De acuerdo con los datos que ofrece Insight View, de Iberinform, el 16% de las librerías se encuentra en riesgo máximo o elevado de incumplir sus pagos. La ratio supone un empeoramiento de un punto respecto a los valores de hace un año, pero se encuentra por debajo de los valores prepandémicos (2019, 18%). El riesgo es bajo o mínimo en el 73% del tejido sectorial y moderado en el 11%. El plazo medio de aprovisionamiento, que muestra los días que permanecen las existencias en la empresa por término medio, alcanza los 109 días.
De acuerdo con los datos que ofrece Insight View, Madrid (18%) y Barcelona (12%) son las provincias con más librerías, seguidas de Valencia (5%), Alicante (4%), Murcia (4%) y Bizkaia (4%). Teniendo en cuenta las provincias cuyo peso representa al menos el 3% del sector, la ratio de empresas en riesgo máximo o elevado de incumplir sus pagos está por encima de la media en Madrid (27%) y Barcelona (20%). Los mejores ratios se registran en Alicante y Valencia (solo el 5% de las librerías en riesgo máximo o elevado), seguidas de Bizkaia (7%), A Coruña (9%) y Murcia (14%).
El análisis agregado de las cuentas oficiales presentadas por las librerías muestra la realidad de un sector capaz de sostener ratios importantes, como los de solvencia, liquidez, tesorería y disponibilidad y manifestar una resiliencia intensa ante los profundos cambios en su operativa que ha traído el siglo XXI. Tras resistirse a la sustitución del producto -el libro electrónico no ha reemplazado al libro de papel-, las librerías afrontan el desafío de nuevas formas distribución evolucionando en busca de nichos de mercado específicos: vamos hacia un mayor número de librerías, pero cada vez más pequeñas y especializadas. Esto explica la distribución por tamaños empresariales, que muestra la profunda atomización de un sector donde la presencia de grandes y medianas empresas es testimonial: un relevante 86% son microempresas, un porcentaje que asciende al 99% si añadimos también a las pequeñas.
El 31% de las empresas del sector no existía hace una década. La antigüedad es un factor muy relevante a la hora de segmentar su riesgo de crédito: este es máximo o elevado entre el 18% de las empresas con menos de diez años, pero apenas alcanza al 14% en los segmentos de las que tienen entre 10 y 25 años o más de 25 años.