Miguel Ángel Valero
Un análisis de DWS destaca que, en un entorno de fuerte aumento del rendimiento de los bonos a nivel global, hay un país que destaca por encima de todo: China. Aquí, los rendimientos han estado cayendo en todos los vencimientos. Tras alcanzar mínimos de varios años, recientemente se ha producido un ligero movimiento en sentido contrario, pero los gráficos siguen hablando por sí solos y preocupando a los mercados de renta fija.
En los plazos más largos, el movimiento ha sido especialmente llamativo. En noviembre del año pasado, el rendimiento de la deuda pública china a 30 años cayó por debajo del de sus homólogos japoneses. Esta caída de los rendimientos chinos los sitúa por debajo de los del país que ha sido durante mucho tiempo la referencia de la deflación y el estancamiento económico.
Se teme que China se encamine hacia una forma de “japonización”, una repetición del largo periodo de débil crecimiento y deflación que sufrió Japón y del que sólo ahora parece estar saliendo. Actualmente, los rendimientos japoneses siguen estando muy por debajo de los chinos en vencimientos de hasta diez años. Pero incluso aquí, la tendencia parece ser hacia una mayor convergencia. La convergencia de los rendimientos entre las dos mayores economías de Asia lleva años produciéndose, impulsada por evoluciones económicas opuestas.
En Japón, las expectativas de un crecimiento renovado y un aumento de la inflación son cada vez más evidentes. Mientras tanto, en China, la preocupación por el estancamiento del crecimiento, los riesgos de deflación y la posibilidad de un aumento de los aranceles estadounidenses - que obstaculizarían aún más el crecimiento - están considerándose cada vez más.
Se teme una recesión económica general, similar a la experimentada por sus vecinos asiáticos en la década de 1990. Los recientes paquetes de estímulo han apoyado con éxito un repunte del crecimiento en China, como podrían demostrar las cifras del cuarto trimestre, pero es probable que los vientos en contra se intensifiquen en el futuro (los aranceles estadounidenses son el factor clave). En cuanto a los precios, preocupa que la tendencia deflacionista no pueda invertirse a corto plazo con medidas monetarias y fiscales.
"Si el mercado de bonos sirve de indicador, las perspectivas económicas de China parecen sombrías. Sin embargo, creemos que aún hay potencial para que China rejuvenezca su crecimiento y evite el riesgo de una 'japonización'”, subrayan los expertos de DWS.
Ebury: los tipos a corto del Euribor se estabilizan
“Los tipos Euribor a corto plazo se estabilizaron esta semana tras el importante repunte de las últimas semanas”, señala el Análisis Semanal de Tendencias de Ebury. Las turbulencias en los mercados mundiales de renta fija se calmaron un poco tras conocerse los datos de inflación de EE.UU. y Reino Unido. La inflación mundial sigue siendo, en general, más alta de lo que les gustaría a los bancos centrales, pero por ahora no hay indicios de que haya retomado una tendencia alcista. Las actas de las reuniones de diciembre del BCE confirmaron que se avecinan nuevos recortes de tipos, pero también sugirieron que no estamos muy lejos del tope. Por ahora, el 2,5% parece ser un suelo psicológicamente importante en el tipo a un año."Ahora esperamos la publicación de los índices PMI de actividad empresarial en la Eurozona el próximo viernes. Se trata del indicador más actualizado del crecimiento económico de la zona, y las cifrasanteriores coincidían con una situación de casi estancamiento. Esperamos ver una modesta mejora, lo que confirmaría que será difícil que los tipos Euribor bajen mucho más de los niveles actuales", señalan los expertos de la fintech.