06 Jun
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Los cuadernos Rubio forman parte de la historia de España. Para muchos, es un recuerdo común, porque nos han acompañado durante la infancia. Una historia que la Editorial RUBIO continúa con cambios y novedades, y que ahora conmemora el centenario del nacimiento de su fundador, Ramón Rubio, creador del método Rubio, basado en “hacer fácil lo difícil” para ayudar a sus alumnos en su crecimiento personal.

Ramón Rubio arrancó su sueño editorial como profesor en su propia academia, y allí ideó las fichas educativas que darían paso a los cuadernos didácticos más famosos en España y que, justo en el año de la celebración de este centenario, están extendiéndose al otro lado del Atlántico, donde la editorial ha comenzado hace escasamente dos años a implantarse desde México.L

El legado de Ramón Rubio continúa con una compañía que va camino de cumplir los 68 años de historia y que, justo este año coincidiendo con el centenariocelebrará el fin de la construcción de la parte más emblemática del edificio, su parte externa y más icónica, que su hijo y actual director general de la editorial, Enrique Rubio, ha levantado en su honor.

Un edificio singular en el Parque Empresarial Táctica de Paterna (Valencia), que ha requerido una inversión de 8 millones€, y que se constituye como un símbolo del pasado, presente y futuro de la editorial, gracias a su inspiración en el movimiento arquitectónico del brutalismo, basado en las formas geométricas que tanto recuerdan a la editorial y a esos primeros pasos en el proceso de lectoescritura.

El nuevo espacio singular concentrará todo el universo Rubio, desde las oficinas, que ya están actualmente en funcionamiento allí, y la imprenta, que cuenta con una nueva línea de encuadernación única en España que les ha permitido triplicar su capacidad productiva, hasta el Museo Ramón Rubio.

La compañía, que actualmente se encuentra a caballo entre la segunda y la tercera generación familiar, vende cada año alrededor de 2 millones de unidades de sus cuadernos y libros.

“Para mí es importante honrar la memoria de mi padre, no solo por la importancia que ha tenido en mi vida personal, sino porque creo que fue un visionario capaz de cambiar los paradigmas en el sistema educativo. Él quería que todos los niños y las niñas tuvieran acceso a la educación y acompañar a las familias y a los profesores en ese camino”, explica Enrique Rubio, para quien el legado de su padre “es innegable y perdura con la editorial y también con su sistema pedagógico, que sigue totalmente vigente”.

Otros actos son una edición limitada y numerada de uno de los primeros cuadernos de la editorial, creado por el propio fundador de la marca; un logotipo conmemorativo; una celebración especial junto con el Ayuntamiento de Geldo, la localidad castellonense a la que estaba especialmente unido Ramón Rubio, que cuenta con un colegio con su nombre y uno de los dos museos activos en su memoria, así como con un mural que reconoce la importancia del creador de los cuadernos Rubio.

La editorial sigue alimentando el legado de Ramón Rubio a través de lo que mejor sabe hacer: acompañar a la infancia en su camino de aprendizaje y apostar por desarrollar nuevas líneas de trabajo, como la literatura infantil con su colección de cuentos “de regazo” o, también, el acompañamiento a los adultos, lo que la ha llevado a convertirse en referente en caligrafía creativa y lettering.


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