09 Apr
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Miguel Ángel Valero

"Es una inversión que puede parecer elevada, pero con un retorno socioeconómico incuestionable en un corto plazo de tiempo, entre dos y cuatro años. La prevención es la inversión más rentable. No invertir, o invertir poco, supone miles de tragedias al año”, argumenta Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre", argumenta Jesús Monclús, cuando reclama que destinar 1.800 millones€ a mejorar el estado de las vías convencionales en España evitaría hasta 300 vidas y más de 800 heridos graves al año por siniestros de tráfico.

El 65% del tráfico se registra en autovías y autopistas, pero el 70% de los fallecidos y el 50% de los accidentes de tráfico se producen en las carreteras convencionales o secundarias (las que tienen un único carril por sentido de la circulación), que suponen  además el 89% de los kilómetros de la red viaria en España.


En la jornada 'Salvando vidas en las carreteras rurales', organizada por Fundación Mapfre, Dirección General de Tráfico, y European Transporte Safety Council (ETSC), se presentó el informe ‘Cómo salvar 300 vidas al año en España. La contribución de las carreteras convencionales a la mejora de la seguridad vial con medidas de bajo coste’, elaborado en colaboración con la Asociación Española de la Carretera). 

“Estas cifras constatan la necesidad inmediata de invertir en este tipo de  carreteras y contribuir así a reducir las inaceptables cifras de siniestralidad existentes y alcanzar el objetivo cero de víctimas mortales y graves al que Europa se ha comprometido para 2050”, insiste Monclús. "La resignación frente al estancamiento actual en la reducción de fallecidos en las carreteras españolas no puede ser una opción”, resalta.

El estudio aporta datos: la instalación de barreras de seguridad reducirían hasta el 47% los accidentes de tráfico. Éstas protegen especialmente al conductor más vulnerable, el motorista. Las guías sonoras longitudinales ayudarían a disminuir hasta el 21% de las lesiones provocadas por los accidentes en este tipo de carreteras. Los captafaros reflectantes, más conocidos como 'ojos de gato', el 37%, al mejorar la visibilidad de los conductores. Otras propuestas son el pavimiento antideslizante en curvas o en intersecciones (-35% de siniestralidad), más líneas sonoras de borde (-21%) y más balizas o cebreados en los arcenes (-13%).

La iluminación de los tramos de carreteras más cercanos a las poblaciones suprimiría el 60% de los atropellos a peatones. Las sendas peatonales, el 75%; los arcenes o espacios compartidos para viandantes, el 70%.

También se propone reforzar la señalización de aviso de ciclistas, utilizar pinturas antideslizantes. 

Cumplir con las normas de tráfico es clave para reducir la siniestralidad en las carreteras. Solo respetar los límites de velocidad reduciría la mortalidad un 20%. Y usar el cinturón de seguridad, el 10%.

Aunque reconoce que “el debate sobre los límites de velocidad en las carreteras convencionales más estrechas está permanentemente abierto", el experto de Fundación Mapfre defiende “revisar a la baja los límites de velocidad en las vías convencionales más estrechas y mejorar el cumplimiento de los límites existentes”.

Tráfico pone más radares y motos camufladas de la Guardia Civil

El director general de Tráfico, Pere Navarro, aprovecha para anunciar que se van a instalar 88 radares más, la mayoría en carreteras convencionales. Y que se va a reforzar este verano la vigilancia de los motoristas con motos camufladas de la Guardia Civil que patrullarán las carreteras para controlar, sobre todo, la conducción temeraria durante los fines de semana.


Las estadísticas de 2023 de la Dirección General de Tráfico muestran que 849 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico en vías convencionales, 21 personas más que en 2022. Mientras que en autovías y autopistas, los fallecidos son 296 personas, 24 menos que en 2022. 

La salida de la vía acapara el 42% de las víctimas mortales, 486 personas en 2023. Las colisiones frontales provocaron 225 muertes, el 9% menos que en 2022.sigue siendo el tipo de siniestro que más pérdidas de vidas registra, con 486 personas en 2023, lo que representa el 42% del total de víctimas mortales provisionales en carretera. En cuanto a las colisiones frontales, otro de los siniestros más comunes, durante el año pasado se redujeron en un 9% los fallecidos, disminuyendo hasta 225 fallecimientos en 2023, frente a los 246 del año anterior.

Según la Comisión Europea, en España, entre 2019 y 2023 se ha reducido únicamente un 1% la tasa de víctimas mortales en siniestros de tráfico, frente al 22% de Bélgica, 20% de Dinamarca, o el 17% en Finlandia.

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