El 7º Informe sobre las Finanzas Éticas en Europa, fruto de la colaboración entre la Fondazione Finanza Etica, la Fundación Finanzas Éticas y la Federación Europea de Bancos Éticos y Alternativos (FEBEA) compara 60 bancos sujetos a la supervisión directa del Banco Central Europeo con 26 bancos éticos europeos asociados a la Global Alliance for Banking on Values (GABV) y la FEBEA. Para ambos grupos se consideraron exclusivamente los bancos con datos financieros disponibles durante diez años consecutivos, hasta el 31 de diciembre de 2022. Todos ellos fueron valorados siguiendo el método CAMEL, que tiene en cuenta cinco parámetros: capital, calidad de los activos y de la gestión, beneficios y liquidez.
Esta mayor propensión a conceder créditos por parte de los bancos éticos explica en parte la diferencia relativa en el coste operativo respecto a los ingresos operativos (CIR): los bancos éticos tienen un CIR promedio del 65,74% frente al 52,60% de los bancos convencionales. La actividad crediticia, al ser intensiva en personal y procesos administrativos, tiene mayores costes operativos que la inversión financiera, que puede digitalizarse en gran medida. Además, los bancos éticos realizan análisis más exhaustivos antes de conceder créditos, considerando no solo factores financieros, sino también aspectos sociales y medioambientales.
Sin embargo, el CIR de los bancos éticos europeos, mucho más orientados a la actividad crediticia y con un modelo de negocio más parecido, es similar al de los bancos cooperativos: 65,74% frente a un 62,51% respectivamente.
La exposición de los bancos tradicionales a los activos financieros también se refleja en el ROE (beneficio neto/patrimonio neto). Aunque en 2022 este indicador fue mayor para los bancos convencionales (9,18%) que para los éticos (5,93%), en cinco de los últimos diez años el ROE de los bancos éticos fue superior, alcanzando diferencias significativas como los +5,85 puntos en 2013. Los bancos éticos, menos expuestos a la crisis financiera de 2007-2008, mantuvieron un ROE siempre positivo durante la última década, con una media de alrededor del 5%.
Por otro lado, los bancos éticos muestran una mayor adecuación del capital, con una ratio Tier 1 del 23,32% frente al 17,23% de los grandes bancos, lo que demuestra una capacidad más sólida para absorber pérdidas en tiempos de crisis a pesar de una mayor proporción de inversiones en activos de mayor riesgo (43,76% frente al 35,85%) al priorizar la concesión de préstamos a hogares y empresas sobre la compra de bonos gubernamentales de bajo riesgo.
En 2022 los activos de los bancos éticos europeos alcanzaron los 79.200 millones€, los créditos se elevaron hasta los 58.200 millones y los depósitos hasta los 61.100 millones.
El informe aborda, además, la repercusión de las decisiones financieras y los gastos militares sobre las políticas públicas, contribuyendo al mantenimiento de la paz o los conflictos armados y la relación entre finanzas éticas y economía social como promotora de equidad, sostenibilidad y cohesión social. Atribuye el informe a la economía social ser “una de las soluciones más sólidas a las nuevas preocupaciones geopolíticas, ya que satisface las necesidades de las personas y a la vez fortalece la reindustrialización de la Unión Europea, la democracia, la solidaridad y la capacidad de iniciativa”.
En su intervención, el comisionado especial para la Economía Social, Jaime Iglesias, destacó que "la banca ética es tan solvente como la banca tradicional” y abogó por “el desarrollo de la economía social para contar con sociedades más justas y solidarias, pero necesitamos de herramientas financieras. La economía social es el futuro de la Unión Europea y el planeta y entre todos podemos hacer que este sector se siga afianzando”.
Para la presidenta de Banca Etica, Anna Fasano: "La economía social, que garantiza la atención a las personas, debe defenderse y ampliarse, pero ¿con qué medios contamos? Debemos involucrar a los ahorradores, ya que las personas pueden indicar la dirección a los responsables políticos y al sector financiero. Las personas pueden hacer oír su voz, abrir una cuenta en un banco ético no es solo un acto individual.”