Según el 40% de los profesionales del asesoramiento financiero, lo que más les preocupa a sus clientes son los riesgos geopolíticos, la situación de los mercados y el impacto en sus inversiones (30%) y la inflación (23%). Este contexto de inestabilidad hace que, tal y como afirma el 46% de los profesionales encuestados, el perfil de los inversores se haya vuelto más conservador en el último año, invirtiendo en productos de menor riesgo por su preocupación por preservar el capital, según una investigación de EFPA España.
El contexto actual marcado por la inestabilidad ha hecho que los ahorradores antepongan la seguridad sobre la rentabilidad de sus inversiones. Así lo afirma el 49% de los asesores, que reconocen que la fiscalidad de los productos es un factor que menos interesa a los inversores.
Respecto a la composición de las carteras de los clientes, el 70% de los profesionales señala que los particulares cada vez contratan más productos de renta fija ante la mejora de la rentabilidad experimentada. Al ser consultados por qué tipo de vehículos alternativos son los que más interés despiertan entre los inversores, el 54% señala que son los inmuebles, seguidos del private equity (23%) y de los criptoactivos (15%).
El grado de interés de los ahorradores españoles por el asesoramiento financiero se sitúa en un 3,29 sobre 5, lo que refleja un leve aumento con respecto al año anterior (3,11). Un 40% señala que el grado de interés de los clientes por el asesoramiento financiero es alto o muy alto. Además, uno de cada cuatro asesores (25%) considera que durante el último año ha habido un aumento notable de la confianza que los clientes depositan en los profesionales. Y otro 50% afirma que el inversor se deja aconsejar más que antes, pero, además, se interesa por conocer los productos financieros y estudiarlos por sus propios medios. En este sentido, el 56% de los asesores financieros aprecia un mayor nivel de conocimiento de la situación económica y financiera de sus clientes en los últimos meses. Y es que, para más de la mitad de los profesionales (52%), situaciones de incertidumbre sostenida como la que vivimos en la actualidad hacen que el cliente se interese más por conocer las consecuencias macroeconómicas de las crisis y cómo éstas pueden afectar a sus inversiones.
Respecto a los principales retos a los que se enfrenta el sector, el 32% señala que radican en lograr que los clientes perciban el valor añadido que la inteligencia artificial (IA) ofrece al asesoramiento financiero, un 30% cree que es la formación continua para mantenerse al día de todas las novedades sobre productos y mercados y un 20% considera que lo es la dificultad para diseñar estrategias de inversión que logren compensar la pérdida de poder adquisitivo que provoca la inflación.
El 71% de los asesores financieros cree que la IA va a ayudarles a realizar un análisis más preciso y adaptar las estrategias de inversión más rápido y considera que puede ahorrarles trabajo de investigación y lectura de información, pero no va a afectar a su labor. Un 16% considera que puede poner en peligro o incluso hacer desaparecer su trabajo. Entre las principales demandas de los profesionales sobre esta temática, se encuentra la necesidad de formación específica sobre herramientas a su disposición y cómo aplicarlas (49%), así como más formación sobre todos los temas relacionados con la IA (25%).