La magnitud de los desafíos relacionados con el agua derivados del cambio climático es tan importante que requiere la colaboración de todos los actores implicados en la gestión hídrica, con especial acento en la colaboración público-privada. Es la conclusión del XVII Foro de la Economía del Agua, celebrado en Santiago de Chile, en el marco de la IV Expo Agua Santiago. Los expertos coinciden en que esta colaboración requiere contar con una hoja de ruta común, que permita que los esfuerzos de todos se encaminen hacia la misma dirección.
“En España, contamos con una serie de Administraciones que tienen que ver en la gestión del agua de diferentes maneras: las cuencas hidrográficas, las comunidades autónomas, el Estado... Todas ellas deben contar con unos principios reguladores comunes que establezcan el camino a seguir para conseguir un objetivo compartido”, explica Francisco Lombardo, presidente del Foro de la Economía del Agua.
El XVII Foro de la Economía del Agua se ha celebrado en Chile por cuarto año consecutivo. El país andino se encuentra actualmente en el puesto 16 de los países más afectados por el cambio climático, el primero no desértico de la clasificación. Este dato refleja la importancia para Chile de aunar fuerzas para superar los desafíos de la crisis hídrica, contando con la iniciativa privada como un elemento fundamental.
Margarita Ducci, directora ejecutiva de la Red Pacto Global de Chile de Naciones Unidas, avisa que Chile es “un lugar con un alto riesgo de escasez en que debemos apostar por soluciones innovadoras como el reúso de agua, haciendo así una mejor utilización del recurso; por el cuidado de acuíferos y embalses y por que las empresas mejoren su huella hídrica. Este trabajo debe realizarse en una colaboración cada vez más estrecha entre la institucionalidad, las empresas, la academia, las ONG... El cambio climático nos está mostrando que el agua es un recurso finito que debemos cuidar entre todos”.
Esta institucionalidad, aunque dispersa, ha resultado clave para que Chile haya aumentado casi hasta el 100% la cobertura de agua y saneamiento y haya disminuido drásticamente los cortes de agua. Jorge Rivas, superintendente de Servicios Sanitarios del SISS, destaca como una de las razones principales de estas mejoras “la entrada desde finales de los años 90 de la iniciativa privada a la gestión del agua”.
En la actualidad se precisa otro impulso, ya que las previsiones se han transformado de manera radical en los últimos años. “El cambio climático nos ha llegado de manera más rápida y severa de lo que pensábamos”, admite Daniel Tugues, gerente general de Aguas Andinas. “En 2020 nos encontramos con escenarios que esperábamos para 2050 y que han precisado obras de emergencia. Aun así, en Santiago no se ha racionado el agua, ni siquiera en momentos de sequía prolongada, episodios de turbiedad o fenómenos climáticos extremos”, explica.
Ahora, junto a estas medidas de emergencia se están incorporando planes estructurales: proyectos de captación y devolución de aguas en distintas secciones del río Maipo, de robustecimiento de la gestión de acuíferos, soluciones basadas en la naturaleza y proyectos de eficiencia hídrica. “Esta eficiencia se mide en muchos ámbitos; los repartos de agua en la cuenca, en las plantas de producción de agua potable, en la red... Estamos en la senda de mejora del rendimiento y descenso de las pérdidas”, subraya.
El Pacto y Estrategia Nacional por el Agua es, para Carlos Estévez, coordinador del Área Hídrica del Gabinete del Ministerio de Obras Públicas del Gobierno de Chile, “una propuesta valiosa, necesaria y compleja”, que debe “involucrar a personas que no siempre son visibles, contar con tiempos que superan los mandatos presidenciales y una visión a medio y largo plazo”.
Francisco Lombardo destacó además la importancia de acometer una solución holística (el sistema completo se comporta de un modo distinto que la suma de sus partes) de gestión hídrica, ya que “la gran influencia del agua en la economía del país podría llevarnos a buscar soluciones simplistas, pero el agua influye en muchos más ámbitos. No es solo economía o ingeniería, es también cultura”.
Chile ha trabajado los últimos años en diferentes desarrollos normativos que afectan al agua, entre los que destaca la Ley Marco de Cambio Climático, en virtud de la cual se han puesto en marcha los primeros experimentos piloto de gestión de agua por unidad de cuenca. La senadora Isabel Allende considera que “ha llegado el momento en que el gobierno tenga en consideración hacer un gran acuerdo por el agua en el que esté la tecnología, el mundo académico, el sector público... El país tiene que tomar conciencia que no puede seguir con la dispersión en la administración del agua, de ahí la importancia de un pacto nacional”.
Tanto en el Derecho español como el chileno, la participación de la iniciativa privada en la gestión del agua tiene plena cabida. “El agua es un bien común, propiedad y responsabilidad de todos. Luego su protección y su gestión está en manos tanto como del Estado como de los particulares. Este reparto de funciones tiene que estar equilibrado, ya que, si tenemos un exceso de lo público o de lo privado pueden producirse problemas”, advierte Estanislao Arana, director académico del Foro de la Economía del Agua.
Arana aclara que el concepto de bien público no significa gratuidad, ya que hay una serie de costes asociados a su gestión que no se pueden obviar: “Es necesario aplicar el principio de recuperación de costes para garantizar el acceso al agua. No es conveniente para una correcta gestión del agua utilizar la política en los precios, debemos contar lo que vale gestionarla, distribuirla y sobre todo sanearla para devolverla al medio natural en condiciones iguales o mejores a las de origen”, reitera.
Durante el XVII Foro de la Economía del Agua se ha abordado también el contexto global y los desafíos locales en la seguridad hídrica, de la mano de Alex Godoy, director del Centro de Investigación en Sustentabilidad y Gestión Estratégica de Recursos Universidad del Desarrollo ; la innovación tecnológica aplicada a la agricultura, con Luis Baertl, presidente de la Junta de Vigilancia del Rio Maipo; Claudia Barriga, vicepresidenta de Agrotech Chile, y Cynthia Vega, gerenta del Programa Territorial Integrado de la Araucanía Corfo; y el desafío global de la sequía, con Cristina Huidobro, gerente general del Fondo de Agua Santiago Maipo; y Cristián Narváez, Gerente Técnico del CIPP.