Miguel Ángel Valero
Lo han podido decir más alto, pero no más claro: "El elefante en la habitación es la deuda de EEUU", señalan Luis Buceta, director de Inversiones de Creand Wealth Management, y Miguel Ángel Rico, director de Inversiones de Creand AM. Pese a ello, los dos expertos del grupo andorrano de Banca Privada proclaman que el entorno macroeconómico mundial de 2025 es favorable, aunque no se les olvida alertar del riesgo de que la inflación repunte.
Cuando todo el mundo tiembla por los aranceles de Trump, los expertos de Creand destacan que lo que busca Trump es "imponer una negociación" y recuerdan que las medidas del primer mandato como presidente de EEUU "no provocaron cambios significativos". Al mismo tiempo, destacan que a las empresas norteamericanas les gustan los mensajes de desregulación y de menos impuestos.
Todo esto acelerará la divergencia entre EEUU y el resto del mundo (especialmente, Europa) en tipos y crecimiento económico, lo que se reflejará en un reajuste en las divisas. También, en la ruptura de la serie histórica por la que un dólar fuerte perjudica a la Bolsa.
En 2025 los beneficios empresariales serán los protagonistas, el principal motor de la rentabilidad de los índices. Para Luis Buceta, “la llegada de Trump debería acelerar el crecimiento económico, ya de inicio extremadamente sólido en EE.UU., y previsiblemente disparará el déficit público, que parte de niveles que anteriormente solo se veían en épocas de catástrofe", porque la incertidumbre que generaba en 2016 (cuando llegó por vez primera a la Casa Blanca) es mucho menor ahora, y los inversores ya saben a qué atenerse y cuáles son sus propuestas económica.
Además, hay que tener en cuenta la inestabilidad geopolítica provocada por los conflictos en Ucrania (por la invasión rusa) y Oriente Medio (por las acciones de Israel y el desplome en Siria) y por la crisis política en las principales economías europeas (Alemania, Francia).
En ese sentido, el principal riesgo para los mercados financieros será que la trayectoria del déficit público bajo mandato de Trump termine ahuyentando a los inversores, por lo que habrá que estar muy atentos a que las curvas de tipos americanas no repunten excesivamente –la señal de alarma vendría si se da con debilidad simultanea del dólar.
El BCE continuará con las bajadas de tipos de interés, en la reunión de diciembre y posiblemente en las tres primeras que se celebre en 2025, porque ya atisba que la inflación alcance el nivel objetivo del 2% antes de lo esperado. Pero Miguel Ángel Rico recuerda que “el BCE no se ha comprometido con una hoja de ruta concreta, sino que sigue considerando que las próximas decisiones seguirán dependiendo de los datos, en especial de esa trayectoria de desinflación y de la evolución de los salarios”.
En el caso de EEUU, el escenario de solidez macro y rebajas fiscales que promete Trump deberían, como mínimo, apuntalar el crecimiento actual y empujar a Powell a sopesar muy bien si sigue recortando el tipo de interés de referencia.
La estabilidad macroeconómica y el escenario de bajada de tipos suele ser un buen indicador para la renta variable. En este escenario, los próximos meses deberían ser alcistas para las Bolsas, por lo que la entidad reduce la infra ponderación de la renta variable, pero de forma selectiva.
Apuesta por la Bolsa española
Los expertos de Creand apuestan por la Bolsa española, que ha mostrado un comportamiento muy superior al de sus comparables europeos y seguirá ofreciendo buenos rendimientos en los próximos ejercicios. Luis Buceta destaca que “la economía española lleva un tiempo con tasas de crecimiento de más del doble que la media de la Eurozona, sobre todo muy por encima de Alemania y Francia. Se espera que esa tendencia continúe en 2025, viendo cómo están evolucionando los índices de confianza empresarial manufacturero y de servicios, la óptima situación financiera del sector privado y del inmobiliario y la mejora del sector exterior”.
En Creand consideran que la renta variable española tiene todo el viento a favor para mantener la tendencia alcista el próximo año y para "atraer grandes fondos de inversión internacionales que antes no miraban a España". "Es curioso que en los últimos años es la Bolsa que mejor lo ha hecho y aun así sigue con mejores múltiplos que sus comparables europeos", gracias a la composición del PIB, dominado por los servicios, en un contexto de incremento de salarios, donde el consumo se verá beneficiado. "Hay un caldo de cultivo para que la Bolsa española lo siga haciendo bien. Son pocas compañías, comparado con otros índices, pero son muy buenas", insiste este experto, que menciona Inditex, las eléctricas/energéticas (Iberdrola, Endesa), las firmas del sector inmobiliario (logística, oficinas, viviendas), "con un entorno estructural distinto al resto del mundo y que cotizan con descuentos", Amadeus, Elecnor, Logista,m Tubacex. "Compañías de calidad se han puesto a tiro en precio", como el lujo, sin olvidar los valores de pequeña y mediana capitalización,
En cambio, no es tan optimista con las Bolsas de los mercados emergentes, porque llevan varios años comportándose peor que los mercados desarrollados, y desde un punto de vista de valoración están muy baratas, y porque la fortaleza del dólar, la amenaza de los aranceles y las continuas revisiones a la baja de las estimaciones de crecimiento económico, han truncado la expectativa positiva. China debe empezar a mejorar, y a arrastrar al resto de los mercados emergentes, pero para ello debe solucionar la situación del mercado inmobiliario, el exceso de deuda y su entorno deflacionario.
Creand avisa que las compañías exportadoras, las utilities (Trump menosprecia la necesidad de potenciar energías renovables), las petroleras y las cotizadas en países amenazados por la política norteamericana de “re-shoring”, que fuerza el retorno de las manufacturas a EEUU, especialmente desde México y China, pueden sufrir en los próximos meses, lo que repercutiría negativamente en los índices europeos, donde estos sectores tienen un peso significativo. Por el contrario, a todos los sectores que se benefician de una menor regulación, o a aquellos a los que les afectan menos los aranceles (empresas domésticas), les debería ir mejor
La renta fija seguirá con rentabilidades "decentes", por encima de la inflación, siempre que se opte por plazos cortos ("nunca más de 5 años"), crédito de calidad, y se asuma la divergencia entre los niveles de tipos en EE.UU. y Europa. Aquí recomiendan deuda subordinada financiera, que puede llegar al 8%, e híbrida.