16 Jun
16Jun

Miguel Ángel Valero

Se nota que 'Lo que dejan las madres', de Sara Desirée Ruiz (33 páginas, Planeta) ha sido escrita por una profesional de la educación social, experta en psicoterapia y teoría del apego y especializada en el acompañamiento de familias con adolescentes, y autora de libros como El día que mi hija me llamó zorra: claves para educar en la adolescencia (2022) y Te necesita aunque no lo parezca: recursos para acompañar a adolescentes y potenciar su autoestima (2023).

En su primera novela, Sara Desirée Ruiz ofrece al lector perlas como "quiero encontrar mi verdadero propósito en la vida. Hacer algo que realmente marque la diferencia y valga la pena". O reflexiones que hacen pensar porque tambalean las convicciones: "A veces escondemos profundamente aquellas heridas que más nos duelen pensando que al hacerlo podremos atenuar el dolor. Pero el dolor echa raíces y sigue ahí, aunque intentes ignorarlo con todas tus fuerzas".

Avisa que "los susurros del pasado, cuando nos han llegado hasta el alma, siguen ahí hasta que aprendamos a vivir con ellos". Y que "nunca menosprecies el valor que alguien le da a algo que para ti no vale nada".

"Mientras haya quien escriba poesía habrá esperanza (....) porque siempre existirá la posibilidad de que alguien la lea", dice la alumna a la profesora.

"Nunca eres un perdedor hasta que dejas de intentarlo", "No puedes ganar hasta que aprendas a perder", "No hay excusas, hay descansos". Son mensajes colgados en las paredes del gimnasio Hermanos Costa.

En la novela, la protagonista descubre "el poder liberador de las palabras, la capacidad de enfrentar la verdad y encontrar la fuerza para seguir adelante".

Uno de los personajes advierte: "La desconfianza es la mejor compañera de la precaución". Otro aprende que "la carga se hace más ligera si se comparte con quienes conocen su peso". Y que "espera lo impredecible porque no imaginas lo que puede llegar a suceder".

Un tercero admite que "a veces nos agarramos a lo imposible porque lo probable nos aterra", y que "la espiritualidad es ese lugar al que acudimos cuando no podemos encontrarla sentido a lo que sentimos o a lo que nos pasa y necesitamos ayuda para seguir. A veces no somos capaces de ver lo que tenemos delante y eso es lo que realmente nos trae los problemas".

Claro que "nunca sabemos lo importantes que somos o podemos haber sido para alguien. Y, cuando lo comprendemos, quizá ya es demasiado tarde". Y que "a veces solo puedes confiar en lo que tienes y agarrarte con fuerza a ello para descubrir adónde te lleva".

Todo para descubrir la gran lección: "aunque estés desorientada, no abandones el camino hasta que llegues a tu destino porque alcanzarlo, encuentres lo que encuentres al final, te dará el impulso necesario para seguir adelante, ya sea en la misma o en otra dirección completamente diferente".

Por cierto, 'Lo que dejan las madres' es la historia de Sara, una profesora divorciada tras descubrir que su marido la engaña con su mejor amiga, que recibe un extraño paquete que le recuerda que Jun, una de sus mejores alumnas, había desaparecido sin dejar rastro durante años. Empujada por Laura, su sobrina adolescente, inicia un camino en el que encuentra el amor, el propósito de la vida, el valor de la confianza, y otras grandes verdades.

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