La familia Molina, formada por el padre, la madre y cinco hijas, abandona su Valencia natal para ir a Barcelona, al barrio de Sants, donde un hermano del padre, el tío Miguel, ya se encuentra instalado desde hace tiempo. Es la propuesta de Tània Juste en 'Las chicas del barrio', que edita Espasa.
El padre trabaja en la España Industrial y la madre hace de cosedora para un sastre cercano. Las cinco hijas, Julia, Pilar, Carmen, Ángeles y la pequeña Lola, van creciendo plenamente integradas en el barrio. Desde allí les tocará vivir grandes acontecimientos históricos, como el advenimiento de la República, el estallido de la guerra, los bombardeos y el hambre de la posguerra, pero también los amores y los desamores propios de la edad, los esperados bailes de Fiesta Mayor, los estrenos de cine y la vida asociativa.
Una familia, cinco hijas y un país en cambio: la emotiva historia de los Molina desde sus raíces valencianas hasta su nueva vida en Barcelona en medio de la agitada historia del siglo XX. Sueños y aspiraciones se dan cita entre las penurias de una época convulsa que pondrá a prueba la familia y sus lazos afectivos. Cinco chicas de barrio que, como tantas otras, se convertirán en heroínas cotidianas de su tiempo. Un fresco magnífico al más puro estilo de Mujercitas, de Louisa May Alcott, pero en la Barcelona del siglo XX.
Las chicas del barrio sigue la vida de las mujeres de la familia Molina a lo largo de varias décadas en España, enfocándose principalmente en las experiencias y desafíos que enfrentan las cinco hermanas desde principios del siglo XX. La historia comienza en un entorno rural en Valencia, donde las niñas crecen en una masía, y se centra inicialmente en los recuerdos de Julia, la primogénita, sobre el nacimiento de su hermana más pequeña, Lola, en la Navidad de 1915. Este evento marca un punto de inflexión en sus vidas, impulsando una serie de cambios que afectarán a toda la familia. Gregorio, el padre, decide dejar atrás la vida rural y mudarse a Barcelona, buscando mejores oportunidades tras la decepción del padre por no haber tenido un hijo varón que herede la tierra y alentado por los ánimos de su hermano Miguel, que ya emprendió ese mismo camino años atrás.
La mudanza representa un cambio significativo en la vida de las hermanas, que deben adaptarse a la vida urbana en el barrio de Sants. A través de las experiencias de Julia y sus hermanas, la novela explora las dinámicas familiares, el papel de la mujer en la sociedad, y las dificultades económicas que obligan a las mujeres jóvenes a abandonar sus estudios e incorporarse a la vida laboral desde una edad temprana, veda que abre Julia, la mayor, cuando empieza a trabajar en la España Industrial, fábrica textil en la que trabaja el tío Miguel primero y Gregorio, el padre, después, y que será un enclave crucial para el desarrollo de la trama. La novela pone de relieve las relaciones entre los miembros de la familia y su entorno, mostrando cómo las mujeres luchan por su dignidad, su esperanza y sus objetivos propios, en el marco de un contexto histórico convulso y complejo.
A medida que la historia avanza, vemos cómo cada hermana desarrolla su propio camino, enfrentando diferentes retos y oportunidades. La novela refleja el crecimiento personal de las protagonistas, sus sueños y frustraciones, y su resiliencia ante las adversidades. Es un retrato íntimo de la vida de una familia que representa a muchas otras en una España en transformación, marcada por el cambio social y económico.