Jaime Díaz-Rio Várez, investigador asociado en MainStreet Partners
La emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles (GSS, por sus siglas en inglés) en 2024 continuó su trayectoria ascendente, alcanzando casi 1 billón$ emitidos en el año, lo que supone la segunda vez (después de 2021) que el mercado logra este hito desde su creación. La emisión total de este tipo de bonos desde 2012 ha superado ya los 5,5 billones. A pesar de los desafíos de la economía mundial, este crecimiento subraya la adaptabilidad y resiliencia del sector.
Los bonos verdes tuvieron su segundo año más activo de la historia, impulsados por la fuerte demanda en el primer trimestre de 2024. La emisión alcanzó los 563.000 millones, lo que representa el 58% de la emisión total de bonos GSS en 2024. Por su parte, los bonos sociales y los bonos de sostenibilidadmostraron un crecimiento modesto, mientras que los bonos vinculados a la sostenibilidad (SLB, por sus siglas en inglés) sufrieron un notable descenso en su emisión interanual.
Europa mantuvo su liderazgo en el mercado, concentrando un 60% de la emisión mundial. Asia sigue siendo un actor clave, con gran actividad en los mercados de bonos sociales y de sostenibilidad. Actualmente, los emisores asiáticos igualan la cuota combinada de Norteamérica y Sudamérica en el mercado mundial de bonos sociales y de sostenibilidad, con un total de 350.000 millones en bonos verdes emitidos.
Perspectivas para 2025
2025 será un año de transformación para los bonos GSS, con un crecimiento previsto que volverá a superar el billón$. Es probable que varios temas clave dominen el mercado:
En 2025, se prevé que la emisión de bonos GSS supere de nuevo el billón$, respaldada por tipos de interés favorables y la continua demanda de los inversores. La introducción de las directrices de la EuGBS y de la ESMA marcará un momento crucial, al fomentar la transparencia y la rigurosidad normativa. A medida que emisores e inversores se adapten, la capacidad del mercado de bonos GSS para mantener la credibilidad e impulsar un impacto significativo será fundamental para su crecimiento sostenido
A pesar de las adversidades políticas en EE.UU. y de la retirada de algunas de las principales gestoras de activos de la iniciativa Net Zero Asset Managers (NZAM), el mercado de bonos GSS sigue siendo una propuesta atractiva para los inversores. La resiliencia de este mercado se debe, en gran medida, al sólido marco regulador de las finanzas sostenibles en Europa, que continúa incentivando y priorizando estos instrumentos. El Reglamento de Divulgación de Financiación Sostenible (SFDR) de la UE y el EuGBS crean un entorno favorable, asegurando que el capital siga fluyendo hacia proyectos sostenibles. Además, la emisión de bonos verdes soberanos se expande con rapidez, dado que los gobiernos recurren cada vez más a estos instrumentos para financiar sus esfuerzos de transición climática, lo que refuerza su credibilidad y la demanda.
Más allá de la regulación, los inversores también están otorgando mayor énfasis al impacto medible y tangible, alejándose de los compromisos ASG excesivamente generales y buscando activos que demuestren beneficios medioambientales y sociales en el mundo real. Los bonos GSS, con sus informes estructurados y claros marcos de utilización de los fondos, ofrecen este nivel de transparencia y rendición de cuentas.
La demanda de los inversores institucionales, especialmente en Europa y Asia, sigue siendo sólida, pues buscan rendimientos estables, a largo plazo y alineados con criterios de sostenibilidad. En consecuencia, aunque algunos actores políticos y financieros cambien de postura, el impulso estructural y el apoyo normativo en torno a los bonos GSS a nivel mundial garantizan su relevancia y crecimiento continuos.