21 Oct
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Según el “Estudio sobre el comportamiento del inversor particular en el mercado de productos financieros sostenibles” de UPF-BSM y Triodos BankSolo un 6 % de la inversión minorista en España va a productos financieros sostenibles
Según el “Estudio sobre el comportamiento del inversor particular en el mercado de productos financieros sostenibles” de UPF-BSM y Triodos BankSolo un 6 % de la inversión minorista en España va a productos financieros sostenibles

Solo un 6 % de la inversión minorista en España va a productos financieros sostenibles, advierte la primera edición del “Estudio sobre el comportamiento del inversor particular en el mercado de productos financieros sostenibles”, presentando por La Cátedra Internacional de Finanzas Sostenibles de la UPF Barcelona School of Management y Triodos Bank, entidad de banca ética y sostenible. 

De entre quienes invierten en este tipo de producto, el 72 % lo hace de forma esporádica, con el foco  en seguridad, rentabilidad y transparencia La falta de estandarización en la evaluación de criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) y la escasa comprensión por las personas inversoras son los principales retos de los productos sostenibles Quienes invierten en este tipo de productos son personas de entre 35 y 54 años, con estudios relacionados con la economía y la administración de empresas y cuyos ingresos superan los 25.000€ anuales

El estudio analiza en detalle el conocimiento, uso y percepción de la clientela bancaria de particulares ante la inversión con criterios de sostenibilidad y responsabilidad (ISR), así como su relación con las entidades financieras. Marcos Eguiguren, secretario general de UPF-BSM y director de la Cátedra Internacional de Finanzas Sostenibles UPF-BSM, destaca que “la creciente demanda de los consumidores y los inversores por productos y servicios responsables, sumada a la presión regulatoria para incorporar criterios ASG en las decisiones de inversión, han provocado un impulso de las finanzas sostenibles. Sin embargo, uno de los retos más urgentes de cara a la futura evolución de las finanzas sostenibles es la mejora en la educación financiera de los inversores particulares”.

“Se requiere mucha pedagogía, no solo del nuevo lenguaje que habla el mundo financiero, cargado de nuevos acrónimos y terminología específica, sino también sobre los verdaderos efectos en la economía en general y en “sus bolsillos” de forma particular”, ha añadido Eguiguren.

Otro de los principales retos detectados en el sector es la falta de estandarización en la evaluación y reporting de criterios ASG que ha abierto el debate sobre el uso de esas siglas como criterio de inversión.

“La medición de estos criterios no ha estado equitativamente desarrollada. Los sociales y de gobernanza son todavía un desafío en términos de definición, medición y estandarización, lo que hace disminuir la confianza en que los factores ESG puedan gestionar el riesgo de las carteras”, añade Carolina Luis-Bassa, profesora investigadora en la UPF-BSM y autora del estudio

Las personas definidas como “inversores verdes”, como consumidores/as potenciales de PFS dan gran importancia a sus valores sociales y a la ética de sus acciones.  La mayoría no invierte exclusivamente en productos sostenibles o responsables, sino que tiene una cartera mixta en la que la inversión sostenible representa una estrategia más amplia para equilibrar el riesgo y el rendimiento.

Un 42% de quienes invierten como minorista lo hace en fondos de inversión que promueven características medioambientales o sociales (los denominados ‘light green’), mientras que solo el 21% invierte en fondos de inversión con objetivos explícitos de sostenibilidad (‘dark green’). Un 35% de minoristas invierte en acciones de empresas consideradas sostenibles y otro 14% en planes de pensiones con características sostenibles.

Al preguntar por la frecuencia de inversión, un 72 % de las personas confirma que lo hace de forma esporádica, y el 51% manifiesta que este tipo de productos supone entre el 6% y el20 % en su cartera.

Susana Cabada, head of Personal Banking de Triodos Bank España, asegura que “las finanzas sostenibles no son una moda. Es clave que las carteras (entidades bancarias, gestores de activos, fondos de pensiones y entidades aseguradoras) estén alineadas con los objetivos del Acuerdo de París, lo que supone una reducción paulatina de emisiones de gases de efecto invernadero. Por eso se debe fomentar la inversión verdaderamente sostenible y verde y hacer pedagogía para que deje de ser algo complejo para la inversión minorista. Así conseguiremos alejarnos progresivamente de las inversiones “marrones”.

Una opinión compartida por Joaquín Garralda, presidente de Spainsif, para quien “es necesario promover prácticas de financiación e inversión responsables y sostenibles en España, con la finalidad de alcanzar objetivos compartidos en favor del desarrollo sostenible. El sector tiene disponibles las herramientas para ello, pero debemos hacer un acompañamiento desde las instituciones y el regulador para ayudar a las gestoras a adaptarse mejor y más rápido a los cambios que esto supone”.

En lo referente a la comunicación de las características y atributos de los PFS, los resultados constataron que los medios principales de información que se utilizan son el personal de la agencia bancaria y las personas especialistas en asesoría financiera, lo que parece demostrar que la venta directa es el canal principal para la comercialización de este tipo de productos.

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