11 Nov
11Nov

Miguel Ángel Valero

El 95 % de los españoles apoya medidas para adaptarse al cambio climático, según una encuesta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Es uno de los cinco porcentajes más elevados entre los Estados miembros de la Unión Europea (UE) y supera en un punto la media de la UE, según la Encuesta Anual sobre el Clima encargada por el BEI y realizada en agosto de 2024, antes de la DANA y de las inundaciones que sufre el país. El 88% argumentan que invertir ahora en adaptación también evitará mayores costes en el futuro. 

A medida que las catástrofes naturales aumentan en frecuencia y gravedad, el coste económico del cambio climático sigue creciendo drásticamente. Según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente, Europa es actualmente el continente que está experimentando un proceso de calentamiento más rápido, y se espera que los fenómenos meteorológicos extremos aumenten conforme suba la temperatura global. Este mayor número de fenómenos meteorológicos extremos plantea una amenaza significativa para las infraestructuras y la estabilidad del abastecimiento mundial de agua y alimentos, lo que subraya la urgente necesidad de estrategias globales de adaptación al cambio climático.

“Como han demostrado las trágicas inundaciones en España, el impacto del cambio climático a través de fenómenos meteorológicos extremos es una terrible realidad. Resulta apremiante invertir en resiliencia y adaptación, así como en mitigación de los efectos del cambio climático. Una transición ordenada es también la opción más rentable desde el punto de vista económico. Cada euro invertido en prevención y resiliencia ahorra entre cinco y siete euros de gasto en reparar los daños”, declara Nadia Calviño, presidenta del BEI.

Mientras la media europea de apoyo a medidas contra el cambio climático es el 94%, en España sube al 95%. El 66% de los españoles, 16 puntos por encima de la media de la UE (50%), consideran que la adaptación al cambio climático es una prioridad en España en los próximos años, y el 29% piensa que es importante.

El 89 % (frente a la media de la UE del 86 %) afirma que invertir en adaptación al cambio climático puede ayudar a crear empleo e impulsar la economía local. El 88% (frente a la media de la UE del 85 %) cree que la adaptación al cambio climático exige invertir ahora para evitar mayores costes en el futuro.

El 89% (9 puntos por encima de la media de la UE) ha sufrido al menos un fenómeno meteorológico extremo (calor extremo, olas de calor, sequías, incendios forestales o inundaciones) en los últimos cinco años. El 66% mencionó haber sufrido al menos una consecuencia directa a causa de fenómenos meteorológicos extremos. El 27% padeció problemas de salud, el 20 % asistió a la destrucción de bosques o espacios naturales cerca de sus casas, el 18% sufrió problemas de agua potable y el 17 % tuvo que hacer frente a interrupciones del transporte.

El 78 % de los españoles (frente a la media de la UE del 72%) reconoce que tendrá que adaptar su estilo de vida a causa del cambio climático. El 40 % (frente a la media de la UE del 35%) cree que tendrá que trasladarse a un lugar menos vulnerable al clima (a nivel local o en el extranjero) para evitar inundaciones, incendios forestales u otros fenómenos meteorológicos extremos. El 35% (7 puntos por encima de la media de la UE) afirma que tendrá que trasladarse a una región o país más frío. 

Sobre quién debe pagar por la adaptación al cambio climático, el 40% de los españoles cree que todos deben pagar por igual. El 33% considera que los costes deberían correr a cargo de las empresas y sectores que más contribuyen al cambio climático. El 12% opina que las personas más ricas deberían sufragar los costes mediante impuestos más elevados.

En cuanto a quién debe beneficiarse primero de la ayuda para adaptarse, el 38% (similar a la media de la UE) cree que todos deben beneficiarse por igual. El 30% considera que hay que dar prioridad a las personas mayores. El 23% opina que las personas que viven en zonas de alto riesgo deberían ser las primeras en beneficiarse. La preocupación sobre quién debe beneficiarse de las ayudas a la adaptación va más allá de las prioridades nacionales. El 65% de los españoles (8 puntos por encima de la media de la UE del 57%) reconoce la necesidad de apoyar los esfuerzos de adaptación a nivel global y considera que su país debería hacer más para ayudar a las naciones en desarrollo más vulnerables a adaptarse a los crecientes efectos del cambio climático.

El BEI anunciará más iniciativas

La presidenta del Grupo BEI, Nadia Calviño, participará en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) que se va a celebrar en Bakú (Azerbaiyán) hasta el,22 de noviembre de 2024. Junto con otros responsables de bancos multilaterales de desarrollo, así como líderes gubernamentales y empresariales, la presidenta Calviño presentará nuevas iniciativas y proyectos para acelerar la acción mundial por el clima. Estará acompañada por los vicepresidentes del BEI Ambroise Fayolle y Teresa Czerwińska.

En la COP29, los bancos multilaterales de desarrollo presentarán una cooperación y una cofinanciación reforzadas a nivel nacional y el primer enfoque común para medir los resultados de la acción por el clima. Además, tienen previsto publicar un informe conjunto sobre el impulso de una economía circular en todo el mundo. En 2023, la financiación en favor del clima por parte de los bancos multilaterales de desarrollo alcanzó la cifra récord de 125 000 millones$, mientras que la financiación privada captada en todo el mundo casi se duplicó con respecto a 2022, hasta alcanzar los 101 000 millones.

El Grupo BEI, que también incluye al Fondo Europeo de Inversiones, anunciará nuevas iniciativas en la COP29, entre las que se incluyen ayudas adicionales para transporte sostenible, reforestación y eficiencia energética para las pequeñas y medianas empresas.

"El cambio climático es el reto de nuestra generación y necesitamos más que nunca un liderazgo mundial para una acción por el clima urgente y ambiciosa. Como brazo financiero de la Unión Europea y uno de los mayores bancos multilaterales de desarrollo del mundo, el Grupo BEI está tomando la iniciativa con soluciones concretas. Nuestras inversiones suministran energía limpia y asequible a los hogares, la industria y los vehículos. Apoyan la biodiversidad y la resiliencia frente al cambio climático. Financiaremos las grandes tecnologías de vanguardia que marcarán la diferencia en la lucha contra el cambio climático. No solo es lo correcto, es también una medida económica inteligente", insiste Nadia Calviño.

"Estamos colaborando estrechamente con la próxima presidencia de la COP29, la Comisión Europea, los gobiernos y otros bancos multilaterales de desarrollo para contribuir a la consecución de unos resultados ambiciosos. Debemos adoptar una perspectiva original y ampliar las soluciones que podemos ofrecer. Esto significa apoyar a los países para que liberen recursos financieros destinados a la acción por el clima, aumentar la financiación y los servicios de asesoramiento para la adaptación al cambio climático y trabajar en soluciones innovadoras con el fin de movilizar capital privado en favor de la acción por el clima", ha declarado Ambroise Fayolle, vicepresidente del BEI y responsable de acción por el clima y transición justa.
La vicepresidenta del BEI y responsable de tecnologías disruptivas y con cero emisiones netas de carbono y de operaciones de financiación en Ucrania, Moldavia, Georgia, Armenia y Azerbaiyán, , Teresa Czerwińska, añade: "En consonancia con el Plan Económico y de Inversión de la Unión Europea, el BEI está dispuesto a apoyar la transición verde en Azerbaiyán. Estamos dando prioridad a las inversiones en energía limpia y transporte sostenible, así como a la digitalización y el acceso a la financiación para las pymes".

El papel del Banco del Clima

En junio de 2024, los ministros de finanzas de la UE, reunidos en la sesión del Consejo de Gobernadores del BEI, respaldaron formalmente la Hoja de Ruta Estratégica del Grupo BEI en la que se definen las ocho prioridades fundamentales del brazo financiero de la UE. La primera prioridad es consolidar el papel del Grupo BEI como Banco del Clima. Se reforzará la inversión en infraestructuras físicas, como interconectores, redes, almacenamiento de energía y energías renovables, así como el apoyo a la biodiversidad, la economía circular y las soluciones basadas en la naturaleza. Asimismo, el BEI intensificará sus inversiones en I+D y su apoyo a toda la cadena de valor de las tecnologías clave y emergentes en aras de una economía con cero emisiones netas de carbono. 

Con el fin de apoyar la nueva economía verde en toda la Unión Europea, se pondrá en marcha un proyecto piloto para un nuevo programa centrado en la eficiencia energética para pymes que amplíe las tecnologías existentes generando ahorros energéticos importantesy dando lugar a beneficios y aumentos de productividad en todo el panorama empresarial. Un programa centrado en el agua concentrará y reforzará los recursos existentes para invertir en infraestructuras y tecnologías eficientes de gestión del agua, con el fin de favorecer la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos, tales como las inundaciones, la sequía y la subida del nivel del mar.

Antonio Turiel vincula el futuro de Europa al cambio climático

Por otra parte, Destino publica El futuro de Europa. Cómo decrecer para una reindustrialización urgente, de Antonio Turiel. El autor defiende que En los últimos años hemos vivido un punto de inflexión en relación con la Crisis Climática. Éste se ha dado por numerosos motivos, y particularmente por la alarmante recurrencia y gravedad de fenómenos extremos. "Justo cuando más seria se está poniendo la Crisis Climática, más sordina mediática se está aplicando a estos fenómenos extremos e inusuales", advierte. 

"En un artículo de mi blog del 1 de setiembre, ya alertaba que, en el caso de España, la anomalía de temperatura del Mediterráneo (hasta 2ºC por encima de los niveles de 1982) nos decía que era cuestión de tiempo de que una tormenta de gran magnitud cause estragos en alguna ciudad española. Una DANA no especialmente intensa causó graves destrozos en en Menorca hace semanas, y ya por entonces advertía de que ya estábamos en tiempo de descuento para que algo así acabara pasando en una gran capital. Sin embargo, no hacemos nada ni para prevenirlo ni para mitigar sus posibles consecuencias. Lo único en lo que pensamos es en ampliar las carreteras, el aeropuerto y poner casinos para atraer más turismo, mientras la fiesta dure. Es el único modelo que hay, marcado por el crecentismo", insiste.

"A esta Crisis Climática debe sumarle otra con menos atención mediática como lo es la Crisis Energética. Empecé a divulgar sobre esta hace ya quince años, y más concretamente sobre el problema inmenso que planteaba la inminente llegada al pico de producción de petróleo. ¿Cómo ha podido pasar que un físico que desarrolla su investigación en el estudio de los océanos acabe hablando de recursos naturales y de energía, y acabe atreviéndose a plantear propuestas concretas de política industrial? Ésa es una pregunta que yo mismo me repito con mucha frecuencia. Y, sin embargo, cada vez estoy más convencido de que era algo necesario y hasta cierto punto inevitable". explica. 

"Para poder tener una visión clara sobre las implicaciones de la transición energética hace falta alguien completamente independiente, un servidor público con un fuerte conocimiento técnico. Lo ideal sería que los distintos cuerpos técnicos con los que cuenta la Administración de los Estados, y particularmente la del Estado español, pudieran hacer ese papel. Pero no lo hacen", critica. 

"Aquello que se anuncia de forma obsesiva a bombo y platillo como 'la transición energética' no funciona ni funcionará, como cada vez está siendo más evidente. Sin embargo, tampoco tengo la solución última, el modelo de transición completo y perfecto listo para implementarse mañana mismo. Conseguir eso es una tarea multidisciplinar de un equipo de muchas personas, así que a quien espere encontrar en este libro la solución a todos los problemas que nos acucian tengo que darle una mala noticia: no, este libro no proporciona la solución. Y sin embargo considero que su lectura es indispensable para abrir por fin un debate excesivamente postergado. Hay que empezar a hablar, claramente y sin límites, de la transición energética posible y necesaria. La complacencia con que aceptamos los modelos obsoletos que usamos para describir el mundo, es lo que nos está llevando a un verdadero callejón sin salida. No sé si conseguiré que arranque este debate sobre el nuevo modelo energético, económico y social que necesitamos para Europa, pero si puedo aportar algo a su discusión, me daré por satisfecho", asegura.


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