El doctor Valentín Fuster, director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), y Ana Botín, presidenta de Banco Santander, han presentado el estudio PESA CNIC-Santander, que lleva 15 años y que se ha convertido en una base de datos única a nivel mundial para la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares.
PESA CNIC-Santander, que estudia la salud cardiovascular de más de 4.000 profesionales de Banco Santander de entre 40 y 54 años desde 2010, ha permitido avanzar en el conocimiento de cómo se desarrolla la aterosclerosis desde etapas tempranas. Gracias al uso de tecnología de imagen avanzada y análisis de biomarcadores sanguíneos, el estudio ha logrado detectar esta enfermedad silenciosa antes de que aparezcan síntomas y ha sentado las bases para desarrollar nuevas estrategias de prevención y tratamiento.
Ana Botín subraya: “La colaboración público-privada es esencial para abordar los grandes desafíos de nuestra sociedad, especialmente en el ámbito de la investigación científica y médica. El estudio PESA CNIC-Santander es un ejemplo claro de cómo unir esfuerzos puede generar avances significativos que beneficien a toda la sociedad. Este tipo de alianzas no solo permiten innovar y liderar en el ámbito científico, sino que también reflejan nuestro compromiso de contribuir al bienestar y la salud de las personas”. Valentín Fuster añade: “El estudio PESA CNIC-Santander no solo ha transformado nuestra comprensión de la enfermedad cardiovascular, sino que también sienta las bases para desarrollar estrategias más efectivas de prevención y tratamiento, beneficiando a toda la sociedad. Hemos sentado las bases para demostrar que, con intervenciones adecuadas y a tiempo, no solo es posible prevenir la progresión de estas enfermedades, sino incluso revertirlas”.
Entre los descubrimientos más relevantes, el estudio PESA CNIC-Santander revela que la aterosclerosis afecta a un gran porcentaje de personas aparentemente sanas. El 63% de los participantes asintomáticos de edad media (40-55 años, mujeres y hombres) mostraron señales de la enfermedad en su primera evaluación. Esta condición progresa rápidamente, y aunque históricamente se consideraba irreversible, se ha visto que puede mejorar si se modifican los hábitos de vida (dieta, ejercicio, sueño reparador, etc) y se controlan factores de riesgo como el colesterol alto y la hipertensión de forma temprana. Además, factores como la obesidad, la resistencia a la insulina y niveles elevados de triglicéridos también están vinculados con el avance de la enfermedad, incluso en personas con colesterol normal.
Otros resultados del estudio PESA CNIC-Santander indican que la aterosclerosis es un proceso sistémico que no solo afecta a las arterias grandes, sino que también impacta en la microcirculación, incluyendo el corazón y el cerebro. El estudio mostró que la aterosclerosis silente acelera el envejecimiento biológico. Además, en personas con aterosclerosis en las carótidas, se observó un hipometabolismo cerebral silente relacionado con el riesgo de enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, pequeños cambios sostenidos en el estilo de vida, como una mejor dieta, mayor actividad física y un sueño de mejor calidad, pueden prevenir la progresión de la aterosclerosis y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y deterioro cognitivo.
Proyecto REACT
También se ha anunciado el inicio del proyecto: REACT, un nuevo estudio que tiene sus raíces en los avances del PESA CNIC-Santander. Este proyecto, liderado por el CNIC y el Rigshospitalet de Dinamarca, analizará a 16.000 personas de entre 20 y 70 años, 8.000 de ellas en España, con el objetivo de implementar un enfoque de medicina de precisión en la prevención de la aterosclerosis.
El estudio pretende recoger una muestra representativa de la población española, por lo que se incluirán personas de diferentes estratos sociales y geográficos. Con este fin, de los 8.000 participantes, una proporción significativa será seleccionada entre empleados del Banco Santander, sus familiares, y proveedores de servicios de la entidad, que manifiesten su interés en participar, reafirmando así el compromiso del banco con la investigación en el ámbito cardiovascular.
Banco Santander también colaborará con REACT, poniendo a disposición del estudio las instalaciones del centro médico de la Ciudad Financiera.
REACT tendrá dos fases: en la primera, se realizarán estudios de imagen no invasiva de diferentes territorios arteriales, incluyendo las coronarias y la retina, y se analizarán con la tecnología más sofisticada los biomarcadores sanguíneos para detectar la enfermedad de manera precisa. También se evaluará el impacto de los estilos de vida (dieta, ejercicio, sueño, etc) en la aparición de esta enfermedad silente. En la segunda fase, se desarrollarán estrategias personalizadas para intervenir en las fases iniciales de la aterosclerosis y reducir el impacto de la enfermedad en la población.
De esta forma, el CNIC y Banco Santander dan continuidad a una colaboración de casi 20 años que sigue generando avances científicos de impacto global en la salud cardiovascular.