Miguel Ángel Valero
Por una vez y sin que sirva de precedente, todos los analistas coinciden en que el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) hará como los malos estudiantes: dejar el asunto para septiembre. Nadie espera que mañana se apruebe una bajada de tipos, y todos coinciden en que esa decisión se tomará en la reunión de septiembre. El único 'morbo' que suscita la reunión del 18 de julio es el estéril pero interesado debate sobre que la gobernadora del Banco de España en funciones, Margarita Delgado, acudirá con voz pero sin voto, al no haber sido nombrado sustituto todavía para Pablo Hernández de Cos.
Guillermo Uriol, gestor de Inversiones y responsable de Investment Grade de Ibercaja Gestión, comenta: "No esperamos un gran cambio en el mensaje del BCE, que será similar al de la reunión de junio, y, por consiguiente, creemos que éste va a mantener los tipos en los niveles actuales. Esperará a digerir el recorte de la reunión anterior antes de realizar nuevas bajadas. Los mensajes emitidos en Sintra son continuistas con las comunicaciones anteriores y, salvo sorpresas en los datos, septiembre es la fecha preferida por los miembros para la siguiente actuación. Lo que si se reafirma es la tendencia de bajadas que llevarán los tipos de interés".
"Esta reunión va a tener lugar después de las elecciones francesas, y aunque todavía tenemos cierta incertidumbre en torno a la composición del próximo gobierno francés y las perspectivas de la política fiscal, no descartamos ver a Lagarde hablando o enfrentándose a preguntas sobre qué podría hacer el BCE para proteger los bonos soberanos franceses y bajo qué circunstancias", apunta.
En la misma línea, los analistas de Banca March señalan que "ante los recientes datos de salarios negociados subiendo en el primer trimestre, nos parece que la máxima autoridad monetaria de la Eurozona no moverá tipos y esperará al mes de septiembre, en la que tendrá más información para dar el siguiente paso en la moderación de los tipos. El consenso pone en precio actualmente un 5% de posibilidades de que el BCE baje tipos en la reunión del 18 de julio".
Jill Hirzel, especialista de inversión sénior en Insight (grupo BNY Investments) aporta esta reflexión. "Aunque los últimos datos sugieren que las presiones salariales y de precios se están suavizando, creemos que el BCE hará una pausa en la reunión para asegurarse de que la situación está bajo control antes de volver a bajar tipos en septiembre. A corto plazo, la autoridad monetaria estará muy atenta a lo que suceda en Francia, donde los partidos de izquierdas negocian quién será el nuevo primer ministro. Un compromiso podría entrañar cierto relajamiento fiscal y mayores presiones inflacionistas, pero la incertidumbre política que generaría la falta de acuerdo podría lastrar el crecimiento".
Geoff Yu, estratega de mercado para EMEA en BNY, añade: "A diferencia de la reunión de junio, no se espera nada reseñable en la reunión del BCE. La mayoría de los mensajes sobre la trayectoria de política monetaria que seguirá el BCE ya se comunicaron durante el Foro de Sintra y se espera que la presidenta Lagarde básicamente repita su discurso en la conferencia de prensa posterior a la reunión. Sin embargo, por una vez, es probable que las preguntas no se centren en las decisiones de política monetaria del Consejo de Gobierno, sino en el posible impacto del nuevo gobierno francés, cuya formación aún se está negociando".
"Desde que Lagarde llamase la atención sobre la persistencia de la inflación de los servicios hace un año, los datos han ido suavizándose, pero los avances no han logrado rebajar las expectativas de inflación, que se mantienen ancladas en el horizonte a 3 años, pero que a 12 meses solo se han reducido un punto desde su máximo del verano pasado. Por el lado positivo, en términos absolutos, las expectativas de inflación a 12 meses han vuelto a los niveles previos a la pandemia, cuando la economía de la eurozona tampoco crecía a su potencial, lo que sugiere que las perspectivas de los hogares continúan moderándose y que el endurecimiento de las condiciones financieras está haciendo efecto. No obstante, es probable que esto refuerce la opinión de que las expectativas de inflación tendrán que reducirse más y verse confirmadas por los datos antes de que el BCE acelere las bajadas de tipos", apunta.
Por su parte, Dave Chappel, Senior Fund Manager, Fixed Income de Columbia Threadneedle Investments, recuerda que "el BCE aplicó la primera bajada de tipos, previamente comprometida, en junio, pero parecía haber un aire de inquietud que la acompañaba, debido a unos datos salariales y de inflación menos que favorables en el periodo entre reuniones. La reunión concluirá con la decisión de mantener los tipos sin cambios, y esperamos que la presidenta Lagarde sea menos explícita en cuanto al calendario de cualquier medida futura de política monetaria".
Daniel Loughney, director de Renta Fija de Mediolanum International Funds (MIFL), insiste: "se espera que el jueves el BCE mantenga sin cambios sus tipos de interés de depósito y de refinanciación, en el 3,75% y el 4,25% respectivamente. La atención se centrará en los comentarios de Lagarde y en cómo enmarca el debate en torno a las dos áreas de interés: la persistente inflación en los precios de los servicios y los salarios. Mientras que la presión de precios en el sector servicios se ha mostrado más persistente, la dinámica en la vertiente salarial se ha mejorado. En efecto, las referencias salariales de mayo y junio apuntan a una ralentización generalizada del crecimiento salarial durante el segundo trimestre de 2024. Francia es una de las regiones que ha manifestado un entorno salarial más débil, mientras en el caso alemán vemos datos más heterogéneos. Por un lado, el agregado de negociación salarial se habría enfriado, mientras que por otro lado el crecimiento salarial, excluyendo los acontecimientos eventuales, aumentó en el segundo trimestre hasta situarse ligeramente por encima del 4% interanual, lo que apunta a un firme crecimiento de los ingresos subyacentes".
"Un dato que tranquilizará al BCE son los márgenes no financieros de las empresas. Lagarde hizo referencia a esta serie de datos en la última reunión del BCE como un colchón ante cualquier deterioro de los salarios. Esta medida se ha suavizado aún más, lo que indica una menor inflación a pesar de que los costes laborales unitarios siguen siendo elevados. Por lo tanto, esperamos que Lagarde prepare el terreno para una reducción del 0,25% de los tipos oficiales en septiembre y comunique que, si los datos siguen mejorando, es probable que se produzcan más recortes en octubre y diciembre", subraya.