Valeria Méndez, una peluquera venezolana que emigró desde Venezuela hace cinco años, confiaba en comisionistas para enviar dinero a su familia en Venezuela. Sin cuenta bancaria ni contactos confiables en España, recurrió a la opción que le recomendaban otros compatriotas. El resultado fue pagar comisiones abusivas que alcanzaban hasta un 50% del monto enviado. "Lo que debía ser una solución rápida se convirtió en un gasto insostenible", comenta. En ocasiones, el dinero nunca llegó a su destino.
Este tipo de estafas se están multiplicando entre la comunidad migrante, particularmente los latinoamericanos, quienes, por falta de acceso a cuentas bancarias en España, recurren a comisionistas para poder enviar dinero a sus familias. Estos intermediarios informales prometen agilidad y facilidad, pero en la práctica, cobran tarifas desorbitadas y en muchos casos ni siquiera entregan el dinero.
Más del 40% de los inmigrantes latinoamericanos en España han sido víctimas de estafas relacionadas con el envío de dinero en 2024. Los comisionistas, a menudo recomendados por otros migrantes a través de grupos de WhatsApp o conocidos, piden entre un 20% y un 50% de comisión por cada envío, una cifra que se convierte en un gasto insostenible para aquellos que solo quieren apoyar a sus familias.
Atilana Piñón, cofundadora y co-CEO de Retorna, explica que “en muchos casos, estos envíos son la diferencia entre acceder a medicamentos, alimentos o cubrir una emergencia médica". También subraya la importancia de optar por plataformas autorizadas y seguras: “Confiar en aplicaciones de envío reguladas no solo ofrece seguridad, sino que también resulta más económico para el usuario, ya que las comisiones suelen ser mucho más bajas en comparación con las de los comisionistas informales”.
Los comisionistas se presentan como intermediarios informales que aseguran rapidez y flexibilidad para enviar dinero a los países de origen de los migrantes. La mayoría de ellos no tiene respaldo legal ni operativo formal, lo que aumenta los riesgos para los afectados. Los migrantes entregan el dinero en efectivo y, en ocasiones, reciben un comprobante sin valor legal. Esto genera una sensación de inseguridad, ya que no hay garantías sobre la entrega ni el tiempo de llegada del dinero.
Según datos de la Guardia Civil, las modalidades de fraude y estafas online han crecido más de un 500% en los últimos años. Aunque no existen cifras oficiales específicas sobre los comisionistas, testimonios de migrantes evidencian un patrón recurrente de abuso.
Según la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), el envío de dinero desde España hacia Latinoamérica ha alcanzado cifras récord, superando los 10.000 millones€ en 2024. El auge de estas transacciones ha sido terreno fértil para actividades fraudulentas.
A nivel global, el Banco Mundial informó que las remesas hacia Venezuela aumentaron de 1.300 millones$en 2019 a 3.000 millones en 2023. Sin embargo, la hiperinflación y la devaluación de su moneda han mermado el poder adquisitivo de estos fondos. En este contexto, cualquier comisión abusiva impuesta por intermediarios informales afecta gravemente a las familias que dependen de esos recursos.
"Europa cuenta con una creciente población latina migrante que proviene de países como Venezuela, Colombia, Perú, Argentina y Chile. Son personas que necesitan administrar y enviar dinero a sus países de forma eficiente y con tarifas competitivas", explica Piñón.