Las exposiciones de fotografía Louis Stettner y Paz Errázuriz podrán visitarse hasta el 15 de septiembre en el centro KBr de Fundación Mapfre, en la Avenida del Litoral, 30, Barcelona. Tanto la trayectoria de Stettner como la de Errázuriz está caracterizada por un fuerte compromiso social. Por un lado, la del fotógrafo norteamericano por su firme confianza en el ser humano y, por otro, la de Paz Errázuriz dando voz a las personas que por distintas condiciones no suelen ser escuchadas.
Louis Stettner (Nueva York, 1922-París, 2016) se formó en la escuela neoyorquina de la Photo League. En París conoció a Brassaï, que se convirtió en su mentor. Sin embargo, a pesar de estar plenamente inmerso en el debate de la fotografía histórica durante buena parte del siglo pasado, su obra no fue reconocida como merecía en su momento, quizá por no estar adscrita a un estilo determinado.
A caballo entre Nueva York y París, sin vincularse nunca a una de las dos ciudades en detrimento de la otra, permaneció enraizado en dos mundos en una época en la que la mayoría de los fotógrafos se relacionaban solo con uno de ellos. En este sentido, su trabajo contiene elementos tanto de la estética de la fotografía de la calle neoyorquina como del humanismo de tradición francesa.
La muestra, comisariada por Sally Martin Katz, está formada por más de 180 fotografías que recorren toda su trayectoria, e incluye algunas imágenes inéditas, así como parte de su obra en color, no expuesta anteriormente. Todas estas imágenes han pasado a formar parte de los fondos fotográficos de la Fundación.
La experiencia de Stettner como fotógrafo en la Segunda Guerra Mundial condicionó intensamente su concepción de la vida, tan presente en toda su obra: una firme confianza en el ser humano. Influido también por sus lecturas literarias y filosóficas (Platón, Karl Marx y Walt Whitman, fundamentalmente) y por su relación, a través de la Photo League, con fotógrafos como Sid Grossman o Weegee, que le transmitieron la importancia de la fotografía como instrumento de cambio social, la obra de Stettner ofrece na vibrante celebración de la vida, de la valentía del hombre para afrontar con plenitud las adversidades y las bondades de la existencia.
En 2018, y tras presentar la primera retrospectiva de la artista en España, Fundación Mapfre incorporó a su colección 173 obras de la fotógrafa chilena Paz Errázuriz (Santiago de Chile, 1944), Como parte de la cita anual de la programación del KBr con las Colecciones de la Fundación, esta exposición presenta una cuidada selección de ese fondo.
El trabajo de Paz Errázuriz arranca en la segunda mitad de la década de 1970 en Chile, país sometido a la violencia y represión del régimen de Pinochet (1973-1990), y llega hasta el presente. Sin querer definirse como cronista de un momento concreto, durante esos años Errázuriz se centró en documentar a aquellos que de alguna manera eran ignorados por el régimen.
Su carrera se ha desarrollado siempre en su país de origen. En sus imágenes, fuertemente comprometidas, la autora parece querer dar voz a aquellos que no suelen ser escuchados. Fotografía espacios en los que predomina la marginación y el encierro, pero los personajes que los habitan se presentan siempre desde la confianza y el respeto mutuo.
De forma continuada, Errázuriz ha elegido temas y ha retratado a individuos situados al margen del discurso hegemónico y de la oficialidad. Sus series están pobladas de ancianos, niños, personas con enfermedades mentales, prostitutas o nativos americanos, por citar solo algunos ejemplos.
En sus imágenes, la autora muestra permanentemente una fuerte conciencia social como fotógrafa, una gran relevancia conferida a la postura ética ante el mundo, así como un profundo sentido de respeto y proximidad hacia las personas retratadas y los asuntos que le han preocupado. Un interés que con el tiempo ha mantenido e incluso intensificado esa convivencia y cercanía hacia sus retratados, tal y como muestra el amplio corpus de trabajo que ha desarrollado a lo largo de toda su trayectoria.