Miguel Ángel Valero
Esta historia comienza en 2016, cuando el arquitecto Sergio Baragaño, con más de 20 años de experiencia y especializado en edificios modulares ejecutados (suya es la terminal de barcos de Bilbao), y los centros de I+D de ArcelorMittal en Asturias lanzan el proyecto bhome, que desarrolló un sistema de construcción modular en acero para viviendas y oficinas, flexible y compacto.
Dos años después, amplían la idea a una habitación de hotel, el Living Laboratory. En 2019 un grupo de empresas se unen en el Living Lab para testar tecnología, probar nuevos materiales y desarrollos, y crear la habitación del futuro: “inteligente, sostenible, flexible, saludable, y fabricadaindustrialmente”.
A ArcelorMittal se unen Roca, Finsa, Geopannel, Normagrup, Palacio de Avilés, Ecus, Saint Gobain y Schneider Electric.
En 2020 Sergio Baragaño crea la startup ROOM2030 para “diseñar, fabricar y comercializar soluciones habitacionales basadas en este prototipo”, capaces de “generar hábitats sostenibles, saludables e inteligentes y liderar la construcción del futuro”.
Dos años después, Finsa, l amayor maderera española, Ecus y Normagrup entran en el accionariado de la firma.
“Somos una startup tecnológica generada en un consorcio de I+D de empresas que crea un prototipo de habitación. Diseñamos, fabricamos y vendemos esas soluciones habitacionales para todo tipo de viviendas, hoteles, oficinas, pero conservando el ADN de I+D, con un equipo de arquitectos, ingenieros, diseñadores”, explica su promotor.
“Es un sistema muy rápido, desde su fabricación hasta su entrega al cliente transcurren entre ocho y doce semanas. La ventaja de fabricarlo nosotros es que la calidad está muy controlada y sobre todo hay una certeza de coste, además de total libertad de configuración de elementos”, insiste Sergio Baragaño.
En sus tres años de vida, ROOM2030 cuenta con 10 viviendas (casas, chalet, adosados) y dos edificios de oficinas (uno de seis plantas, que opera como hotel, en Asturias). “En España es algo novedoso, pero en Reino Unido, Japón o EEUU está muy extendido”, subraya su creador, que cuenta que en el país asiático el grupo Toyota “hace lo mismo que nosotros”.
Sus clientes son particulares con alto poder adquisitivo que buscan, además de calidad, rapidez en la construcción, tanto en zonas urbanas como, sobre todo, en las rurales, donde no es fácil encontrar constructoras; promotores; grupos hoteleros; y también fondos de inversión. Suelen ser propietarios de un solar sin edificio preexistente. El coste en un modelo estándar está en los 2.000€ el metro cuadrado.
“Se construye una vivienda por fases, por lo que evoluciona con el ciclo de vida y con las necesidades de sus habitantes”, señala el impulsor de ROOM2030. “En el caso de un hotel estacional, puede estar en el invierno en un sitio, y en el verano en otro”, apunta.
La startup fabrica en Asturias “módulos con estructuras robustas, integradas por perfiles de acero reciclable de ArcelorMittal, reduciendo al máximo el consumo de agua y orientando hacia una construcción seca con el mínimo consumo de recursos naturales. Incorporamos elementos estructurales de madera contralaminada (CLT) de Finsa, con el fin de reducir el peso de nuestros módulos, generando un impacto positivo en el medioambiente y convirtiendo nuestros edificios en almacenadores de CO2”,explican en ROOM2030.
“Empezamos tres, ahora somos 10, y estamos creciendo en plantilla”, cuenta Sergio Baragaño.
Para impulsar la construcción del futuro, la startup ultima una segunda ronda de financiación. El objetivo es lograr un millón€, con tickets de 250.000 y de 500.000, para que los inversores actuales, y otros nuevos, participen en el proyecto.