Miguel Ángel Valero
De acuerdo con los datos que ofrece Insight View de Iberinform, el sector del fitness continúa creciendo de forma exponencial. Los gimnasios creados en el último año en respuesta a la consolidación del bienestar como una tendencia representan el 23% del sector, una tasa muy por encima de la que muestran otros sectores de actividad económica.
A pesar de esta proliferación, los riesgos de crédito de estas empresas son elevados. De acuerdo con los datos que ofrece el análisis del sector a través de Insight View, el 31% de los gimnasios presenta un riesgo máximo o elevado de impago, solo un punto por encima de los valores existentes antes de la pandemia.
El peor comportamiento financiero se registra entre aquellos que han sido fundados en la última década. Los altos riesgos de impago afectan al 35% de las empresas en este segmento. En las firmas entre los 10 y los 25 años de antigüedad este ratio cae hasta el 19% y se sitúa en el 20% entre las de más de 25 años. Madrid (21%) y Barcelona (16%) son las provincias con más gimnasios. Teniendo en cuenta las provincias cuyo peso representa al menos el 3% del sector, el ratio de empresas en riesgo máximo o elevado de incumplir sus pagos está por encima de la media en Barcelona (37%), Málaga (33%) y Valencia (32%). El mejor ratio se registra en Sevilla (28%), seguida de Alicante (30%) y Madrid (31%).
A pesar de que el número de usuarios de gimnasios, especialmente en las ciudades, no ha dejado de crecer en la última década, el sector ha afrontado un entorno de disrupción marcado por la proliferación de centros deportivos de carácter público y el ajuste progresivo de los márgenes en una dinámica propia de un sector commodity . Los riesgos de crédito de estas empresas antes de la pandemia eran ya muy elevados: el 30% se encontraba en riesgo máximo o elevado de impago.
La distribución por tamaños empresariales muestra la atomización de un sector donde la presencia de grandes y medianas empresas es testimonial: un 75% son microempresas, un porcentaje que asciende al 96% si añadimos también a las pequeñas. El análisis agregado de las cuentas oficiales presentadas por estas empresas muestra la realidad de un sector que trabaja con una elevada dependencia de la financiación ajena, que representa el 73% del total de sus fuentes de financiación, pero con una alta calidad de la deuda, ya que solo el vencimiento del 31% de sus fondos ajenos es a corto plazo. El estudio de las cuentas de las 2.400 empresas que componen el sector, elaborado con la herramienta Insight View, muestra cómo el segmento, que había logrado estabilizar sus márgenes en 2018 y 2019, afronta desde 2020 un deterioro generalizado de sus ratios de rentabilidad.