Ikigai y otras palabras japonesas para una vida plena, de Mary Fujimoto (definiciones), Michael Kenna (fotografía), David Buchler (ensayos) y Matsuo Bashō (haikus) es una fuente de inspiración que nos permite ir más allá del materialismo y adoptar una actitud más consciente en el día a día.
La obra de Lunwerg (grupo Planeta) ofrece cuarenta palabras y frases que sumergen en la belleza y la filosofía japonesa para encontrar la paz interior y la armonía, y que sintetizan algunas de las creencias y valores por los que se rigen los japoneses.
La cultura japonesa, que entreteje con sensibilidad el lenguaje y la filosofía, enseña a detenernos y a experimentar lo que sucede a nuestro alrededor justo en este momento. Para sentirnos a gusto con nosotros mismos debemos acercarnos a nuestro yo más espiritual.
Ikigai cuenta de forma breve y poética el significado de distintas palabras japonesas, y al que se puede volver una y otra vez, reflexionando sobre aquellas que más nos interpelen.
En Japón, la naturaleza siempre ha sido generosa y destructiva a la vez. Así es como los japoneses desarrollaron su forma de vida: coexistiendo en armonía con la naturaleza, una filosofía que constituye la base del sintoísmo, antigua religión indígena del pueblo japonés.
La creencia del sintoísmo es bastante sencilla: todo lo que hay en la Tierra —desde las rocas hasta los árboles, los ríos, los animales y los seres humanos— posee un espíritu. Para mantener la armonía, la gente debe coexistir pacíficamente con numerosos espíritus y procurar no molestarlos ni enfadarlos; de lo contrario, habrá graves repercusiones, como plagas, desastres naturales y muerte. Debemos mantener la naturaleza cerca de nosotros, y tratarla con respeto y temor a un tiempo. Este sistema de creencias evolucionó hasta llegar a convertirse en la forma tan singular que tienen los japoneses de apreciar la belleza actualmente.