La evidencia científica estima que entre el 5% y el 10% de la población puede padecer un trastorno de estrés postraumático (TEPT) a lo largo de la vida. Como apunta el doctor Daniel Fernández Faber, jefe de la Unidad de Psicotrauma del Hospital Central de la Defensa (HCD) Gómez Ulla de Madrid, la mayoría de las personas expuestas a un acontecimiento potencialmente traumático -como una guerra o un desastre natural- no desarrollarán un trastorno de estrés postraumático. De hecho, según el psiquiatra, se estima que entre la población expuesta a desastres naturales, solo alrededor del 5% desarrollará este trastorno.
Pero el doctor Cecilio Álamo, catedrático de Farmacología de la Universidad de Alcalá (UAH), destaca que el TEPT es la enfermedad mental “más grave e incapacitante” que puede producirse tras la exposición a un evento traumático.
Los dos expertos han participado esta mañana en la mesa redonda ‘Avances en psicotrauma’, dentro de las IV Jornadas Cívico-Militares de Psiquiatría y Salud Mental, ‘El psicotrauma ante conflictos bélicos y catástrofes’, organizadas por el Ministerio de Defensa, la Sociedad Española de Psiquiatría Clínica (SEPC) y el Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del HCD.
El doctor Álamo subraya que los síntomas de TEPT suelen ser inmediatos, pero en ocasiones pueden aparecer meses o años después e, incluso, pueden ir apareciendo y desapareciendo durante muchos años. Aunque estos síntomas no se presentan por igual en todos los pacientes, uno “muy habitual y probablemente el más importante” es que el paciente reviva la situación traumática con el mismo miedo y horror que cuando sucedió el evento, lo que se conoce como un flashback. “El individuo que padece TEPT está 'condenado a revivir el acontecimiento traumático una y otra vez, y, sin tratamiento, el trastorno suele evolucionar hacia la cronicidad pudiendo aparecer además patologías asociadas como el abuso de sustancias, la depresión, intentos de suicidio o trastornos somatomorfos”, añade el doctor Fernández Faber.
Los principales tratamientos para el trastorno de estrés postraumático son la psicoterapia y la farmacoterapia. Por lo que respecta a los fármacos, el doctor Cecilio Álamo explicad que las bases del tratamiento se centran, desde hace algunas décadas, en los antidepresivos. “Por fortuna tenemos cada vez más antidepresivos con mejor margen terapéutico que han ganado, más que en eficacia, en tolerabilidad y seguridad”, afirma. Entre ellos, el uso de los Inhibidores de la recaptación de serotonina, los denominados ISRS, entre los cuales la sertralina y paroxetina tienen una indicación oficial; así como la utilización de la mirtazapina y los inhibidores de la recaptación de la noradrenalina y serotonina como la venlafaxina.
“Los antidepresivos tienen una eficacia moderada, aunque en general son bien tolerados. Deben emplearse en los cuadros más graves en los que la psicoterapia es insuficiente”, ha informado el psiquiatra, que ha destacado también la importancia de abordar farmacológicamente los trastornos del sueño, especialmente las pesadillas relacionadas con el trauma, que son muy frecuentes y alteran la vida de los pacientes con TEPT: “El tratamiento con prazosin mejora las pesadillas en algunos pacientes y probablemente sea el fármaco más eficaz en este aspecto, aunque algunos pacientes no respondan a este tratamiento”.
Las limitaciones del tratamiento farmacológico han provocado que autoridades regulatorias como la FDA norteamericana o la administración australiana, hayan autorizado la investigación clínica con agentes psicodélicos, como el MDMA y la psilocibina, o con disociativos como la ketamina, para el tratamiento del TEPT. “Cualquier avance científico, biológico, psicológico o social que pueda beneficiar a los pacientes con TEPT será bienvenido”, ha señalado el experto, que no obstante ha alertado de la tendencia a utilizar fármacos cuya eficacia no ha sido demostrada en el TEPT: “Me consta que se hace con la buena intención de aportar algo al paciente, para que este no se sienta abandonado, pero mi opinión en este sentido es que debemos saber que existen fármacos que se han empleado con esta finalidad que han demostrado su ineficacia y que además pueden provocar efectos adversos. En este sentido cabe destacar el abuso que se realiza en nuestro medio de las benzodiazepinas y que afecta también al tratamiento del TEPT, cuando la mayoría de los trabajos al respecto indican que las benzodiazepinas carecen de eficacia en el TEPT y potencialmente pueden provocar dependencia, por lo que su uso rutinario debe corregirse”.
El National Institute for Health and Care Excellence (NICE) del Reino Unido y la OMS no recomiendan ningún fármaco como tratamiento de primera línea del TEPT, algo que sí aconsejan, junto a la psicoterapia, tanto el Departamento de Asuntos de los Veteranos de Estados Unidos como la Asociación de Psiquiatría Americana (APA). En ese sentido, según el doctor Daniel Fernández Faber, la evidencia científica sugiere que las psicoterapias, sobre todo aquellas Centradas en el Trauma, “presentan cierta ventaja” frente al tratamiento exclusivo con psicofármacos. Entre esas Terapias Centradas en el Trauma, el psiquiatra ha destacado, como terapias con mayor evidencia científica, la Terapia de procesamiento cognitivo, la Terapia de Exposición prolongada y la terapia EMDR (de inglés: Eye Movement Desensitization and Reprocessing). “Todas ellas tienen elementos comunes como la restructuración cognitiva, entiéndase por esto la corrección de pensamientos distorsionados provenientes de la repercusión del trauma en la psique, y la exposición controlada a situaciones asociadas o recordatorios del acontecimiento traumático”, ha apuntado el experto.
En la Unidad de Psicotrauma del Hospital Central de la Defensa (HCD) Gómez Ulla de Madrid también se utilizan otras psicoterapias más modernas y experimentales como ART (Accelerated Resolution Therapy) y CMI (Critical Memory Integration). Según Fernández Faber, entre las ventajas del uso de estas terapias Centradas en el Trauma figuran unas menores tasas de abandono, una duración más breve en cuanto a número de sesiones, el hecho de que se puedan aplicar directamente en zona de operaciones y que el paciente suela presentar mejoría desde la primera sesión.
“Lo que buscamos desde la Unidad de Psicotrauma es la aplicación de un protocolo terapéutico en el que el paciente presente mejoría desde la primera sesión y que resuelva su cuadro sintomatológico lo antes posible. Respecto a esto último cabe decir que hemos tenido pacientes que han resuelto su cuadro sintomatológico tras una sola sesión de psicoterapia de hora y media”, resalta.
Fundación Mapfre
Fundación Mapfre destinará más de un millón€ para ayudar a los colectivos más vulnerables que han sido afectados por las inundaciones. Hasta el momento, la entidad ha recaudado 120.000€ de empleados y colaboradores de Mapfre, así como de empresas, como Michelín, y de la sociedad en general, que se suman a los 900.000€ procedentes de un fondo que ha aprobado para esta situación de emergencia.
El 100% de la cantidad recaudada se está distribuyendo entre diversas entidades sociales, como Caritas Valencia, World Vision, Fundación Altius, Fundación Secretariado Gitano, Casa Caridad y Fundación Mensajeros de la Paz, que trabajan sobre el terreno y que desde el primer momento han repartido bienes de primera necesidad para las personas más perjudicadas y con mayor grado de necesidad. Fundación Mapfre también está en contacto permanente con distintos organismos sociales para identificar otras necesidades urgentes y poner en marcha otro tipo de acciones.
Fundación Mapfre recuerda la importancia que tiene la colaboración económica de los ciudadanos para ayudar a los afectados, especialmente ante las dificultades de acceso que aún existen en las zonas más dañadas. El plazo para realizar donaciones a través de Fundación Mapfre sigue abierto hasta el 20 de noviembre mediante este link: https://www.fundacionmapfre.org/blog/dona-y-ayuda-afectados-dana-espana/