13 Oct
13Oct

Miguel Ángel Valero

¿Otro libro de historia de la banca?, ¿De nuevo la historia del dinero? El lector puede preguntarse esto ante "Historia de la banca y el dinero", de Marcos López Herrador, editado por Almuzara y con 256 páginas. La respuesta es sí, otro libro que analiza la historia de la banca y del dinero, pero no uno cualquiera. Porque esta obra parte de una evidencia: la "vaga idea" que tiene el ciudadano sobre un mecanismo que es esencial en un sistema económico pese a que determina la prosperidad y la capacidad de éste para acceder al reparto de la riqueza y a la propiedad.

La banca y el dinero son, por tanto, conceptos básicos, esenciales y necesarios para comprender las reglas básicas de la economía. Por eso el dinero, la banca, son tan antiguos como la humanidad civilizada. Hay indicios de su existencia en el tercer milenio antes de Cristo. El trueque nace mucho antes que la escritura. 

El autor, divulgador con cuatro libros sobre la Roma clásica, tres sobre las élites y los poderosos, uno sobre las ideas contemporáneas, otro sobre el Imperio español, y con una obra sobre Mary Bell, la niña asesina, defiende que la aparición del dinero es comparable en la evolución humana al desarrollo del cultivo de la tierra, la domesticación de los animales, o el desarrollo de los instrumentos que permiten el control del poder.

Llama la atención el foco que pone Marcos López Herrador en el nacimiento de la banca ligado a los dioses, a través de sus representantes, los sacerdotes. Es un ejercicio de fe que se produce en los templos, y que hace referencia al origen sagrado del dinero. Curiosamente, el primer servicio no fue el crédito (basado en un acto de fe en la capacidad de pago del deudor)  sino la seguridad (otro ejercicio de fe en la fortaleza de los templos, destinatarios de los depósitos de sus fieles, junto a los donativos).

El Código de Hammurabi (1728-1686 aC) y sus 282 leyes permiten descubrir que entonces se financiaban los frutos con tipos del 33%, y los metales y la plata, entre el 10% y el 20%. También se desvela la contabilidad muy minuciosa que requería la banca y el dinero.

El Partenón en la Atenas del siglo VIII aC, y otros templos en la Grecia clásica se dedicaron al noble arte de la banca, muy centrado en el crédito a largo plazo a las ciudades.

El uso de los metales como dinero está comprobado en el siglo II aC, en el caso de China, en el siglo X. Las monedas surgen en la segunda mitad del siglo VII. En el año 264 aC se produce la acuñación de moneda en Roma, con el denario, que da nombre al dinero.

Es importante, de hecho lo repite varias veces a lo largo de la obra, la idea de que el dinero vale en función de "aquello para lo que se puede intercambiar". Y también el concepto de que "el dinero realmente nace del crédito bancario", de la relación entre el depósito (un acto de confianza en la solidez del banco) y el crédito (un ejercicio de fe).

Los argentarii romanos son los primeros banqueros profesionales. Por cierto, que fue el emperador Augusto quien adopta el patrón oro. Y bajo otro emperador, Nerón, se produce la primera devaluación. 

La usura se extiende de tal manera que en el año 325 el Concilio de Nice prohíbe a los sacerdores dar préstamos con intereses. Y los judíos crean el empeño, el crédito prendiario, tan extendido por los Montes de Piedad.

La financiación de las Cruzadas y otras operaciones hacen que los lombardos creen en el siglo X la banca tal y como la conocemos. Los templarios innovan con lo que actualmente es la letra de cambio. También emergen los florentinos, la Banca de Venecia, y los Médici, los primeros que desde el cambio de moneda desarrollan la diversificación de actividades.

Marcos López Herrador defiende que el desarrollo económico inglés nace con un acto de piratería: la captura del barco español Nuestra Señora de la Concepción genera un beneficio de 50 libras por cada una invertida.

En 1602 aparece la primera corporación de la historia: la Compañía Holandesa de Indias Orientales. Pocos años después el Wisselbank (actual Banco de Ámsterdam) es el primer banco central moderno, el primero con monopolio para la emisión de papel moneda en Europa.

En 1666, tras los pavorosos incendios que sufre Londres, aparecen los primeros seguros. En 1710, la primera aseguradora. Y un fondo asegurador creado por los clérigos escoceses Robert Wallace y Alexander Webster es el primero que se basa en principios actuariales, modelo para los planes de pensiones y seguros de Vida.

En 1709 el Banco de Inglaterra, creado en 1656, es el único de Gran Bretaña que logra permiso para ser sociedad anónima. Pero en 17809 ya había en el país más de un centenar de bancos privados.

Descubrimos, gracias a esta obra, que para financiar la independencia de las Treces Colonias británicas en América del Norte, en Francia se ofrecen rentas vitalicias transferibles que ofrecían rentabilidades entre el 8% y el 18%.

En 1810 nace la primera caja de ahorros, fundada por el reverendo escocés Henry Duncan para evitar que sus parroquianos más pobres cayeran en manos de los bancos privados. 

Y que en España la excesiva concentración en la financiación de la red de ferrocarriles provoca la crisis de 1866. En 1874 solo quedaban cuatro sociedades de crédito.

En 1890 se produce el primer rescate financiero internacional, impulsado por el Banco de Inglaterra para evitar la suspensión de pagos del Banco Baring Brothers, atrapado en bonos inmobiliarios de Argentina.

También comprendemos, gracias a "Historia de la banca y el dinero", cómo la rentabilidad de una hipoteca no está en el cobro de los intereses, sino en las comisiones y en la venta cruzada de productos y servicios (domiciliación de la nómina y de los recibos, seguros, planes de pensiones, tarjetas, fondos de inversión, entre otros).

Pero hay que insistir en que quien entrega un producto sin recibir nada a cambio tiene fe, cree (de donde viene el término crédito) que se cumplirá con el pago comprometido. En ese sentido, el dinero no deja de ser una forma evolucionada del trueque, uno de los distintivos del ser humano, ya que "no es más que un compromiso de pago".

Y en que el dinero "puede crearse de la nada", pero que "inmediatamente" se generará inflación, por lo que "perderá valor"


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