De acuerdo con el último Barómetro de Prácticas de Pago difundido por Crédito y Caución, el 48% de todas las facturas emitidas por las empresas mexicanas en su comercio B2B (entre compañías) entran en situación de morosidad y un 6% adicional, dos puntos más que hace un año, termina como deudas incobrables.
Las principales razones para estas situaciones de impago son los problemas de liquidez del cliente, junto con las disputas comerciales y las ineficiencias administrativas. De acuerdo con las conclusiones del estudio, las facturas en México se pagan con un retraso medio de 38 días desde la fecha de vencimiento.
Para mitigar el impacto de estos retrasos, más de un tercio de las empresas mexicanas están retrasando los pagos a sus propios proveedores. El 73% de las empresas gestiona de forma interna el riesgo de crédito de los clientes y el 59% ha incrementado los recursos que dedica a mantener la eficiencia del cobro de deudas y la estabilidad de los periodos medios de cobro.
La confianza empresarial acusa en México la desaceleración de Estados Unidos. La industria automovilística mexicana es especialmente pesimista y prevé una tendencia al alza de las insolvencias. Esto se ve agravado por las perspectivas negativas a medio plazo de la economía mundial y la creciente cautela de los consumidores.
Las amenazas a la ciberseguridad, el impacto de las regulaciones medioambientales y las posibles limitaciones del crédito financiero también amenazan el desempeño de las compañías.
No obstante, el 51% del tejido empresarial mexicano espera una mejora en las prácticas de pago de sus clientes en 2025, muy por encima del 9% que espera un deterioro.