Miguel Ángel Valero
Según las previsiones de Crédito y Caución, el PIB británico seguirá en 2024 y 2025 por detrás de su potencial debido a limitaciones estructurales como la escasa inversión, la baja productividad y las barreras comerciales creadas por el Brexit. En este contexto de debilidad económica, la búsqueda de una relación más fluida del país con la Unión Europea, que supone el 52% de sus intercambios comerciales, se ha convertido en una prioridad estratégica para el nuevo Gobierno laborista.
"El cambio de tono hacia la Unión Europea es significativo, pero pasar de las palabras a los hechos no será fácil ante el compromiso de no reabrir negociaciones sobre aspectos fundamentales del acuerdo post-Brexit", advierten los expertos de la aseguradora.
La atención inmediata se centra en un nuevo acuerdo alimentario y veterinario que simplifique los controles fronterizos de productos animales. Una relación más positiva con Europa en este terreno podría allanar el camino para facilitar el comercio en otros ámbitos y agilizar las cadenas de suministro en sectores como las industrias manufactureras, los servicios financieros, los servicios digitales, las empresas tecnológicas y la logística, que se encuentran entre los más afectados por la situación actual.
Sin embargo, los partidarios del Brexit se han apresurado a criticar la posibilidad de este nuevo acuerdo si supone aceptar la supervisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Por su parte, la Unión Europea no puede dar trato preferente a un país que ha rechazado las ventajas y obligaciones del bloque comercial.
Cualquier cambio en el acuerdo de comercio y cooperación posterior al Brexit será lento, ya que tendrá que equilibrar cuidadosamente los intereses de Reino Unido y de los 27 Estados miembros de la Unión Europea
.Para sentar a la Unión Europea en una mesa de negociación, la nueva Administración británica debería ofrecer incentivos claros, pero cualquier insinuación de un mayor alineamiento normativo o una actitud más abierta a la libre circulación sería objeto de críticas internas por socavar el ideal del Brexit.
En paralelo, la nueva Administración de Reino Unido seguirá esforzándose por cerrar nuevos tratados comerciales con el resto del mundo. Un acuerdo bilateral con Estados Unidos parece improbable a corto plazo, pero reanudará las negociaciones con países como India, Corea del Sur, Turquía o Suiza.
Crédito y Caución prevé que el sector mundial del transporte y la logística crezca un 3,8% en 2024. Este dinamismo se acelerará en 2025 hasta alcanzar el 4,0%. De acuerdo con el último informe difundido por la aseguradora de crédito, el sector debería beneficiarse del aumento de la producción industrial mundial y de la demanda de los consumidores. A pesar de cierta tendencia a la relocalización, se prevé que el comercio mundial siga creciendo, apoyando la demanda de transporte de mercancías y pasajeros tanto a medio como a largo plazo. En particular, la recuperación económica de Europa debería apoyar una mayor demanda en el corto plazo de transporte y logística. Es previsible que la eurozona cobre impulso en los próximos meses, con un incremento del consumo privado y de las ventas al por menor en un entorno inflacionista más benigno.
Otro motor de crecimiento en el segmento de la logística es el refuerzo de la resistencia de las cadenas de suministro. Muchas empresas que antes se centraban en la producción just on time han empezado a incrementar sus niveles de existencias e inventario, lo que provocará un aumento de la demanda de instalaciones de almacenamiento. El crecimiento del comercio electrónico también apoya la demanda de estos servicios. Además, la creciente digitalización de los almacenes optimizará la eficiencia de sus cadenas de valor y mejorará sus márgenes.
La volatilidad del precio del petróleo es uno de los principales riesgos a la baja del sector, por su impacto en los márgenes de todos los segmentos del transporte. Tras el ligero repunte de comienzos de 2024, los precios del combustible presentan una senda descendente, lo que debería aliviar las presiones sobre los costes del sector en los próximos meses.
Otro importante factor que afecta al desempeño del sector son los riesgos geopolíticos. Su impacto es especialmente relevante en el transporte marítimo, que depende de que quede garantizada la libertad de navegación. Los precios del transporte marítimo internacional en las rutas clave aumentaron cerca de un 60% interanual en el primer trimestre de 2024 debido, principalmente, al cierre de facto de la ruta del Canal de Suez debido a la crisis del Mar Rojo. El desvío por África añade al menos una o dos semanas a los viajes desde Asia a Europa y América. Aunque las tarifas de flete seguirán siendo elevadas en los próximos meses, la presión sobre los precios debería disminuir algo debido a la capacidad añadida en forma de nuevos buques. El aumento de las tensiones en el Mar Rojo y, potencialmente, en el Estrecho de Taiwán y el Mar de China Meridional, podrían causar nuevas perturbaciones.
La demanda de transporte ecológico exigirá importantes inversiones a medio y largo plazo. Esto supondrá un riesgo para las empresas que no puedan adaptarse. Además, si los costes se trasladan a los consumidores finales, es probable que repercuta en la demanda del sector.