Las redes sociales y otros contenidos difundidos en internet están creando un caldo de cultivo, especialmente entre los jóvenes, para la proliferación de actitudes y comportamientos machistas y contribuyendo a que este colectivo sea más tolerante ante la violencia machista. Una problemática que podría atajarse ejerciendo un mayor control y limitando el tiempo y el acceso a la navegación de los menores de edad. Así lo considera más del 70% de la población, según el V Macroestudio de violencia de género “Tolerancia Cero”, realizado por la Fundación Mutua Madrileña y Antena 3 Noticias, dentro de su iniciativa de sensibilización “Contra el maltrato, tolerancia cero” y difundido coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora este lunes, 25 de noviembre.
El 70% de los españoles está a favor de instalar el control parental en los dispositivos de navegación, un porcentaje que disminuye al 47% entre los jóvenes de 16 a 21 años y sube al 83% entre los mayores de 55 años. Además, un 78% está a favor del pasaporte digital y lo ve como una medida eficaz para que los menores no tengan acceso al porno.
Precisamente, entre los motivos que pueden explicar por qué entre los jóvenes parece haber una mayor permisividad ante la violencia de género, un 57% cree que es por el fácil acceso de los menores a contenidos sexuales que distorsionan la realidad y un 49% lo achacan a las redes sociales y los mensajes de internet.
Sobre las medidas que pueden resultar más efectivas para que los jóvenes tuvieran una mayor sensibilización hacia la violencia machista, un 51% se decanta por crear una asignatura o incluir contenidos especiales en los temarios de educación, seguida de limitar el tiempo diario de navegación en redes sociales para los menores (41%), de retrasar el acceso al móvil entre los niños (41%) y de prohibir el acceso de los menores a los móviles en los colegios (27%).
Hasta un 85% opina que las nuevas tecnologías pueden ser una herramienta para controlar, coaccionar y amenazar a las víctimas, sobre todo entre los jóvenes. Entre las mujeres, la cifra asciende al 88%, mientras que esta percepción disminuye al 82% entre los jóvenes de 16 a 21 frente al 87% del colectivo de 22 a 34 años.
En general, el 91% considera que las redes sociales y contenidos de internet han contribuido a que haya nuevas formas de violencia machista, siendo los hombres jóvenes los que lo piensan en menor medida (87%).
El macroestudio recoge también que el 70% cree que determinados tipos de música juveniles contribuyen a consolidar actitudes machistas entre los jóvenes y estigmatizan a las mujeres. Este porcentaje baja al 59% entre los jóvenes de 16 a 21 años y al 49% entre los de 16 a 18 años, mientras que sube al 78% en el colectivo de 35-54 años.
Los menores de 18 años, los más permisivos ante la violencia machista
Entre los indicadores del macroestudio que constatan una mayor tolerancia ante la violencia de género por parte de los jóvenes se encuentra que uno de cada tres jóvenes (32%) de entre 16 y 18 años no considera que controlar el móvil o las redes a la pareja sea violencia de género. Este grupo aumenta en todos los porcentajes respecto a lo que no es violencia machista, de modo que un 16% cree que no lo es empujar o golpear a la pareja tras una discusión, un 37% no considera que lo sea el control de horarios, un 23% tampoco ve que lo sea el menosprecio ante familia y amigos, un 22% descarta que sea violencia de género controlar la forma de vestir, un 41% no considera que sea el control económico y para un 42% tampoco es violencia de género el hecho de dificultar para trabajar o estudiar
También crece el número de mujeres que conoce un caso de violencia machista en su entorno. Desde que hace cinco años se empezó a llevar a cabo esta encuesta ha crecido en cuatro puntos el porcentaje, pasando del 52 al 56%. Más de la mitad de las mujeres conocen a otra que sufre maltrato. Llama la atención que, con respecto a 2023, el porcentaje ha crecido en 3 puntos (53%), lo que puede indicar una tendencia a un mayor afloramiento de este tipo de situaciones que, tradicionalmente, no han trascendido de la intimidad del hogar hasta que ha sido demasiado tarde.
En general, un 48% de la población conoce algún caso de violencia machista cercano. Entre los hombres este porcentaje se sitúa en un 38%. Pero no solo es que los tengan en su entorno, también aumentan los porcentajes de mujeres y hombres que consideran que hay más casos que antes. El número de mujeres que piensa que hay más casos crece en 7 puntos con respecto a 2020 y se sitúa en el 48%. El número de hombres que lo piensa (41%) también aumenta, aunque en menor medida (6 puntos más que en 2020). También aumenta en estos años el porcentaje de personas a las que la violencia machista les parece algo inaceptable (67%), lo que supone 4 puntos más que en 2020.
Con respecto a las conclusiones de aquel primer macroestudio de hace cinco años, son otras las cuestiones que también reflejan un cambio de pensamiento o de forma de actuar de la sociedad en su conjunto con respecto a la lacra de la violencia machista. Por ejemplo, en la conciencia de denuncia. Un 76% de la población llamaría a la policía, lo que supone 4 puntos más que en 2020. Sin embargo, el miedo sigue siendo la causa principal para no denunciar al agresor. Un 82% de ellas de las mujeres así lo piensa (4 puntos más que en 2020) y para los mayores de 55, la dependencia económica.
Los jóvenes son percibidos como el grupo de mayor vulnerabilidad a la violencia machista, seguido de las personas con bajo nivel educativo o adquisitivo y con nacionalidad extranjera. Creciendo estas percepciones entre 10 y 20 puntos desde 2020.
Para la población española, la causa principal de esta violencia es el machismo (48%), seguida de la educación (24%), en porcentajes muy similares a lo largo de estos cinco años. Manipuladores (73%, +9% frente a 2020), dominantes y agresivos (68%, +3 p.p. con respecto a 2020) son las principales características que la población atribuye a los agresores. En un segundo escalón se apuntan a los problemas de alcohol y drogas, junto a la baja autoestima.
La orden de alejamiento (64%), junto con el teléfono de denuncia 016 (60%) y la ayuda psicológica (57%) son las tres medidas más conocidas tanto para hombres como para mujeres. Estas tres medidas han sido durante los últimos años las más eficaces, pero ha ido perdiendo peso la ayuda psicológica en favor de la orden de alejamiento, sufriendo unas variaciones del +21%, +5% y +15, respectivamente, con relación a 2020.
En cuanto a las principales soluciones que pueden atajar el problema, un 51% cree que debería castigarse con medidas más duras, porcentaje que aumenta ligeramente entre los jóvenes de 16 a 21 años (56%), educar en igualdad (46%), mejorar la prevención (37%) y reforzar las ayudas a las mujeres agredidas (33%).