Miguel Ángel Valero
"Quienes emigran en busca de mejores oportunidades para construir sus proyectos vitales y empresariales merecen toda la admiración y el respeto", porque "todos somos emigrantes" y "la especie humana es migrante por naturaleza". "Aquellos que se aferran a las identidades nacionales olvidan que todas ellas son producto de una compleja forja en la que fueron necesarias las mezclas de etnias previas".
Son frases del estudio 'La inmigración emprendedora en España', realizado por Santiago Calvo, Jorge Jraissati, y Roxana Nicula, y con el que la Friedrich Naumann Foundation For Freedom se despide de España.
Uno de cada cinco inmigrantes acude a España para mejorar sus condiciones de vida. Otro 20% busca un empleo mejor. El 16,48%, por razones familiares, y el 11,96%, por la falta de trabajo. La mayoría, por tanto, migra para escapar de la pobreza y de conflictos en sus países de origen.
El 22,54% tienen educación superior, frente al 33.4% de la población española. Es evidente, por tanto, que España "no es capaz de atraer a inmigrantes con niveles de estudios superiores", y que "se pierde una oportunidad de atraer capital humano de alto valor añadido".
El 78,97% trabaja en el sector servicios; el 11,2% en la construcción; el 8,69%, en la industria; y el 1,12%, en la agricultura. El 19,09% está en la hostelería, el 17,22%, en el comercio, el 10,72%, en actividades administrativas y de servicios auxiliares, y el 8,19%, en la industria manufacturera.
Baja tasa de emprendimiento
El estudio llama la atención sobre el bajo nivel de emprendimiento de los inmigrantes: solo son uno de cada cinco autónomos, cuando su peso sobre la población total en España es del 15,87%. La tasa de emprendimiento es notablemente mayor entre los hombres (16,5% frente a 11,2%), como sucede con los españoles.
El 26,4% de los emprendedores inmigrantes tienen al menos un empleado en plantilla, frente al 32,8% de los españoles. Pero la tasa de emprendimiento reciente de los extranjeros prácticamente duplica la de los españoles (13,1% frente a 6,8%). Aunque la de emprendimiento consolidado (los proyectos que superan los primeros 42 meses de existencia) se reduce notablemente. El 18% de los inmigrantes inicia su negocio entre los 25 años y los 34, frente al 10% de los españoles. La tasa de supervivencia es menor entre inmigrantes que en los españoles: 5,9% frente a 6,7%
El informe de la Naumann Foundation distingue entre varios tipos de empresas promovidas por los inmigrantes:
Recomendaciones
El estudio impulsado por la Friedrich Naumann Foundation For Freedom, gracias al patrocinio de la Fundación para el Avance de la Libertad, formula varias recomendaciones para fomentar la inmigración emprendedora en España: