06 Sep
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Las Administraciones deben definir regulaciones que ayuden y no lastren la competitividad de las empresas en su acceso a los mercados globales. Es lo que reclama la Nota Técnica del Club de Exportadores e Inversores Españoles Grandes Retos Transformadores del Comercio Internacional: Nuevo Orden Mundial. Nuevas Tecnologías y Sostenibilidad, elaborada por Marisa Poncela García, exsecretaria de Estado de Comercio y secretaria General de Ciencia e Innovación.

“Existe un consenso casi generalizado sobre que la globalización ha traído consigo una prosperidad mundial relevante y  un  considerable crecimiento del comercio mundial y en ese sentido, hay datos incontestables que aporta el Banco Mundial: 8 de los 15 países con mayor nivel de globalización, son países que están también entre los 15 que tienen un mayor nivel de renta y de los 10 países más globalizados, 8 son miembros de la Unión Europea, además de Suiza”, argumenta.

Sin embargo, no se puede obviar el hecho de que han aparecido  factores que están alterando el equilibrio económico mundial, y modificando el statu quo que existía al inicio de este siglo XXI, “como la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China; la guerra entre Rusia y Ucrania, los conflictos entre los países en la rivera del Canal de Suez y las tensiones bélicas en el Mar de China meridional por la soberanía de las islas allí ubicadas", precisa.

Además, está en crisis la gobernanza mundial: “Hasta ahora había entes supranacionales como la OMC, fundamentalmente, pero también otros como el FMI o el Banco Mundial que actuaban como árbitros de las relaciones económicas internacionales. Sin embargo, la crisis en la que están sumidos estos organismos multilaterales, con especial relevancia la OMC, afectada principalmente por la rivalidad China-EEUU, no hace presagiar el desarrollo de normas que alivien las tensiones.”

En la conformación de este nuevo statu quo, la tecnología está jugando un papel clave que está acelerando como nunca la configuración del nuevo equilibrio económico mundial: “Los avances tecnológicos están revolucionando la forma en que se realizan las operaciones. La facilitación y crecimiento del comercio electrónico, las plataformas en línea, los sistemas de pago seguros y logística eficiente, están permitiendo que las empresas vendan sus productos y servicios a nivel mundial, y no solamente local o regional, sin necesidad de establecer una presencia física en cada mercado.”

La inteligencia artificial, el blockchain, el análisis de datos, el aprendizaje automático y la robótica están mejorando la eficiencia operativa de los intercambios, a través de la optimización de tareas repetitivas, el análisis predictivo de la demanda, la optimización de rutas de envío, la gestión eficiente del mercado, etc, están transformando la forma en que las empresas operan a nivel global y está modificando el patrón de comercio nacional e internacional.

La tecnología ayuda a reducir las barreras de entrada para las empresas y abre nuevas oportunidades, pero también genera amenazas para aquellas que no identifiquen estos cambios tan disruptivos que se están produciendo.       

El comercio internacional también se está viendo impactado por una creciente conciencia de los consumidores sobre los desafíos ambientales, que se refleja en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, o  en las prácticas de diligencia debida que afecta a sus decisiones de compra, cada vez más sesgada hacia productos justos, éticos y sostenibles.

El Acuerdo de París sobre el clima firmado por 195 países, la Agenda 2030 adoptada por 193 países, y el Pacto Verde europeo son los compromisos multinacionales que existen hoy con la sostenibilidad. La Unión Europea está fuertemente comprometida con estos Acuerdos. La irrupción  de estas políticas de sostenibilidad está siendo relevante, fundamentalmente para las empresas de los países donde se está desarrollando y desplegando una fuerte regulación que obliga tanto a grandes empresas como pymes.

Recomendaciones para España

Teniendo en cuenta que solo el 1,09% del tejido empresarial de este país tiene más de 50 empleados y el resto son empresas de pequeño o muy pequeño tamaño, los desafíos que tienen que enfrentar por el nuevo orden mundial, y las nuevas tecnologías y políticas de sostenibilidad y diligencia debida son de enorme exigencia para lo que deben prepararse y recibir el apoyo institucional de las diferentes administraciones,  se plantean las siguientes recomendaciones:

  • 1.- Las empresas deben adoptar una actitud dinámica y adaptarse a estos cambios, aprovechando las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías y las políticas de sostenibilidad.
    2.- Las administraciones deben definir regulaciones y restricciones comerciales, que ayuden y no lastren la competitividad de las empresas en su acceso a los mercados globales, y evitar un exceso normativo y de burocracia que merme la productividad, facilitando tiempo y recursos a las pymes para hacer la transformación de procesos dentro de la empresa y la adopción de tecnologías más sostenibles.
    3.- Se deben crear incentivos a la formación necesaria en sostenibilidad para la empresa y los trabajadores, a fin de facilitar su despliegue.
    4-. Las empresas y especialmente las pymes y trabajadores deberían recibir apoyo institucional en formación del talento -vía subsidios, desgravaciones fiscales u otras formas- para ser capaces de usar de forma eficiente estas tecnologías y las oportunidades que brindan.
    5.- La Administración debe desarrollar la infraestructura digital y debe establecer medidas de trazabilidad para proteger los derechos laborales extraterritoriales, y promover la igualdad de género para que no sean elementos de desventaja competitiva de nuestras empresas en los mercados.
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