Miguel Ángel Valero
Jorge Borbón, analista de Ibercaja Gestión, ve al electorado de EEUU "profundamente dividido, caracterizado por opiniones polarizadas y encuestas ajustadas", lo que provocará "un resultado electoral potencialmente polémico". Esta división no solo complica el proceso electoral, sino que también crea una incertidumbre significativa sobre cómo reaccionarán los mercados. La creciente dependencia de los sistemas de votación por correo puede prolongar el proceso de conteo, oscureciendo aún más el panorama político. Esta incertidumbre se ve agravada por la posibilidad de reclamaciones en las votaciones a través de demandas y procesos legales, lo que podría llevar a una mayor volatilidad del mercado. Los inversores se ven atrapados lidiando con las implicaciones de estas incertidumbres, mientras intentan predecir el comportamiento del mercado en respuesta a los diferentes resultados electorales.
Actualmente, Trump lidera las encuestas en Polymarket. Sin embargo, hay cuatro escenarios que valorar:
La respuesta del mercado al resultado de las elecciones también estará influenciada por los cambios de las políticas fiscales de cada partido. Se espera que una victoria republicana, particularmente bajo Trump, favorezca a ciertos sectores debido a las políticas fiscales acomodaticias y la eliminación de determinadas regulaciones. Los sectores clave que pueden beneficiarse incluyen:
En el mercado de deuda soberana, una victoria demócrata parcial podría llevar a menores tipos de interés debido a la incertidumbre y crecimiento económico más lento. Sin embargo, una victoria republicana, con políticas fiscalmente expansivas, podría aumentar los tipos debido a las expectativas de una mayor inflación y las tensiones geopolíticas.
El resultado de las elecciones tendrá un impacto significativo en el dólar. Una victoria republicana, con control tanto de la presidencia como del Congreso, se espera que fortalezca el dólar debido a la expansión fiscal. Una victoria demócrata total podría tener implicaciones mixtas, con posibles restricciones fiscales compensadas por el apoyo a la independencia de la Reserva Federal. Un gobierno dividido tendría efectos limitados, pero una presidencia de Kamala con un Congreso dividido podría ser negativa para el dólar por la incertidumbre política.
"En última instancia, la capacidad de los mercados para navegar estas complejidades dependerá de la claridad de la dirección política y de la capacidad de respuesta de la Reserva Federal ante las condiciones económicas", concluye el experto de Ibercaja Gestión.
Evli: Trump generará más volatilidad en Bolsa
La gestora nórdica Evli cree que el resultado de las elecciones presidenciales en EEUU podría tener un mayor impacto en los mercados de renta variable que en los de renta fija. Una victoria de Donald Trump podría suponer un aumento de la volatilidad en renta variable, y una mejoría de los beneficios para las empresas norteamericanas, dada su política proteccionista, y partidaria de bajar el impuesto de sociedades. La victoria de Kamala Harris supondría, por el contrario, tanto una caída de los beneficios empresariales como una menor volatilidad en el mercado bursátil, según Evli.
En el mercado de renta fija, el impacto no sería tan relevante porque, según Evli, “la deuda pública EEUU no tiene alternativa en el horizonte”, a pesar de que el ratio deuda/PIB ya supera el 120%, con la TIR del bono a 10 años por debajo del 4%. Esto quiere decir que los mercados ya no castigan un endeudamiento excesivo, por lo que con cualquiera de los dos candidatos que gane, no cambiará el escenario en renta fija.
Valtteri Ahti, Estratega Jefe de Evli, comenta que “los mercados siguen de cerca las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en EEUU, que se presentan muy reñidas”. Históricamente, “las Bolsas tienden a caer en las últimas tres semanas antes de las elecciones, especialmente cuando se prevén reñidas como en esta ocasión. Después, los mercados suben, independientemente de quién gane”, explica.
Sin embargo, la gestora cree que no da igual quién sea el ganador de las elecciones. Durante el anterior mandato de Donald Trump, los impuestos de sociedades se redujeron significativamente, un escenario que compensó los efectos de la guerra comercial con otros países. Una política proteccionista que “se ha convertido en un rasgo permanente del mapa de la política exterior estadounidense, y se ha mantenido por parte de la administración de Joe Biden”, en opinión de Valtteri Ahti. Porque, a pesar de la polarización política, “el sentimiento antichino es quizá la última cuestión en la que coinciden ambos partidos”, confirma Valtteri Ahti.
El proteccionismo y los impuestos de sociedades podrían ser “los canales a través de los cuales, se aterrice el impacto en los mercados del resultado de las elecciones de 2024”, según este experto de Evli. En caso de victoria de Trump, su política proteccionista y de guerra comercial, podría perjudicar tanto a las empresas de los mercados emergentes, como a las europeas, así como a multinacionales norteamericanas, que sufrirían el contraataque de las europeas. La victoria de Kamala Harris aumentaría el impuesto de sociedades, lo que afectaría negativamente a todas las empresas norteamericanas.
Calibrar el impacto real tanto de las bajadas del impuesto de sociedades como de la subida de aranceles, es relativo. Porque el impuesto de sociedades puede mantenerse o reducirse hasta cero, pero no hay límite para la subida de los aranceles. Así, las bajadas del impuesto de sociedades podrían impulsar los beneficios de las empresas y, por tanto, también las acciones cotizadas. La subida de aranceles, a menos que sea extrema, provocaría que los consumidores sustituyeran las compras de bienes a empresas extranjeras, por compras a empresas locales. Esto podría ser perjudicial, pero no influiría negativamente en el crecimiento, tal y como ya sucedió durante el primer mandato de Trump.
Por lo que lo más probable, según Valtteri Ahti, es que “si gana Trump, los beneficios empresariales aumenten, pero sus medidas en política exterior podrían suponer mayor volatilidad. La victoria de Trump impulsaría la rentabilidad de las acciones, pero también la volatilidad. La victoria de Kamala Harris reduciría tanto los beneficios empresariales, como la volatilidad”.
A pesar de la fuerte subida del endeudamiento en EEUU, donde el ratio deuda/PIB ya supera el 120%, esto no cambiará de forma significativa en ninguno de los dos escenarios (victoria de Trump o de Kamala Harris), según el experto de Evli. En 2007, la ratio deuda/PIB en EEUU superaba el 60%. En la actualidad, el endeudamiento se concentra en el sector público, porque tanto los hogares como las empresas han desapalancado sus balances.
La subida de la deuda debería ser preocupante para EEUU, dado el progresivo envejecimiento de la población. Por tanto, es clave conocer cómo reaccionarán los mercados de renta fija ante una carga creciente de endeudamiento.
Según Valtteri Ahtii, “los mercados no sólo se fijan en el tamaño de la deuda; el crecimiento económico aporta los ingresos para financiar la deuda, algo que es importante para los mercados. Y también son claves, la política y las decisiones que tomen los políticos”.
Un ejemplo. La Primera Ministra del Reino Unido, Liz Truss, tuvo que dimitir cuando los rendimientos del mercado de bonos se dispararon en respuesta a sus medidas fiscalmente irresponsables. En aquel momento, la ratio deuda/PIB de UK estaba algo por debajo del 90%, mucho menos que en EEUU en la actualidad.
Hay otros precedentes de la reacción del mercado de bonos a políticas fiscales incorrectas. A principios de los 90, el tipo de interés a diez años subió del 5% al 8% durante el gobierno de Bill Clinton, con la ratio deuda/PIB en un 60%, y Clinton terminó equilibrando el presupuesto. En la actualidad, la deuda/PIB supera el 120%, y el tipo de interés del bono a 10 años ha caído por debajo del 4%. Según el experto de Evli, los antiguos responsables del Partido Republicano eran considerados “halcones”, por su política de limitar el endeudamiento público. A pesar de ello, la administración Reagan cayó en una “borrachera de deuda”. Actualmente, no existen prácticamente “halcones fiscales” en el partido de Donald Trump.
La razón por la que los mercados de bonos se muestran indiferentes ante la imprudencia fiscal en EEUU es simple, según Valtteri Ahti: “ya no existe una alternativa viable a los bonos del Tesoro en EEUU”.
A principios de la década de 1990, “Europa no había mostrado todavía su esclerosis económica, China era un milagro de crecimiento, y Estados Unidos tenía una competencia real. En la actualidad, China se encuentra en medio de una implosión inmobiliaria, y Europa ha sido eclipsada económicamente por EE.UU. desde hace 30 años”. Por tanto, “no hay alternativa económica a Estados Unidos en el horizonte” concluye el Estratega Jefe de Evli.