OBS Business School, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, publica el Informe de Empleabilidad 2024, dirigido por Josep Ginesta, profesor de la escuela de negocios y secretario general de PIMEC. En él se analizan el estado de la relación entre formación y empleabilidad y los dos elementos que generan una empleabilidad cualitativa: la formación superior profesionalizadora, que ayuda a conectar oferta y demanda, y la actitud delas personas a la hora de exteriorizar esos conocimientos.
Hay varios motivos que explican los cambios sociales y económicos que se están produciendo y que están provocando la pérdida de empleos: la tecnología y la digitalización, los retos medioambientales y la transición energética en el marco de la agenda verde, la evolución de la demografía y el envejecimiento de las economías desarrolladas, así como los cambios culturales y de consumo. Sin embargo, estos cambios también van a provocar la aparición de nuevos empleos.
La IA ya se utiliza para la automatización de procesos y decisiones simples, el aprendizaje automático para el análisis de datos, los sistemas biométricos de identificación de personas y la identificación de objetos en procesos de almacenamiento. Sin embargo, un 25% de las empresas no ha impulsado todavía su uso por falta de claridad sobre sus consecuencias legales y la seguridad jurídica. Ello va a resolverse progresivamente tanto en la Unión Europea como en la mayoría de los países desarrollados, lo que sin duda supondrá un foco de generación de empleo para asegurar el cumplimiento normativo, el control del uso de la IA y la seguridad.
Por otro lado, el envejecimiento de la población de las economías más desarrolladas está provocando nuevas necesidades y modelos de consumo. La llamada economía silver, el consumo de productos y servicios por parte de personas mayores de 55 años está en auge y va a seguir aumentando hasta generar 90 millones de empleos en 2025 solo en la UE, el 38% del empleo total que supone el 32% del PIB. Ello requerirá una adecuada respuesta en políticas públicas, servicios y productos, y la capacitación en actividades sanitarias, de nutrición, de nuevas tecnologías y usabilidad, el cuidado de personas, la movilidad asistida, la cosmética, seguridad, moda, ocio y turismo, y artículos para el hogar, entre otros muchos ámbitos.
Todos estos cambios ya están provocando una nueva ética en el consumo, y el mercado de trabajo progresará en correspondencia con ello. Por ejemplo, el comercio electrónico, que seguirá creciendo durante unos años, se verá atenuado por la transición verde a la vez que aumente la demanda de productos de proximidad y kilómetro cero, más sostenibles y dinamizadores, y de las ciudades y entornos de 15 minutos, que condicionaran el planeamiento del desarrollo urbanístico. La suscripción o pago por uso de productos y servicios como modelo más sostenible, el bienestar ambiental y emocional, la actividad física y los hábitos de vida saludable son algunos de los ámbitos que van a progresar en los próximos años y en los que deberán aparecer los mejores profesionales.
El trabajo a domicilio y el empleo flexible es una demanda al alza que se deberá imponer para retener talento, y que conllevará espacios de trabajo más intensivo en nuestras viviendas y nuevas soluciones tecnológicas para la mejora de procesos de trabajo en asincronía de espacio y/o tiempo.
Todas estas tendencias ya están generando vacantes y dificultades en la mayoría de los países para dar respuesta a la velocidad del progreso. "Se ha detectado un déficit de talento en el 75% de las empresas de España, con dificultades para cubrirlo en el 82% de los casos, especialmente de perfiles cualificados", señala el informe, que explica que la empleabilidad se considera cualitativa cuando consigue que la persona supere el reto de encontrar un empleo o mejore respecto del que dispone y, además, tenga capacidad para mantenerse en él y crecer profesionalmente a largo plazo.
Para lograr la empleabilidad cualitativa es vital complementar el conocimiento y las capacitaciones (la teoría), con habilidades (la praxis o práctica) y determinadas actitudes personales y profesionales, tanto intrapersonales (esfuerzo, compromiso, emprendimiento, etc.) como extra personales o relacionales (las competencias sociales como la empatía, cooperación, liderazgo, positividad o trabajo en equipo). La flexibilidad y el aprendizaje constante son hoy sumamente importantes, pero también la capacidad de exteriorizar la propia historia profesional y también personal.
A menudo, actividades no profesionales revelan información clave en un proceso de selección. Por eso, la creatividad a la hora de exteriorizar competencias puede resolver una trayectoria profesional que a priori pueda parecer escasa. La iniciativa del individuo, la orientación a la innovación, la capacidad de emprendimiento o de resolución de conflictos, o el compromiso ético-social son elementos que pueden caracterizar a alguien que quiere crecer cooperativamente y que se orienta a los logros de una organización.
“La incapacidad de transmitir estas experiencias explica la paradoja de nuestro mercado de trabajo, en el que hay muchos jóvenes altamente cualificados en situación de desempleo”, afirma Josep Ginesta. Y es que en la UE el 77% de las empresas tiene dificultades para encontrar trabajadores con las competencias necesarias, pero a la vez solo el 37% de los adultos recibe formación periódica.
Por eso se han desarrollado diferentes iniciativas durante 2023 orientadas a la mejora de la capacitación y profesionalización del capital humano, como las micro credenciales de certificación de resultados de experiencias de aprendizaje de corta duración, que ofrecen deforma flexible y personalizada la adquisición de capacidades, conocimientos y competencias para un desarrollo personal y profesional. Estas micro credenciales tienen vocación multinacional, de forma que funcionen entre instituciones, negocios y sectores más allá de las fronteras, porque para seguir siendo competitiva a escala mundial, la Unión Europea va a requerir millones de profesionales de todas las edades que cubran nuevas demandas y oportunidades.
“Es necesario conseguir que la UE sea más atractiva para el talento de todo el mundo”, afirma Josep Ginesta, porque hasta hace unos años, solo uno de cada cuatro migrantes con un alto nivel educativo que residía en la OCDE había elegido como destino un país de la UE.
La formación profesionalizadora incrementa la empleabilidad de los universitarios
La empleabilidad en España es mayor entre los que cursan formación de especialización o de másteres, y también entre los que estudian en universidades privadas y en las áreas técnicas. Los ocupados son el 88% de los graduados de licenciatura y másteres o doctorado uno o dos años después de la graduación, y sube hasta el91% en los tres o cuatro años posteriores.
Mientras que los estudiantes de universidades de La Rioja o Cataluña se encuentran trabajando en un 91,9% o 90,8% respectivamente tras un año del término de sus estudios, los que lo hacen en universidades deAndalucía o Castilla-La Mancha lo hacen en un 78,3% y 81,4%.
El sueldo de los titulados de másteres de universidades públicas españolas se sitúa en 24.640€anuales tras el primer año y un 42,3% cuenta con contrato indefinido. En la universidad privada, este sueldo asciende a 29.601€ y el 50,4% tiene contrato indefinido. Estas diferencias responden a la mayor flexibilidad y celeridad de adaptación de los programas formativos que pueden tener las universidades privadas respecto de las públicas, pero también se deben a diferencias sociales.