Miguel Ángel Valero
"El indiscutible buen dato de inflación del mes de junio impulsó la cotización de los bonos a ambos lados del Atlántico, dejando los tipos a 10 años en Estados Unidos en los niveles más bajos desde finales de marzo y en Alemania se perforó de nuevo el nivel del 2,5%. Asimismo, los futuros de tipos de interés elevan hasta el 90% las posibilidades de recortes en el mes de septiembre, dándola prácticamente por segura", afirma el equipo de Análisis de Banca March.
Además, "la confirmación de que la Fed tomará pronto un nuevo rumbo ayudó a impulsar a las empresas de menor tamaño debido a su mayor apalancamiento (3,5 veces deuda neta sobre EBITDA frente al 1,3 veces del S&P 500) y mayor porcentaje de deuda variable (45% en el Russell 2000 frente al 9% en el S&P 500), siendo uno de los segmentos cuyos beneficios más han sufrido el periodo de restricción monetaria".
Para Ronald Temple, estrategia jefe de mercados de Lazard: "A estas alturas, una bajada de tipos en septiembre debería ser trato cerrado. En el segundo trimestre, la tasa de inflación general en EEUU ha sido del 1,1%, con una inflación subyacente del 2,1%, lo que hace cada vez más evidente que las sorpresas al alza del primer trimestre fueron anómalas. Dada la creciente evidencia de ralentización del crecimiento económico, es hora de que la Reserva Federal vuelva a centrarse en el doble mandato y relaje la política monetaria".
Ulrike Kastens, Economista para Europa de DWS, ve "probable" que la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) de julio transcurra sin incidentes. "Al igual que las expectativas del mercado, no esperamos ningún recorte de los tipos de interés por parte del BCE. Se espera que el tipo de depósito se mantenga en el 3,75%. Dado que no hay nuevas proyecciones en materia de crecimiento e inflación, es poco probable que cambie la comunicación: la dependencia de los datos sigue siendo alta, las decisiones se toman reunión por reunión y no hay ningún compromiso previo sobre un posible recorte de los tipos de interés de cara a septiembre".
"Actualmente, el BCE considera que su política monetaria es más restrictiva que en septiembre de 2023, cuando subió por última vez el tipo de interés oficial. Los claros avances en la evolución de la inflación dan al BCE cierto margen para ajustar el grado de restricción. Unos datos salariales más moderados en el segundo trimestre de 2024 deberían allanar entonces el camino para una nueva bajada de los tipos de interés en septiembre", argumenta.