13 Jun
13Jun

Las micro y pequeñas empresas han cambiado sus hábitos a la hora de acudir a las sucursales, son menos estratégicas por culpa de la burocracia financiera, y más de la mitad de ellas no sabe cuánto paga en comisiones bancarias, según el informe Radiografía económica y bancaria de la micro y pequeña empresa en España, elaborado por Qonto en colaboración con Sigma2.

El estudio se centra en las compañías de entre uno y 50 trabajadores con una facturación no superior a los 2 millones€, que constituyen más del 90% del total del sector privado en España. Seis de cada diez pequeñas empresas en España estiman que aumentarán sus ingresos el próximo año y hasta un 30% esperan incrementarlos entre un 10% y 30%.

Sin embargo, las tareas administrativas y los gastos relacionados con la gestión bancaria siguen siendo un lastre. El 52,3% de estas empresas reconocen no saber con exactitud cuánto pagan en comisiones bancarias al año. Es especialmente llamativa la situación en las empresas de reciente creación –menos de tres años de antigüedad– donde el 61% no tiene conocimiento del importe total que pagan.

Entre las micro y pequeñas empresas que sí son conscientes de la cuantía exacta de las comisiones que abonan, el 49% paga hasta 500 euros al año, mientras que en torno al 17% eleva su gasto entre los 1.000 y los 5.000€. En el caso de las empresas de reciente creación, el 85% afirma alcanzar hasta los 5.000€ en comisiones bancarias y el 9% de ellas admite tener un gasto superior a los 10.000€. Una cuantía especialmente elevada considerando los altos costes en los que se incurre en las etapas iniciales de la creación de una empresa. Por su parte, el 10% de las micro y pequeñas empresas en España afirman que no pagan comisiones bancarias.

Las tareas administrativas asociadas a la gestión bancaria ocupan una parte significativa del tiempo y los recursos de los directivos y suponen un hándicap importante para su gestión diaria. En este sentido, tres de cada diez CEO y propietarios reconocen que la burocracia asociada a la gestión bancaria penaliza sus labores más estratégicas. Una circunstancia que se agrava especialmente en el caso de las microempresas – menos de 10 empleados – donde un 20% dedican más de 10 días al mes a este tipo de cuestiones.

El 33% de las micro y pequeñas empresas españolas cuenta con personal administrativo dedicado a estas tareas financieras con el objetivo de aligerar la carga laboral de sus equipos directivos. En cuanto al tiempo que conllevan este tipo de tareas para los equipos administrativos, el 52% dedica entre dos y nueve días al mes y un 31% más de diez.

La relación con los bancos está cambiando

Las micro y pequeñas empresas españolas han dejado patente que ya no requieren de la presencialidad para realizar sus gestiones bancarias. Así lo asegura el 18%: no ha visitado una sucursal en el último año. El 31% solo la han visitado unas pocas veces.

Crear una empresa y hacer las primeras gestiones financieras de forma 100% digital con un banco tradicional es imposible en España. Buena prueba de ello es que las empresas de menos de tres años de vida visitan con más frecuencia las sucursales físicas. Un 40% de ellas declaran hacerlo varias veces al trimestre, frente al 16% de las de más de tres años. 

En cambio, desglosando los datos por el tamaño de la compañía, el 21% de las empresas de 10 a 50 empleados aseguran no haber acudido a su oficina en el último año. Estas cifras certifican que la gestión presencial en las sucursales físicas ha ido perdiendo progresivamente el protagonismo en detrimento de la gestión online.

Sobre los factores determinantes a la hora de elegir una entidad financiera, prioriza la confianza (58%), seguida de la rapidez en la atención al cliente (50%) y las comisiones (46%).

El acceso a la financiación es uno de los factores que más limita el crecimiento de las pequeñas empresas. Las instituciones públicas y privadas conscientes de ello han puesto en marcha una serie de mecanismos y ayudas en los últimos años. Sin embargo,  la implementación de esta serie de beneficios no ha tenido la acogida que se preveía .Solo un 11% afirma haberse beneficiado de algún tipo de ayuda en los últimos tres años. De hecho, menos del 45% conocen el grueso de las principales ayudas públicas y privadas disponibles en España, pero, o bien no las han solicitado, o consideran que no cumplen con los requisitos para acceder a ellas. Entre el abanico de ayudas puestas a su disposición, el Kit Digital y los préstamos ICO son  las más elegidas. Pese a ello, apenas el 26% de las compañías se han beneficiado de ellas.

Por otro lado, las condiciones del mercado están lógicamente dificultando el acceso al crédito. Un 25% de las micro y pequeñas reconocen haber obtenido algún tipo de financiación, mientras que el 73% asegura que no lo han necesitado. Entre las que sí han recurrido, el grueso de las empresas en España sigue por el momento sirviéndose de los métodos más habituales y conocidos como el préstamo (49%), la póliza de crédito (31%) o el leasing (34%). Por el contrario, otras opciones más innovadoras, como el crowdlending o crowdfunding, son todavía minoritarias.

Cada vez existe más conciencia entre este segmento del tejido empresarial de la necesidad de digitalización en los procesos internos. A consecuencia de la irrupción de nuevas tecnologías como la IA, que ya están empezando a marcar la diferencia a nivel de competitividad, las empresas españolas están poniéndose manos a la obra para no quedarse atrás. En líneas generales, la micro y pequeña empresa considera que su nivel de digitalización se sitúa en línea con las demandas de su negocio. Sobre el papel de la tecnología en los procesos financieros y de contabilidad, el 33% de las empresas considera que es alto e incluso, cerca de un 12% lo considera muy alto, especialmente en el caso de las microempresas más nuevas.

La mayoría de las pequeñas empresas están dando pasos adelante y preparándose para la entrada en vigor de la factura electrónica. Cerca del 56% afirman tenerla ya implementada en sus procesos. En este apartado destacan el 67% de las pequeñas empresas (entre 10 y 50 empleados) que aseguran tenerla integrada ya. En cambio, las de nueva creación, si bien son las que están más digitalizadas, aún no tienen tan avanzado este proceso para cumplir con la normativa. Solo un 23 % afirma tener contemplada la integración de la factura electrónica en el corto/medio plazo. En este sentido, el hecho de que la obligatoriedad para los pequeños negocios no esté prevista hasta el año que viene puede ser uno de los factores que explique este atraso.

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