Miguel Ángel Valero
Cuando todas las especulaciones apuntaban a una absorción de Unicaja por el Banco Sabadell, salta la sorpresa. El BBVA reconoce en un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que "ha trasladado al presidente del consejo de administración de Banco Sabadell el interés del consejo de administración de BBVA en iniciar negociaciones para explorar una posible fusión entre ambas entidades”, y que además "ha nombrado asesores", entre ellos JP Morgan, UBS y Garrigues, para que la operación, que fracasó en 2020, llegue a buen puerto.
Reacción muy diferente en Bolsa: el Sabadell llegó a subir un 5,5%, y la acción se colocó en los 1,88€, el nivel más alto desde enero de 2018, para luego quedarse en el 3,37%; y el BBVA se desploma un 6,5%.
Llama la atención que esto surja el día siguiente de la presentación de resultados del BBVA en el primer trimestre.
El Sabadell confirma mediante un hecho relevante remitido a la CNMV que ha recibido la propuesta del BBVA "para la fusión", y que "analizará adecuadamente todos los aspectos de la propuesta". Y ha contratado al bufete Uría Menéndez.
En 2020, el Sabadell, que estaba en una situación completamente diferente a la actual, negoció una fusión con el BBVA, que ofrecía una valoración de saldo pese a contar con recursos de sobra (acababa de vender su filial en EEUU por 9.700 millones€). Además, había un escollo judicial: si se imputaba al presidente del BBVA, Carlos Torres, por el asunto FG-Villarejo (era CEO cuando se pagaron facturas al polémico comisario jubilado), asumiría la presidencia del grupo Josep Oliu, que hubiera sido vicepresidente primero.
En noviembre de ese año, el consejo del Sabadell optó por finalizar las conversaciones “al no haber alcanzado las partes un acuerdo sobre la eventual ecuación de canje de las acciones de ambas entidades”, mantenerse en solitario y paralizar la venta del TSB británico. Meses después, el consejero delegado, Jaime Guardiola, era sustituido por César González-Bueno, y Josep Oliu se mantenía en la presidencia, pero sin funciones ejecutivas.
Ahora el BBVA vuelve a la carga, pero el Sabadell está mucho mejor que hace cuatro años, como se demostró en los resultados trimestrales y en la cotización en Bolsa, por lo que no tiene presión alguna para asumir la operación.
El Sabadell vale en Bolsa 9.898 millones, frente a los 60.627 millones del BBVA. Como mínimo, Carlos Torres tendrá que ofrecer una prima del 20% para que la operación sea atractiva para los accionistas del Sabadell. Y tendrá que hacer encaje de bolillos para que la propuesta profesional seduzca a los ejecutivos del Sabadell.
De salir adelante la fusión, se crearía un grupo de 1,03 billones€ (77% BBVA y 23% Sabadell) en activos, frente a los 1,8 billones del Santander, y a mucha distancia de CaixaBank (613.000 millones). De esta forma, el BBVA se consolidaría como el segundo mayor banco español. En España sumaría 3.084 oficinas en España, pero no superaría las 4.161 de CaixaBank. CaixaBank tiene una penetración del 29,4% como banco principal, frente al 22,4% de BBVA+Sabadell y el 14,3% del Santander. Y CaixaBank cuenta con 18,2 millones de usuarios, frente a los 17,8 millones que sumaría la fusión sin tener en cuenta duplicidades. BBVA más Sabadell tampoco superaría al Santander en oficinas globales: 7.325 frente a más de 8.000. Tendría 140.000 trabajadores, frente a los 200.000 del Santander.
El Sabadell aportaría al BBVA más presencia en España, sobre todo en el segmento de empresas, y la entrada en el Reino Unido a través de TSB, diversificando más a un grupo con posición destacada en México y en Turquía.
CCOO exige garantías para el empleo, pero EAE estima un ajuste de 4.000 puestos de trabajo
Los sindicatos ya avisan: "Ante un nuevo anuncio de conversaciones entre BBVA y Banco Sabadell en relación con una potencial operación de fusión, las secciones sindicales de CCOO de ambas entidades hemos reclamado que, de llevarse a cabo esta operación corporativa, se haga con todas las garantías para la plantilla". "En un contexto en el que ambas entidades han obtenido unos resultados de récord y remunerado de forma excelente a los accionistas, para CCOO es imprescindible que, si finalmente se materializa esta operación, se articule un acuerdo laboral que proteja las condiciones laborales y el empleo de las dos plantillas, con unos objetivos claros: ·
"Y, antes de nada, exigimos dar una salida justa a la negociación del Convenio Colectivo, acorde con los excelentes resultados del sector. Los reguladores y supervisores deben de exigir las garantías suficientes para que este tipo de operaciones no agudicen aún más los problemas derivados de la concentración, exclusión y falta de competencia En este entorno están más justificados que nunca la permanencia de una fiscalidad “ad hoc” y condiciones que garanticen la presencia física de redes y que los servicios digitalizados no excluyan a clientes especialmente vulnerables por edad, renta, nacionalidad o ubicación geográfica", añade
En CCOO "tenemos amplia experiencia en procesos de esta magnitud y trabajaremos en la defensa de todas las plantillas para garantizar un futuro laboral que aporte una tranquilidad tantas veces reclamada. A partir de este momento, las secciones sindicales de BBVA y Banco Sabadell empezamos a trabajar unidas para este posible escenario de fusión", insisten.
Ricardo Zion, profesor de EAE Business School, estima que unos 4.000 empleados se verán afectados por la fusión. "Desde el punto de vista del negocio, la estrategia no parece quedar clara del todo", avisa. "Lo que se busca en este tipo de operaciones son alcanzar sinergias, que siempre acaban redundando en la salida de empleados. Si en la fusión de Caixa con Bankia pudimos ver que sobraban unos 6.000 empleados que fueron al ERE, en este este caso, viendo las cifras, podríamos estimar que hablamos de unos 4.000 empleados afectados. Obviamente se van a llevar a cabo cierre de oficinas y en servicios centrales también habrá duplicidades, por ejemplo, en Recursos Humanos, Finanzas, Tesorería…, por lo que va a llevar a la pérdida de empleo", explica.
"El mercado ha cogido esta posible fusión de distinta forma. Los accionistas del BBVA aparentemente no ven con tan buenos ojos esta adquisición o fusión ya que sus acciones están bajando un 6,5%. Mientras que los accionistas del Banco Sabadell están viendo con mejores con buenos ojos esta operación; quizá porque la entidad necesita dar un paso para sobrevivir y alcanzar mejores éxitos y por eso las acciones están subiendo", subraya.