Según las estimaciones de más de 100 empresas de infraestructuras cotizadas, los ingresos para 2023-2025 se han revisado al alza alrededor de un 15% en los dos últimos años. En un entorno macroeconómico más estable, el riesgo de que nos encontremos ante dificultades financieras o un aumento significativo de los impagos es improbable.