Un estudio de la Fundación Mapfre considera que se subestima el potencial que pueden tener las personas sénior en cuanto a su aportación a un mayor desarrollo económico en términos de PIB per cápita.
Cuanto mayor es la proporción de personas de 65 o más años y mayor es el nivel de PIB per cápita, mayor es también la capacidad de crecimiento del gasto sanitario, un dato que sin duda favorece el desarrollo de los seguros.