Miguel Ángel Valero
“Damos la bienvenida a los que han decidido participar en ese futuro y, por supuesto, agradecemos a los que han recorrido el camino con nosotros, grandes y pequeños, porque supieron ver dónde había que estar”. José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, recibe así, sin citarlos, a los nuevos accionistas, Saudi Telecom Company (STC) y Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que muestran "confianza a largo plazo en la estrategia de la compañía".
En la junta general de accionistas, el presidente, que celebra ocho años al frente de Telefónica (el 19 de abril se producirá el primer centenario desde la fundación de la empresa), defiende su gestión y deja muy claro su compromiso por seguir “avanzando en las mejores prácticas de gobierno corporativo manteniendo a Telefónica como líder en sostenibilidad y diversidad” y, sobre todo, por "crecer y generar valor para nuestros clientes, accionistas, empleados y grupos de interés".
También aprovecha para ratificar los objetivos a tres años formulados en el primer Investor Day de Telefónica en 12 años: el Plan Estratégico GPS plantea crecimientos en ingresos y en beneficio operativo; mejorar un 50% en generación de caja, hasta alcanzar los 3.000 millones€; reducir el endeudamiento hasta un ratio entre 2,5 y 2,2 veces; y destinar al menos 5.100 millones en dividendos, con un pago anual mínimo de 0,30€ por acción en efectivo.
Álvarez-Pallete insiste en reclamar a los reguladores un cambio en la normativa que permita a los operadores de telecomunicaciones competir en igualdad de condiciones.
En el momento de celebrarse la junta, Criteria (el holding industrial del grupo La Caixa) se sitúa como primer accionista, con el 5,007%; superando al STC (4,9%, y pendiente del 'nihil obstat' del Gobierno para llegar al 9,9%), BlackRock (4,98%), BBVA (4.86%). La SEPI supera ya el 3% y también aspira a controlar el 10%, para contrarrestar la participación saudí.
Precisamente la junta reelegía al presidente de Fundación La Caixa y de Criteria, Isidro Fainé, como vicepresidente, consejero y miembro de la Comisión Delegada de Telefónica. Y Álvarez-Pallete tuvo todo un detallazo con él: “Quiero manifestar el orgullo que siento por presidir este consejo de administración, y el orgullo que siento por todos sus integrantes, y de forma muy especial, por el señor Isidro Fainé, que lleva tantos años dedicados a esta casa y del que tanto hemos aprendido”.
Fainé se incorporó al consejo de administración de Telefónica hace 30 años, en 1994, y es el consejero que más tiempo lleva en la compañía. La relación de La Caixa con Telefónica se remonta al año 1987, época en la que Luis Solana presidía la empresa, y la caja de ahorros adquiría el 2,5% de su capital. Posteriormente, el director general y luego presidente, José Vilarasau, entraba en el consejo. Y hasta ahora.
La junta, con una presencia del 62% del capital, también reeligió a José Javier Echenique como vicepresidente, consejero independiente coordinador, miembro de la Delegada, y de las Comisiones de Auditoría y Control (es el presidente), y Nombramientos, Retribuciones y Buen Gobierno; a Peter Löscher como consejero independiente y miembro de la Comisión Delegada, de Nombramientos, Retribuciones y Buen Gobierno (que preside); a Claudia Sender, como consejera independiente y miembro de la Comisión Delegada; a Verónica Pascual, en la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Buen Gobierno; Solange Sobral, como consejera independiente y miembro de la Comisión de Sostenibilidad y Regulación; y a Alejandro Reynal como consejero independiente.
La junta ha votado el pago de un dividendo de 0,30 euros por acción en efectivo, con cargo a los resultados de 2023, y pagadero en dos tramos. El primer desembolso, de 0,15 euros por título, tendrá lugar el 20 de junio, mientras que el segundo pago, por el mismo importe, se llevará a cabo el 19 de diciembre.
Además, dentro de la política de remuneración a los accionistas, la junta ha aprobado la reducción del capital a través de la amortización de 80.296.591 acciones propias, actualmente en autocartera, que representan, aproximadamente, el 1,4%. Esta reducción de capital no supone devolución de aportaciones a los accionistas por ser la propia sociedad la titular de los títulos que se han amortizado.
La junta también dio luz verde, con el 91,5% de los votos, a un plan de incentivos a largo plazo consistente en la entrega de acciones a 730 directivos (incluidos los consejeros ejecutivos) del grupo por un importe máximo de 200 millones€. La votación consultiva sobre el informe anual de remuneraciones registró un 88,4% de votos a favor.