19 Feb
19Feb

El asma, el síndrome metabólico, el ojo seco y la artrosis son, entre otras, enfermedades ligadas a los hábitos de vida y al envejecimiento y todas ellas tienen en común la inflamación no resuelta. En general, la inflamación es una señal de nuestro cuerpo que nos indica que algo va mal y como respuesta va a provocar que nuestro organismo envíe las señales oportunas al sistema inmune para que ataque el origen del problema. Este mecanismo de defensa, por diferentes motivos y desequilibrios, puede fallar dando lugar a un proceso incontrolado donde la inflamación no solo no desaparece, sino que se cronifica sin resolver su objetivo. Con el tiempo, la inflamación descontrolada dará lugar a la muerte celular, y a la necrosis de los tejidos y en muchos casos con el punto añadido del dolor.

Para analizar los últimos avances científicos en este campo, la Fundación Ramón Areces y la Cátedra Solutex de la Universidad de Zaragoza han reunido en Madrid en la jornada ‘Nuevas terapias para el tratamiento de la inflamación’ a varios investigadores de la Universidad de Harvard, entre ellos al  doctor Charles Serhan, cuyos hallazgos han cambiado nuestra comprensión de la inflamación, estableciendo que su resolución es un proceso biológicamente activo controlado por mediadores lipídicos, -moléculas derivadas de ácidos grasos- también conocidos como SPM. 

Esto ha abierto nuevas vías para el tratamiento de enfermedades inflamatorias y crónicas, enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas incluso como coadyuvantes en los protocolos quimio-radio en tratamientos oncológicos. 

El doctor Charles Serhan asegura que “al estudiar la inflamación infecciosa incontrolada en modelos animales, descubrimos nuevos mediadores derivados de lípidos que encuadramos en diferentes familias químicas: protectinas, resolvinas, y maresinas. Éstas controlan la duración y la magnitud de la inflamación. Estas moléculas ayudan a reducir la inflamación sin suprimir el sistema inmunológico, a diferencia de los fármacos antiinflamatorios tradicionales; favorecen la eliminación de células dañadas y residuos inflamatorios, promoviendo la curación de los tejidos y protegen contra enfermedades crónicas relacionadas con la inflamación descontrolada, como la artritis, el Alzheimer, enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Por tanto, estos hallazgos abren la puerta a una nueva generación de terapias basadas en la resolución de la inflamación, con potencial para mejorar el tratamiento de muchas enfermedades sin los efectos secundarios de los antiinflamatorios convencionales, concluye el Dr. Serhan.

¿Cómo impacta en el cáncer?

El Dr. Dipak Panigrahy, también de Harvard, ha explorado el papel de los lípidos bioactivos en el desarrollo y progresión del cáncer. Su investigación sugiere que los tratamientos convencionales contra el cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia, pueden tener un efecto secundario no deseado: al destruir células tumorales, dejan residuos celulares inflamatorios que pueden estimular la supervivencia y propagación de nuevas células cancerosas. En experimentos con modelos animales, el Dr. Dipak Panigrahy asegura haber obtenido resultados realmente esperanzadores. Se ha demostrado que pequeñas cantidades de resolvinas pueden inhibir el crecimiento tumoral y prevenir la metástasis, lo que sugiere que esta estrategia podría aplicarse en tratamientos clínicos en el futuro. Las investigaciones indican que las resolvinas permiten reducir la inflamación en el entorno tumoral, evitando que los residuos celulares estimulen el crecimiento del cáncer; bloquean la metástasis, impidiendo que las células tumorales se expandan a otros órganos y potencian la efectividad de los tratamientos existentes, combinando estas moléculas con quimioterapia o inmunoterapia para hacerlas más eficientes y menos tóxicas

El Dr. Bruce Levy, especialista en enfermedades pulmonares en MGB Harvard Medical, ha presentado sus investigaciones sobre el impacto de la inflamación en patologías respiratorias como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).El asma afecta a millones de personas en todo el mundo y se caracteriza por una inflamación crónica de las vías respiratorias. Aunque los tratamientos actuales como los corticoides ayudan a controlar los síntomas, no resuelven completamente la inflamación. Las resolvinas podrían ofrecer una solución más completa al reducir la inflamación sin causar inmunosupresión; disminuir la hiperreactividad bronquial, facilitando la respiración y favorecer la reparación del tejido pulmonar dañado.

Por otro lado, el EPOC y el síndrome de dificultad respiratoria aguda son enfermedades graves con opciones de tratamiento limitadas. Investigaciones recientes han demostrado que los SPMs pueden ayudar a reducir la inflamación pulmonar, mejorar la función respiratoria y promover la curación del tejido dañado, ofreciendo una nueva esperanza para pacientes con enfermedades respiratorias crónicas.

El Dr. Vergés ha impulsado el estudio GAUDI de intervención nutricional con un preparado de mediadores lipídicos con 90 pacientes diagnosticados con artrosis con unos resultados altamente significativos en la reducción de dolor y mejora de la calidad de vida del paciente.

En definitiva, según los expertos reunidos en esta jornada, los avances presentados representan una nueva frontera en la medicina. La inflamación crónica es un factor común en algunas de las enfermedades más devastadoras de nuestro tiempo, desde el cáncer hasta el Alzheimer, el asma y las enfermedades cardiovasculares. Los mediadores pro-resolutivos especializados (SPM) y en particular las familias de las resolvinas y las maresinas podrían ser la clave para transformar la manera en que tratamos estas patologías.

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