Miguel Ángel Valero
El Grupo Bankinter compensa la caída de los tipos de interés con crecimientos en los volúmenes de negocio, tanto en inversión crediticia como en recursos de clientes, con especial foco en los gestionados fuera de balance. Esa mayor actividad comercial ha traído consigo mejoras en todos los márgenes de la cuenta y en todas las ratios, crecimientos por encima del mercado en todos los negocios y geografías en las que el banco opera, y diversificación de sus fuentes de ingresos.
El beneficio neto se sitúa en los 731 millones€, lo que supone un incremento del 6,8%. La rentabilidad sobre recursos propios (ROE) se mantiene en el 17,1%. La morosidad se mantiene estable en el 2,2% para todo el Grupo, aunque en España es el 2,6%. La cobertura de esa mora se incrementa hasta el 68,7% desde el 66,2%.Y en lo referente a la liquidez, la ratio de depósitos sobre créditos sube hasta un 105,8%. La ratio de eficiencia del Grupo Bankinter mejora hasta el 34,6%.
Los activos totales del Grupo al 30 de septiembre alcanzan los 118.376 millones, un 9,2% más que hace un año. La cartera de créditos sobre clientes, los 78.359 millones, cifra un 4,7% superior. Los recursos minoristas de clientes llegan a los 81.287 millones, lo que supone un 3,9% más. Los recursos gestionados fuera de balance (fondos de inversión propios y ajenos comercializados por el banco, fondos de pensiones, gestión patrimonial, sicav e inversión alternativa) crecen el 23,3%.
Todos los márgenes de la cuenta crecen a buen ritmo frente al mismo periodo del año anterior, gracias al impulso en la captación de negocio, la buena gestión de los diferenciales y una cada vez mayor diversificación de las fuentes de ingresos. El margen de intereses alcanza los 1.728 millones, lo que supone un 5,5% más a pesar de la bajada de tipos y a un coyuntural incremento del coste de los recursos. El margen bruto, que engloba todos los ingresos, suma 2.151 millones, un 7,3% más apoyado en las comisiones, en su mayor parte procedentes de servicios de aportación de valor al cliente recurrentes, que suman 668 millones, casi un 10% más. Entre ellas, destacan las comisiones procedentes del negocio de gestión de activos, 239 millones, con un crecimiento del 16%; las ingresadas por el negocio transaccional de cobros y pagos, 145 millones, un 7% más; o las del negocio de valores, que engloban gestión, custodia y brokerage, que crecen un 10%, hasta los 98 millones. Las comisiones suponen ya un 24% de los ingresos del grupo.
En cuanto al resultado de explotación antes de provisiones, se incrementa un 7,8%, hasta los 1.407 millones, integrando unos costes que crecen comparativamente un 6% por mayores inversiones en nuevos proyectos. No obstante, el mayor crecimiento de los ingresos lleva a que la eficiencia del banco se consolide, con un 34,6%, 27 puntos básicos menos que la ratio de hace un año.
El volumen de negocio con clientes alcanza ya los 215.000 millones entre inversión, recursos típicos minoristas y activos bajo gestión, cifra un 44% superior a la de finales de 2019. Esta dinámica está permitiendo al banco ganar cuota de mercado de manera sostenible en todas las actividades y geografías en las que opera. Los ingresos procedentes de Portugal e Irlanda suponen ya el 16% del margen bruto del Grupo.
La cartera de inversión en España se sitúa en los 65.000 millones, con un crecimiento del 2,4%. En cuanto a los recursos de clientes, alcanzan los 75.000 millones, un 5% más, mientras que los gestionados fuera de balance lo hacen en un 25% anual, hasta los 51.000 millones. El resultado antes de impuestos de España ha sido de 998 millones de euros, un 8% más.
El Negocio Internacional de Empresas sigue mostrando su dinamismo, con una cartera de inversión que crece un 11%, hasta los 9.800 millones. El servicio de soporte y asesoramiento a las empresas en la solicitud de fondos Next Gen, que cierra con 623 millones de euros en operaciones firmadas, crece un 75%.
En Banca Comercial, el patrimonio gestionado de clientes alcanza los 124.000 millones, un 15% más que hace un año .Dentro de estas cifras, 70.000 millones corresponden a Banca Patrimonial, que reúne a los clientes de mayor patrimonio, frente a los 59.000 millones de hace un año. El patrimonio neto nuevo captado por el banco en este segmento en lo que va de ejercicio suma 2.800 millones de euros. En el otro segmento de Banca Comercial, el de Banca Retail, el patrimonio gestionado se situó en 55.000 millones, con 2.400 millones de euros de patrimonio neto nuevo. Los recursos gestionados fuera de balance alcanzaron los 54.903 millones, un 23,3% más. Dentro de éstos, los fondos de inversión propios crecen un 23,9%, hasta los 15.178 millones; y un 22,3% más para los fondos de otras gestoras comercializados por el banco, que suman 22.890 millones. En cuando a los fondos de pensiones, su incremento es del 16,4%; y de un 35,4% el crecimiento de la cartera de gestión patrimonial y sicav.
Por su parte, la actividad del banco en el negocio de Inversión Alternativa concluye los nueve primeros meses del año con un volumen de 4.874 millones de euros, un 15,8% superior a la de hace un año.
La Cuenta Nómina logra un 4% de crecimiento en el número de cuentas, hasta las 658.000. La nueva producción hipotecaria iguala la del mismo periodo del año anterior, 4.200 millones, con una cuota de mercado del 7% en España, del 6,9% en Portugal y del 8% en Irlanda. En cuanto a la cartera hipotecaria residencial del Grupo Bankinter al cierre de septiembre se sitúa en 36.200 millones, un 5% más que a la misma fecha de 2023.
Precisamente la CEO de Bankinter, Gloria Ortiz, deja muy claro que se mantendrán las actuales condiciones de la Cuenta Nómina, y que no considera "guerra hipotecaria" las ofertas que están compitiendo ahora en el mercado. "Las previsiones apuntan a un Euribor en el 2,25% a final de año. Nosotros creemos que esas expectativas de tipos de interés son bastante bajas, por lo que esa cifra del 2,25% es un escenario bastante conservador", apunta.
"Mantenemos nuestra política de distribuir un dividendo en efectivo del 50% de los beneficios", al tiempo que descarta recompras de acciones. y ha descartado que vayan a recomprar acciones como otros bancos.
La Bolsa penaliza las dudas sobre los ingresos por intereses
Bankinter ha llegado a caer el 3,87%, hasta cotizar en 7,3e por acción, niveles que no se veían desde agosto. Los analistas ponen en duda que los ingresos por intereses netos crezcan en el entorno del 5% este año, ya que el margen de intereses en el tercer trimestre ha estado por debajo de las expectativas.
El director financiero, Jacobo Díaz, se ha esforzado por resolver esas inquietudes. En 2025, Bankinter conseguirá aumentar sus ingresos, a pesar de la bajada de tipos y una reducción del margen neto de interés, ya que ambos estarán compensados por el crecimiento en volúmenes y la reducción del coste de depósitos. "Mantenemos nuestro objetivo de alcanzar un crecimiento de un solo dígito para el crédito este año. Debido a los últimos movimientos en los tipos de interés, esperamos que haya cierta volatilidad en el margen neto de intereses durante los próximos trimestres", lo mismo que el objetivo de alcanzar un crecimiento del margen de interés neto cercano al medio dígito. Pero reconoce que, en caso de que los tipos sigan reduciéndose "tan rápido", el impacto sobre el margen será mayor. Pero "tenemos mucho margen para compensarlo con una reducción en el coste de los depósitos, la sensibilidad del margen neto de intereses y la expectativa de crecimiento", precisa.
AEB y CECA rechazan la permanencia del impuesto a la banca
La presentación de resultados de Bankinter coincide con una sucesión de noticias y declaraciones públicas sobre la intención del Gobierno de establecer como permanente el gravamen temporal al sector bancario. "El impuesto a la banca, tal y como está redactado, tiene grandes deficiencias técnicas y legales que hay que solventar", señala la consejera delegada de Bankinter, pero "si cumple la normativa y se hace permanente, lo acataremos". Reclama que lo deberían pagar todos los bancos que operan en España, y no solo las entidades más grandes.
Gloria Ortiz es muy tajante al rechazar la posibilidad de llevarse parte del negocio de Bankinter fuera de España para tratar de eludir el impuesto extraordinario que se puso a la banca hace dos años y que el Gobierno tiene vocación de hacer permanente: "Creo que hay que tener un tono normal, esto es una discusión entre adultos".
Pocas horas después, un comunicado de AEB y CECA expresan "su más enérgico rechazo por el impacto para el propio sector y para la economía española": "España se convertiría en la única jurisdicción europea con un impuesto permanente de estas características, lo que constituye una desventaja competitiva para los bancos españoles y, por tanto, para el impulso de la economía, en un contexto en el que la banca española es el sector a nivel europeo que más impuestos paga".
Además, supone un obstáculo para completar la Unión Bancaria y va en contra de las recomendaciones de instituciones como el Banco Central Europeo (BCE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI) que desaconsejan estos impuestos porque desvían recursos que podrían utilizarse para reforzar el capital de los bancos y mantener el flujo del crédito a familias y empresas.
Este tipo de gravámenes tiene un impacto directo sobre la capacidad de financiación de la economía real y, por ende, en la creación de empleo y en el crecimiento de nuestra economía. La recaudación del gravamen supone una merma estimada de 50.000 millones en España en la capacidad de financiación del sector bancario.
Si este impuesto, concebido como “extraordinario”, se justificó por el Gobierno por el crecimiento de ingresos derivado de la subida de tipos de interés desde 2022, dicha justificación ya no tiene vigencia. La evolución prevista de los tipos de interés no justifica la conversión del gravamen temporal en un impuesto permanente.
Además, "la incorporación de impuestos a nuestro ordenamiento jurídico por la vía de un decreto ley o, alternativamente, a través de una enmienda al articulado de un proyecto de ley que se encuentre en tramitación en el Congreso, como señalan las informaciones merma la calidad del debate público e imposibilita que los sectores afectados puedan manifestar su posición sobre normas que afectan a su actividad".
"En definitiva, gravar la actividad bancaria de forma permanente con un impuesto extraordinario significa frenar la inversión, el crecimiento económico y la creación de empleo en el conjunto de la economía", concluyen AEB y CECA.