16 May
16May

La banca española tendrá que destinar cerca de 7.500 millones€ entre 2025 y 2026 para reforzar su solvencia y constituir un colchón de capital anticíclico con el que poder hacer frente en el futuro a situaciones económicas más difíciles, según el Banco de España. Su gobernador, Pablo Hernández de Cos, defiende en su intervención en el IESE Banking  que el impacto económica es nulo, teniendo en cuenta la situación actual de la banca y sus niveles de rentabilidad, y en cambio "si las cosas vienen mal dadas"el beneficio de la medida es incuestionable.

El Banco de España activa por vez primera el 'colchón de capital anticíclico (CCA), diseñado por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (que actualmente preside Pablo Hernández de Cos) en 2010, y  tras endurecer su cálculo.

En una de sus últimas decisiones como gobernador (deja el cargo el 11 de junio), Pablo Hernández de Cos explica que "a través de su activación, se busca, por un lado, fortalecer la solvencia del sector bancario frente a los riesgos sistémicos cíclicos y, por otro, frenar la acumulación de estos. Por su parte, la liberación del CCA cuando se materialicen estos riesgos permitirá a las entidades contar con recursos adicionales para absorber las pérdidas que se produzcan. De esta forma, el CCA contribuye a que el sector bancario pueda continuar proporcionando financiación a la economía real en situaciones de crisis. Por tanto, la activación y liberación del CCA ayudan a reducir la volatilidad del ciclo macrofinanciero"

El colchón entrará en vigor el 1 de octubre de 2025, con un 0,5% adicional de la ratio de capital de máxima calidad. Y, salvo sorpresa, subirá otro 0,5% a partir del 1 de octubre de 2026. Esto se traduce en 3.750 millones más de requisitos de solvencia el año que viene, y otro esfuerzo similar en 2026. Total,  7.500 millones. Es la respuesta del Banco de España a la brecha de solvencia que tiene la banca española respecto a la europea, y que se había ensanchado en 2023 pese a los buenos resultados obtenidos.

"Un número cada vez mayor de autoridades macroprudenciales europeas han empezado a hacer uso activo del CCA en situación de riesgo estándar. Sin activar el CCA, España no contaría con espacio macroprudencial doméstico, con lo que no podría liberar ningún colchón para mitigar el potencial impacto de perturbaciones", señala Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España.

En el mismo foro, solamente la consejera delegada de Bankinter, Gloria Ortiz, critica públicamente la decisión del Banco de España. Asegura que la activación del colchón anticíclico en sí "no es el problema" sino el "apetito" de los supervisores de pedir "más y más capital" cuando por tener un 1% más de requerimientos de capital "no se va a evitar que un banco caiga".

Reconoce que la regulación es "necesaria" tal y como se mostró en la crisis financiera global de 2008, cuando las normativas para el sistema financiero eran "laxísimas". Pero los niveles de capital que los bancos tienen en la actualidad "son más que suficientes".

Aprovecha para denunciar que el exceso de regulación, el "irse al otro extremo", genera "inacción" y que los bancos destinan la mitad de su tiempo a abordar cuestiones regulatorias.

Gloria Ortiz ve con optimismo a la banca en 2024: el margen financiero de las entidades sigue creciendo a doble dígito "bajo", los volúmenes están evolucionando "bien". las entidades han tenido tiempo para preparar sus balances ante las bajadas de tipos, aplicando coberturas en las carteras de bonos, acompasando "mejor" la repreciación de la cartera de crédito, para diversificar sus negocios y aumentar sus ingresos, y para incrementar la productividad y ser "cada vez más eficientes".

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