Emprendedoras de Girona han creado un innovador y pionero sistema de protección respiratoria que ofrece unas características únicas en el mundo. Clyype® es el resultado de un proyecto que ha durado cuatro años y tiene el objetivo de salvar vidas y prevenir de manera efectiva los casos de infecciones respiratorias graves. Bidireccional y reutilizable, se desarrolla y fabrica íntegramente en la provincia de Girona. Cuenta con el apoyo de instituciones sanitarias y el 80% de los inversores son de la demarcación gerundense.
Con la seguridad, comodidad y sostenibilidad como pilares principales, ha sido creado para convertirse en una solución integral para proteger a los profesionales sanitarios y de otros sectores, como ganaderos, veterinarios y trabajadores de laboratorios y salas blancas. Presenta la capacidad de filtración del aire más elevada del mercado, se fabrica con materiales de proximidad, cuida el medio ambiente y ha sido ideado para utilizarse en contextos en los que se requiere la prevención y protección respiratoria. Desarrollado, testado con éxito y patentado, el objetivo a corto plazo es comercializar a Clyype a nivel internacional.
Esta iniciativa nació a partir de la voluntad de atender a las necesidades de los profesionales sanitarios que, durante la pandemia del coronavirus de 2020, debían afrontar las jornadas de trabajo con Equipos de Protección Individual convencionales (EPI) que no ofrecen garantías suficientes por lo que a la seguridad se refiere.
Tras cuatro años de investigación, desarrollo e innovación ha visto la luz Clyype, una solución que ha superado las pruebas de calidad pertinentes, está patentada y ha obtenido las homologaciones y certificaciones que corresponden para poder comercializarse. Ofrece una protección respiratoria del más alto nivel a partir de una avanzada tecnología que permite que la capacidad de filtración sea del 99,8%, la mayor que existe. Supera de forma significativa, hasta 10 veces, las características que presentan las mascarillas FFp3 y protege 110 veces más que una mascarilla FFp1.
La empresa que lo ha impulsado es Werlax Invest, con sede en el Parque Científico y Tecnológico de Girona. El proyecto se ha llevado a cabo a partir de la colaboración del centro tecnológico Eurecat y la compañía Inbrooll, ubicada en Palol de Revardit (Pla de l'Estany) y que ha sido una pieza clave en los procesos de desarrollo, innovación, fabricación y montaje del dispositivo. Cuenta con el apoyo económico de inversores de capital riesgo como Ona Capital y GixGi, un fondo de inversión que promueve el territorio.
Silvia Sabrià, codirectora de Werlax Invest y una de las emprendedoras que han impulsado este proyecto, explica que “esta aventura empezó durante la pandemia del coronavirus, cuando hubo un problema evidente de suministro porque la mayoría de los materiales venían de fuera. También por la falta de protección de los profesionales de la salud, sobre todo cuando veía que mi marido, biólogo y operado del corazón, que podía correr el riesgo de infectarse llevando sólo una mascarilla. Algo debía hacerse y nos pusimos a trabajar”.
Dice haber superado un camino “largo y lleno de dificultades y obstáculos” hasta haber creado y desarrollado Clyype, sistema a partir del cual “evitamos que todos estos problemas se vuelvan a repetir, con el objetivo de prevenir y proteger, pero dando- un valor añadido porque este producto está hecho en nuestra casa”. En este sentido, asegura que "el impacto que genera es positivo para el territorio y también para la sociedad, mejorando la salud y la seguridad de las personas". Y añade que "este proyecto tiene un sentido y un propósito determinado, que es el de salvar vidas".
Con el producto preparado para su comercialización, Clyype entra “en una nueva etapa” y sus impulsores trabajan para cerrar “contratos importantes” con clientes y distribuidores de países de todo el mundo como Estados Unidos, Japón, Canadá, Suecia, Francia, Italia y Portugal, entre otros. Con la voluntad de crecer de forma exponencial con el paso de los años, el presupuesto previsto en lo que respecta a las ventas durante el 2025 es de 4 millones.
Un proyecto con “alma” y de “kilómetro cero”
GixGi es uno de los principales inversores de Clyype® y su impulsor, Jordi Bellvehí, se ha involucrado en este proyecto hasta el punto de ser nombrado codirector de Werlax Invest. Uno de los actores principales de esta iniciativa, considera que cuatro años de investigación y trabajo han servido para obtener “un producto sanitario de calidad, testado, con patentes y todas las homologaciones y certificaciones necesarias para poder comercializarse como producto sanitario y equipo de protección individual”. Afirma que Clyyper es "único, excepcional y diferencial" y al mismo tiempo habla de un "proyecto con alma que quiere tener un impacto positivo en la salud de las personas y en el tejido productivo del territorio y sus gentes". Destaca la "política de kilómetro cero" y en esta dirección subraya la apuesta por contar mayoritariamente con "proveedores de Girona" y, en caso de que no lo sean, "como mínimo, con empresas catalanas". "Es un proyecto de Girona en Cataluña y de Cataluña, en el mundo", añade. De esta manera, se contribuye en el “desarrollo de un sector muy importante como lo es el de los productos sanitarios, que une la salud y la tecnología, y que ahora mismo necesita este país”.
Consciente de que “nos encontramos ante la empresa emergente gerundense con mayor potencial de crecimiento y consolidación”, Bellvehí explica que una vez el producto ha sido desarrollado, testado y patentado con éxito, los próximos pasos a seguir deben ir encaminados al fortalecer la compañía y hacerla crecer sin perder de vista la posibilidad de salir a cotizar en bolsa. Uno de los objetivos a alcanzar a corto plazo es el de "contar con el mejor equipo posible, formado por gente de talento con el objetivo de impulsar y acelerar la comercialización de Clyype, posicionando la marca y el producto en todos los mercados posibles". Teniendo en cuenta las características de este sistema de producción respiratoria, puede encajar sin inconvenientes en el mercado hospitalario, veterinario, químico, industrial o en el de salas blancas, entre otros.
Un “reto difícil y exigente” con un largo recorrido
Inbrooll, una ingeniería de desarrollo de producto, ha sido una pieza clave en el desarrollo y fabricación de Clyype. Hace un año y medio que se involucró en el proyecto, hasta el punto de convertirse en uno de sus inversores y durante este tiempo ha estado trabajando en ello Desde rediseñar un primer prototipo hasta participar de forma activa en la industrialización e innovación, la creación de la línea de montaje y en la elaboración de la documentación necesaria para que salga en el mercado. Marc Font, uno de los socios fundadores de la empresa, habla de un “reto difícil” que al mismo tiempo ha sido “más exigente” a diferencia de otros de los que Inbrooll ha tenido que llevar a cabo. “Pertenece al sector médico y esto siempre le da un plus de exigencia y dificultad, porque los materiales deben ser biocompatibles y por la documentación que requiere, al estar sujeto a una reglamentación determinada, que suele ser más compleja. Es un producto nuevo, sin precedentes, que no existía antes en el mercado y eso le suma apuros porque no hemos tenido referencias. Su desarrollo ha sido especial”, explica.
A partir de un primer prototipo ya existente, la compañía gerundense ha trabajado durante más de un año para conseguir una segunda versión mejorada e industrializarla. “El modelo inicial no funcionaba correctamente. El peso era excesivo, había piezas que no se podían fabricar y costaba demasiado ponérselo. Lo que nosotros hemos hecho ha sido adaptarlo y mejorarlo”, recuerda Font. Inbrooll ha participado directamente en el desarrollo técnico, en la expedición de patentes y en la industrialización, haciendo los moldes de cada pieza y los utillajes, las herramientas e instrumentos que se necesitan para llevar a cabo el montaje. Se suma la elaboración de un manual de instrucciones y de la documentación necesaria, así como la creación e instalación de la línea que sirve para montar el producto. También se encarga de las pruebas para comprobar que funciona correctamente. Se ha llevado a cabo la fabricación de una primera serie de 200 unidades del equipo completo de Clyype, que sirve como ensayo general para ajustarlo a las exigencias del mercado y corregir posibles errores. Todas las piezas que componen este equipo de protección respiratoria las han fabricado otras empresas, también de proximidad.
“En cuanto a la ingeniería, ha sido un proyecto que ha comportado mucho trabajo. No hemos empezado de cero, pero sin embargo hemos estado más de un año trabajando. Hemos querido aportar nuestro granito de arena y nos hemos involucrado al máximo porque creemos en ello. Hemos sacado adelante cientos de proyectos, cada uno con sus particularidades y rasgos fuertes, pero por primera vez, en este caso hemos decidido formar parte de él para sumarnos en el proyecto. Nos parece una propuesta muy interesante con una finalidad trascendental para la sociedad, como proteger y salvar vidas”, reflexiona Marc Font.
Seguro, cómodo, reutilizable y sostenible
Ideado como una solución innovadora que cubre de manera integral las necesidades de numerosos sectores, garantizando la protección más segura y cómoda, uno de los rasgos principales de Clyype es que ofrece una vida útil prolongada en relación con los equipos desechables, porque es reutilizable al poderse lavar y desinfectar múltiples veces. De esta forma, se convierte en una opción sostenible que minimiza el impacto ambiental. Sus características permiten que vaya de la mano de la directriz One Health (Una Salud), impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de promover una visión global que permita la conexión entre la salud humana, animal, ambiental y planetaria.
Otro de los pilares a partir de los cuales se ha desarrollado es su comodidad. Es un producto "todo en uno" que ofrece una cobertura completa de la cabeza, evitando la incomodidad que supone la combinación de varios elementos. Permite una libertad total al usuario por ser más ligero y no dispone de tubos que limiten los movimientos. Su diseño ergonómico evita que la piel de la cara del usuario entre en contacto con cualquier elemento, previniendo de esta forma la problemática de las alergias que sufren muchos profesionales con el uso intensivos de mascarillas y gafas protectoras. Garantiza una renovación constante del aire, lo que conlleva que la respiración sea natural, sin la necesidad de un sobreesfuerzo, evitando al mismo tiempo la sudoración. Es compatible con el uso de gafas y binoculares, con la ventaja de que nunca se empaña, por lo que garantiza una correcta visión en todo momento. También es inclusivo porque facilita la comunicación con personas con dificultades auditivas o de habla gracias a un diseño que permite mantener conversaciones de forma natural y ver directamente las expresiones faciales del usuario.
Clyype ya está a la venta y puede adquirirse en su página web (www.clyype.com). La compañía está actualmente llegando a acuerdos de distribución y abriendo el mercado internacional gracias a su colaboración con Accio.