26 Jun
26Jun

Miguel Ángel Valero

Frente al optimismo generalizado en los mercados, que se percibe también en las presentaciones de las perspectivas y estrategias de inversión para el segundo semestre de algunas gestoras, Beka se desmarca anticipando el comienzo de una fase de recesión económica global que debería dar comienzo en la segunda mitad de 2024 y que se prolongará en el 2025. David Azcona, Chief Economist de la firma, argumenta que los principales indicadores macroeconómicos actuales, como los de transporte, "muestran menos actividad de la economía real", y se corresponden con la etapa inicial de una recesión. 

“Aunque el mercado anticipa un futuro con mayor crecimiento, menores tipos de interés y una inflación controlada, nuestro escenario base contempla una inflación persistente por encima del 2%, un aumento del desempleo, tipos de interés elevados durante más tiempo del esperado y un menor consumo, entre otros factores. Bajo la superficie, estamos comenzando a ver indicadores de un claro patrón de minoración del crecimiento e incapacidad de las entidades supranacionales de tomar medidas que en el pasado atajaron el decrecimiento desde el primer momento”, resalta.

David Azcona cree que la economía debe reequilibrar el mercado laboral, estabilizar el gasto cíclico y detener el aumento de la morosidad, además de hacer frente a la geopolítica, al exceso de optimismo en los mercados, a los problemas de liquidez de la banca regional de EEUU, y al exceso de endeudamiento.

“Los ciclos económicos existen y esta vez no será diferente. El alto coste del dinero será el causante de la próxima recesión, aunque la repercusión la vamos a notar algo más tarde de lo esperado. La inflación será la que guíe a los bancos centrales en el corto plazo y después deberán claudicar y atender al menor crecimiento. En este sentido, podríamos enfrentar un escenario de crecimiento bajo e inflación simultánea en los primeros momentos de la etapa de recesión en 2024”, recalca. Azcona.

En definitiva, los tipos altos durante más tiempo ya están pasando factura, con máximos de revisión a la baja de los datos macro de EEUU desde 1987. Lo que el experto de Beka describe como "fiel reflejo del optimismo autocumplido". Además, la inflación reduce capacidad de consumo aunque suban los salarios.

"Pese al auge del tipo de interés fijo y a las bajadas del precio oficial del dinero, las familias pagarán más por sus créditos", advierte David Azcona.

Entre los indicadores de una posible recesión están el descenso de la demanda de crédito, las condiciones más estrictas de los bancos de la Eurozona, los incrementos de la morosidad en tarjetas y en créditos para la compra de coches en EEUU, el descenso de los nuevos pedidos, la no reactivación de la inversión, la fatiga en la construcción en EEUU. El incremento del coste del transporte marítimo provoca más tensiones inflacionistas.

"La Bolsa vive de la alegría de la IA y del crédito de la macro"

En este escenario, Beka aconseja sobre ponderar los activos más conservadores, el oro, el crédito corporativo de calidad en renta fija, y los valores defensivos en Bolsa. Para David Azcona, "la Bolsa vive de la alegría de la inteligencia artificial y del crédito de la macroeconomía", por lo que son necesarias "carteras lo más robustas y diversificadas posible".

La renta variable presentan precios elevados y, a corto plazo, están excesivamente exprimidos por unas expectativas de beneficios empresariales muy optimistas. “De cara a la segunda mitad del año, no se descartan posibles caídas del 15% en la Bolsa. La tecnología, sectores defensivos, las materias primas y la energía son temáticas de inversión interesantes en este momento, así como el oro, que históricamente ha mostrado buen desempeño al inicio de periodos de recesión”, sostiene Azcona.

Beka apunta a los bonos de calidad como una fuente de ganancias a largo plazo y a la diversificación mediante activos alternativos. “La deuda de alta calidad, oro, materias primas, mayores duraciones y activos alternativos como el crédito privado pueden actuar como refugio táctico”, concluye. 

“En la parte de alternativos existe un exceso de concentración de las inversiones en Private Equity y creemos que podemos estar ante un proceso de adecuación de precios ante un menor crecimiento y una menor liquidez en el sector”, advierte.

Recomienda tecnología defensiva, empresas ligadas a materias primas, energía como temática a largo plazo: equipamiento eléctrico, conectores, utilities, automatización. "La IA consume mucha energía y también mucha agua", recalca. Gustan Roche, Capgemini, Schneider Electric, Logista, Inditex, Dell, General Dinamics, Pfizer.

"No vemos el momento de invertir en pequeñas y medianas empresas", admite el Chief Economist de Beka, que aconseje vigilar las elecciones en Francia y en EEUU, la banca regional en este país, "las excesivamente optimistas estimaciones de beneficios, así como los sobredimensionados datos de empleo", la guerra comercial y geopolítica, "el exceso de optimismo en los mercados", los posibles problemas de liquidez, y la disminución en el consumo.

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