01 Jul
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En la segunda edición de unoconcinco, los encuentros de la alimentación sostenible en España impulsados por la Fundación Daniel y Nina Carasso, su directora, Lucía Casani, advierte de la falta de relevo generacional en el campo español. En 2030, el 60% de los agricultores españoles se habrán jubilado.

Marcos Garcés, agricultor profesional, avisa que “el campo español está arruinado ahora mismo” por la PAC (Política Agraria Común) y por los cambios legislativos que se imponen sin ser explicados, lo que lleva a una falta de criterio, vaivenes de precios, etc. En este sentido, Asunción Ruiz, de SEO Birdlife, apunta que “en el Delta del Ebro se ha perdido un 20% de producción de arroz ecológico con la última reforma de la PAC”. Y que “la ruina del campo está en los problemas ambientales derivados de los cultivos intensivos y los intereses comerciales, no en la preservación de la naturaleza”.

Patricia Martínez, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, aporta más datos:  “tan solo el 8,8% de propietarios de empresas agrícolas son jóvenes (menores de 41 años)", "más del 40% son mayores de 65 años y están a punto de jubilarse”, lo que pone en peligro el relevo generacional necesario. Juan Mari Totorika, de la Asociación de Desarrollo Rural Urkiola, destaca “la importancia del relato o la narrativa positiva a la hora de hablar del campo para incentivar a la juventud a que lo vea como algo sexi”. Por su parte, Piero Carucci, del Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional, plantea “la necesidad para la regeneración del sector agrario de hacer un reconocimiento tanto a los que ya están (empresas, trabajadores) como a los que vendrán”. Victoria de la Mora, de Ashoka, pide la “reconexión con herramientas digitales para transmitir el conocimiento”; Xosé Antón Araúxo, de la Comunidad Montes de Couso, la “recuperación vinculada al territorio y a lo comunal”; y Neus Monllor, de la Red de Espacios Test Agrarios, cree que la "letra R, regenerar, relevo, redes de políticas públicas, marca la transición de nuestra alimentación hacia un sistema sostenible".

Elsa Fernández (Ganaderas en Red) resalta la importancia de la mujer en la ganadería ya que son muy capaces de llevar su explotación aunque “siempre han estado en un segundo plano”. Fernando Navalón (Red Supermercados Cooperativos) avisa: “toda alimentación que no hagamos nosotros, se hará en nuestra contra ya que el 75% de lo que comemos en España está en manos de 12 supermercados o centrales de compras”. Para ello, ha de plantearse el sistema alimentario como un servicio a la comunidad, no como un negocio, y con precios justos tanto para que el produce como para el que compra.

Eva Torremocha (Fundación Daniel y Nina Carasso) señala que “los cambios transformadores para acelerar la transición son procesos largos y múltiples que requieren de mucha gente coordinada con una hoja de ruta planificada”. Así se debe propiciar, entre otras iniciativas, que las explotaciones agrarias más sostenibles -tanto en lo social como en lo ecológico- sean las más viables económicamente. O mejorar la calidad de vida en el entorno rural (rentas, red de transportes, etc.) para facilitar la habitabilidad y la regeneración necesarias, ya que “vamos abocados a que el 40% del territorio español quede vacío por la falta de recursos (agua, relevo generacional, etc.). 

José Manuel Delgado (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) defiende el modelo de agricultura familiar “que ahora mismo está en peligro tanto por las políticas públicas como por el mercado, que prima la agricultura más industrial”. El relevo generacional se une al problema de gestión del territorio. Daniel López (Centro Superior de Investigaciones Científicas) insistió en que es necesario que “se contemplen los daños ambientales en el precio de los productos”. Raúl García (WWF) pide incorporar jóvenes y mujeres al sector, promover la gobernanza ecosistémica y promover el consumo de cercanía poniendo el acento en la calidad y el origen.

Felipe Medina (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados) destaca que “la distribución es la mitad del gasto en alimentación de los españoles, con más de 300 actores o marcas de supermercados repartidos por España en 23.000 puntos de venta, y para ser sostenibles la solución es seguir apostando por el formato de proximidad con precios competitivos, independientemente del tamaño de la tienda”. Mikel Fernández (Heliconia) resalta “la necesidad de conexión entre los diferentes agentes (productores, distribuidores y consumidores) para que estén bien articulados por territorios”. Paloma Nadal (Pagesos Ecològics de Mallorca) cree que "las cooperativas han de velar para que se paguen los precios justos a los productores ecológicos, que además soportan mayores riesgos que los convencionales", y que “esto ha de favorecerse con políticas de consumo local”. Paloma Sánchez (Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas) subraya que “para trabajar en una cadena de valor sostenible hay que innovar y, además, contarlo bien. No estamos contando todo lo que se está haciendo". Ana Etchenique (Federación de Consumidores y Usuarios CECU) considera que “la alimentación se ha vuelto un problema, con un número obsceno de muertes asociadas, al cambiar la cultura y los hábitos de consumo. Se ha fragmentado el acceso a una alimentación saludable, que es un derecho para todos, por un problema de precios y de acceso de los diferentes consumidores a los alimentos”. 

Hay 5 millones de personas pobres en España que comen barato y mal. Y a la vez hay gente que come mucho mejor que antes, porque tienen capacidad económica para adquirir productos cada vez más sanos. Para ello es necesario innovar en planificación, logística y reparto de los recursos generados antes de que estos se pierdan.

Álvaro Hernández (Cofides) recuerda que el Gobierno aprobó el fondo de Impacto Social (FIS) con 400 millones y que “su objetivo son proyectos sociales y medioambientales que puedan abordar toda la cadena de valor: desde los agricultores, establecimientos de comida saludable, divulgación o la tecnología, es decir, la inversión en startups para transformar el sector”. Mariona González (SpainNab) cree que hay que conseguir más inversores que quieran y se planteen transformar el sistema; y que los institucionales han de ver la inversión de impacto como una oportunidad. "Para una transición justa, esta transformación tiene que tener en cuenta a las personas", subraya.

Claudia Polo (Soul in the kitchen) y Sarah Serrano (comunicadora gastronómica) coinciden en la necesidad de transmitir a la ciudadanía un nuevo relato sobre la alimentación sostenible con “más pollo al ajillo y menos hummus” como metáfora de que debemos volver a una alimentación sostenible, basada en nuestra cultura y cocina cotidianas -justo en un momento en que cada vez hay más recetas disponibles pero se cocina menos-. Javier Peña (Fundación Hope!) apunta que “hay que transmitir de forma positiva lo que dice la ciencia, aunque sea catastrófico y ha de hacerse ofreciendo soluciones”. 

La jornada ha concluido con la entrega de las ayudas de investigación Daniel Carasso Fellowship a Marta Albo y su estudio sobre resiliencia climática de las pesquerías a pequeña escala de las Islas Baleares, Ujué Fresán Salvo y su proyecto para integrar de manera pionera la salud y el impacto ambiental de la alimentación con la primera base de datos de nLCA en España; y a Adrián González Guzmán y su plan para la formulación de filtros que permitan la captación de gases nitrogenados de purines y su aplicación como sustratos organominerales en agricultura. 

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