 y 2026 la Reserva Federal ha revisado la mediana de previsiones de tipos de interés al alza en 0,25%, hasta 3,875% y 3,125%, respectivamente, con tres recortes cada año. A largo plazo ha aumentado ligeramente la proyección a 2,6% desde 2,5%.
"El caso es que todo ello dice mucho de su función de reacción, con claro sesgo hacia un recorte de tipos este año. De hecho, su presidente Powell ha repetido su anterior comentario de que es probable que sea apropiado recortarlos en algún momento de este año. Ahora bien, a pesar de los muchos intentos de la prensa para que proporcionara orientación sobre fecha de inicio o ritmo de recortes, no se ha comprometido con movimientos futuros. En todo caso, la Reserva Federal, sorprendentemente, ha tardado en llegar a la conclusión de que la tasa neutral de tipos de interés actual probablemente es mayor de lo estimado, especialmente a corto plazo", interpreta.
Powell ha restado importancia al reciente repunte de la inflación. Ha señalado que a pesar del aumento en enero/febrero, baja gradualmente hacia 2%, si bien en una trayectoria accidentada. Además, señala efectos estacionales en estos meses. Habrá dos datos de IPC adicionales antes de su reunión de junio.
Para 2024 la Reserva Federal proyecta un crecimiento del PIB 0,7% mayor, hasta 2,1% y una inflación subyacente ligeramente superior en 0,2%, hasta 2,6%. Powell señala que la mejora del PIB se debe principalmente al incremento de mano de obra de inmigración, que se espera se mantenga alta este año tras haber aumentado en 2023, con impacto significativo en la oferta laboral, aumento de salarios, inflación de la vivienda y productividad. Pero Powell ha mencionado en varios momentos el riesgo de que el empleo se debilite inesperadamente, aunque también que el fuerte crecimiento del empleo no es razón en sí misma para preocuparse de la inflación.
"Por nuestra parte, diferimos de la institución en cuanto a crecimiento y el mercado laboral, pues la Reserva Federal es cada vez más sensible al respecto y un debilitamiento mayor de lo esperado -aunque no sea su escenario base- daría lugar a una mayor relajación monetaria. De momento, junio es nuestro escenario base para un primer recorte de sus tipos de interés, con riesgo de retraso hasta julio, para un total de 1,25%. De manera que hay riesgo es que el inicio sea más tardío y se produzcan menos recortes", explica.
"Si la inflación no se ha moderado en marzo se reducirán significativamente las probabilidades de flexibilización monetaria a corto plazo. Si la inflación es suficientemente fuerte para impedir que reduzca sus tipos de interés antes de julio entonces la reunión de septiembre quedaría demasiado cerca de las elecciones presidenciales de noviembre para ese primer recorte de tipos". advierte.
Powell ha señalado que la reducción de la deuda del Tesoro en su balance llegará bastante pronto. "Interpretamos que ello implica un anuncio al respecto para Mayo, en línea con nuestras expectativas. Pero no necesariamente significa que vaya a reducir menos su balance. Quiere acercarse al nivel final de su balance forma más gradual, más lentamente y durante más tiempo", precisa el experto de Pictet.
Manuel Pinto, analista de XTB, subraya que "una vez más, y con ésta ya son cinco reuniones consecutivas, la Reserva Federal ha decidido mantener los tipos de interés sin cambios". "Vemos un entorno muy positivo para los mercados en el corto plazo, pero con muchas dudas a partir del mes de junio. En estos momentos no vemos ninguna razón de peso que implique el inicio de los recortes de tipos por parte de la Fed", señala.
Sus últimas proyecciones estiman un crecimiento económico superior al esperado, una inflación al alza, dado que en los próximos meses el efecto comparativo con la caída de los precios del año pasado podría ocasionar picos en los precios, y un empleo muy fuerte, eliminando de hecho referencias a una posible desaceleración de esta variable en el corto plazo, como sí se indicaba en enero. Además, a los riesgos geopolíticos existentes que pudieran elevar el precio de las materias primas energéticas se suma una desaceleración en el ritmo de la reducción de balance de la FED, lo cual suma un nuevo riesgo inflacionario.
"El mercado descuenta que habrá tres recortes de tipos, estimación similar a la que existía previamente a la reunión. Sin embargo, el tipo de interés medio proyectado para el año que viene ha pasado del 3,6% al 3,9% y creemos que en las próximas reuniones seguirá subiendo. En un escenario en el que la mitad de los miembros de la Fed votan a favor de recortar menos de tres veces los tipos de interés y dados los datos actuales nos parece arriesgado iniciar este cambio de política monetaria en la reunión de junio, o incluso septiembre, al no estar la inflación cerca de su objetivo. Y es aquí donde podríamos empezar a ver altos niveles de volatilidad. Eso sí, de momento “no news is good news” con la figura de Jerome Powell asomando como gran aliado de los mercados", razona.
James McCann, economista jefe adjunto de abrdn, destaca que la Reserva Federal "no se muestra alarmada por el repunte de la inflación a principios de este año". De hecho, los miembros del FOMC siguen apuntando a tres recortes a lo largo de 2024, sin cambios respecto a sus previsiones de finales de 2023, lo que implica que el mayor crecimiento de los precios observado en los últimos meses será en gran medida un bache en el último tramo de su lucha contra la inflación.
Sin embargo, precisa más confianza de que la inflación se dirige de forma sostenible de vuelta a su objetivo del 2%. "Es probable que los mercados respiren aliviados al ver que las recientes sorpresas al alza de la inflación no han desencadenado una postura más agresiva por parte de la Reserva Federal, ya que el banco central se siente claramente cómodo esperando a ver cómo evolucionan los datos de inflación, especialmente con algunas señales tentativas de ralentización del crecimiento que están empezando a surgir. Lo más probable sigue siendo un recorte en junio, en caso de que la inflación se enfríe un poco en los próximos meses, y vemos nuevos indicadores de que la actividad está perdiendo impulso en el contexto de una política monetaria restrictiva", argumenta.