El 30% de los trabajadores piensa en cambiar de empleo este año

Miguel Ángel Valero

El Informe CYD 2024, realizado por la Fundación CYD, revela la alta tasa de sobrecualificación entre los tituladores superiores de España, que en 2023 alcanzó los índices más elevados de la Unión Europa. La demanda de empleos de alta cualificación excede la oferta realizada por parte de las empresas. El 35,8% de los ocupados graduados superiores entre los 20 y los 64 años estaban empleados en puestos de baja cualificación, frente al 21,9% de la UE. No obstante, la sobrecualificación ha disminuido seis décimas en la última década.

En España, y también en la UE, las mujeres registran un mayor desajuste que los hombres en términos de sobrecualificación. En 2023, la distancia entre géneros fue de 1,3 puntos, dándose en España unos índices del 35,1% para los hombres y un 36,4% para las mujeres. En el caso de la UE, un 21,2% en el caso de ellos y un 22,5% en el de ellas.

“Aunque el porcentaje de graduados superiores entre los ocupados españoles es el octavo más alto de la UE, la proporción de ocupaciones de alta cualificación es la cuarta más baja. Esta situación sugiere que la estructura productiva española no es capaz de generar suficientes puestos de alta cualificación para absorber a los graduados superiores que egresan del sistema educativo. Y existe otro tipo de desajuste, el que se genera entre los conocimientos y competencias de los titulados en enseñanzas terciarias y los requerimientos de los empleadores. Este fenómeno sugiere una sobreestimación de la cualificación de los graduados españoles. Finalmente, también hay un desajuste entre los campos de estudio escogidos por los estudiantes y las necesidades del mercado laboral”, indica Montse Álvarez, del gabinete técnico de la Fundación CYD.

El 75,6% de los egresados de grado en el sistema universitario español en 2018 estaban dados de alta en la Seguridad Social en 2022, cuatro años después de egresar. Considerando a los titulados por cuenta ajena, el 79,9% trabajaba a tiempo completo, el 62,4% estaba contratado indefinidamente y el 61,9% estaba inscrito en grupos de cotización de titulados universitarios. La base de cotización media por un trabajo a tiempo completo era de 29.559€brutos anuales.

Las mayores diferencias entre mujeres y hombres se observan en la tasa de temporalidad (12,2 puntos superior para ellas), en el porcentaje de empleo a tiempo parcial (9,4 puntos más para ellas) y en los ingresos obtenidos por un trabajo a tiempo completo (5,8% menos para las mujeres).

Los titulados en universidades públicas obtenían indicadores menos favorables que los de las privadas. Las mayores diferencias se hallan en el porcentaje de inscritos en grupos de cotización de titulados (12,3 puntos menos) y en los ingresos (un 10,6% inferiores para los de las públicas).

En comparación con los egresados en grado, los de máster presentan una mayor proporción de trabajadores a tiempo completo (82,9%) y de inscritos en grupos de cotización de titulados universitarios (77,1%, 15 puntos más que los de grado). También presentan una mayor base de cotización anual para un trabajo a tiempo completo (11% más).

Por ámbitos de estudio, los mejores resultados en cuanto a inserción laboral de los recién titulados en grado se observan en Informática, Salud y Servicios Sociales, e Ingeniería Industrial y Construcción.

Sobre las tasas de afiliación a la Seguridad Social, las mejores cifras se dan en Informática (87%) y Salud (83,8%), mientras que las menos favorables corresponden a Ciencias Sociales, Periodismo y Documentación (70,4%) y Artes y Humanidades (63,8%). En cuanto a aquellos graduados que tienen un contrato indefinido, Informática destaca con un porcentaje del 92,5%, y le sigue Negocios, Administración y Derecho con un 82,8%, e Ingeniería, Industria y Construcción, con un 82,3%. Este porcentaje cae al 44% en Educación y al 36,5% en Salud y Servicios Sociales, en este caso por el peso relativo de los médicos internos residentes (MIR).

Respecto al porcentaje de graduados con jornada a tiempo completo, contrastan los máximos superiores al 94% de Informática e Ingeniería, Industria y Construcción, con los porcentajes inferiores al 65% de Educación y Artes y Humanidades. El mayor porcentaje de inscritos en grupos de cotización de titulados universitarios, esto es, no sobrecualificados, se da en salud (89,7%, cifra que se contrapone al mínimo del 30% de servicios).

Superando los 30.000€ brutos anuales, los mejores ámbitos en cuanto a la base media de cotización recibida por un trabajo a tiempo completo son Informática (34.191€), Salud (33.611€) e Ingenierías (31.096€), frente a los mínimos de 25.902€ de Servicios, y los poco más de 26.000 euros de Ciencias y Artes y Humanidades.

“Las disparidades en la situación laboral de los recién graduados universitarios son notables y varían según el campo de especialización. Estas divergencias parecen no estar siendo debidamente consideradas en las recientes tendencias de matriculación. Se observa que algunos campos, como la educación o el deporte, no destacan entre los más favorecidos en términos de inserción laboral óptima y, sin embargo, están experimentando un incremento notable en el número de nuevos estudiantes matriculados y superan ampliamente la media. Esto contrasta precisamente con lo que ocurre en ámbitos como las ingenierías. Sería deseable que los futuros universitarios, al tomar decisiones sobre qué estudios emprender, contaran con información exhaustiva sobre la inserción laboral que pueden esperar según el campo elegido, y que evaluaran y priorizaran adecuadamente dicha información”, apunta Montse Álvarez. 

Formación permanente para un mejor encaje entre universidad y mercado laboral

El 49,2% de la población española de 25 a 64 años había realizado actividades de formación permanente en los doce meses previos a la realización de la encuesta Adult Education Survey 2022, una cifra 2,6 puntos superior a la del conjunto de la UE. En el caso de los graduados superiores, ese porcentaje todavía es mayor, del 67,1%, 1,4 puntos por encima del dato de la UE. 

En referencia al perfil de población que realiza formación permanente, hay una mayor proporción de mujeres, jóvenes, y desempleados en comparación con los parados.

El Informe CYD pone de relieve que el proveedor principal de las actividades educativas y formativas no formales es el empleador, tanto en España como en la UE (más del 35% de las veces). El ámbito de estudio más destacado es el de las tecnologías de la información y comunicación en el caso de España. Mientras que los principales obstáculos para realizar formación permanente son el horario/programación, los motivos familiares y el coste. Los motivos familiares importan más en España que en la UE, especialmente para las mujeres, y ha subido su relevancia como obstáculo en los últimos años, a diferencia de la UE.

Aon: El 30% de los empleados planea cambiar de trabajo este año

Por su parte, el “Employee Sentiment Study” 2025 de Aon muestra que la mayoría de los trabajadores tienen la vista puesta en su próximo paso y no se sienten motivados para desarrollar sus habilidades, ya que priorizan el bienestar y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. El 60% de los empleados (30% en España) ya están considerando cambiar de empleo y pueden buscar un nuevo trabajo en los próximos 12 meses. Esto revela una insatisfacción generalizada con su trabajo actual. 

Además, los empleados muestran un bajo compromiso con la mejora de sus habilidades en IA, ya que poco más de un tercio se sienten motivados a desarrollar competencias vinculadas a la inteligencia artificial.

Al mismo tiempo, la demanda de flexibilidad va en aumento, ya que los empleados clasifican los beneficios de equilibrio entre el trabajo y la vida personal, como la jornada compartida o la desconexión digital, como el tercero más valorado en general. Los empleados de la Generación Z califican los programas de equilibrio entre el trabajo y la vida personal como su segundo beneficio más valorado, justo detrás de los beneficios médicos y superando al tiempo libre remunerado, el desarrollo profesional y el ahorro para la jubilación.

Los empleados de todo el mundo están reevaluando su relación con su empleador y, en general, con la “cultura del trabajo constante”, el agotamiento (burnout) y el espíritu “siempre disponible” que han definido los últimos años de discurso sobre el futuro del trabajo, un fenómeno que Aon denomina "Hustle Reset".

"Es una creencia común que las tendencias que se afianzaron durante la ‘Gran Renuncia’ de 2021 y 2022 han terminado, pero los resultados de nuestro estudio muestran una imagen más matizada del panorama de la fuerza laboral", afirma Lambos Lambrou, CEO de Capital Humano de Aon. "A pesar del enfriamiento en el mercado laboral, los empleados están reevaluando sus valores y prioridades y, al mismo tiempo que buscan su próximo movimiento, priorizando a los empleadores que apoyarán su vida fuera del trabajo".

Los resultados del estudio de Aon revelan que una cultura empresarial sólida ayuda a los empleadores a reclutar y retener al mejor talento en medio del "Hustle Reset". Detrás de salarios y beneficios competitivos, los empleados buscan empresas que se consideren "un lugar divertido para trabajar" y "que encajen bien con los valores personales" por encima de todos los demás factores al seleccionar un nuevo puesto.

En España, los resultados muestran que aunque el 18% de los empleados se sienten infravalorados, solo el 30% está considerando cambiar de empleo en los próximos 12 meses, destacando la importancia de la estabilidad económica y cultural en la retención de talento. Stephanie Zweifel, CCO Human Capital en Aon España, subraya que "estamos comprometidos a ayudar a las empresas españolas a entender y abordar estas dinámicas, proporcionando soluciones que mejoren la satisfacción y retención de sus empleados a través de beneficios personalizados y estrategias de flexibilidad laboral”.

Otras tendencias globales identificadas en el Employee Sentiment Study de Aon incluyen:

  • Los ejecutivos y los empleados tienen diferentes expectativas respecto a la IA: El 22% de los fundadores y ejecutivos de alto nivel creen que la IA reemplazará significativamente los puestos de trabajo en su campo, pero solo el 11% por ciento de los empleados de nivel de entrada creen lo mismo. Los empleados de nivel de entrada tienen un 64% más de probabilidades de no estar seguros de limpacto que la IA tendrá en sus funciones y un 31% menos de probabilidades de pensar que crearánuevas oportunidades que requieren nuevas habilidades en su campo.
  • Los trabajadores híbridos se sienten los más valorados por su empresa. Los empleados totalmente remotos tienen un 52% más de probabilidades de sentirse infravalorados. En el caso de los trabajadores de oficina, es un 10%
  • En la guerra por el talento, el dinero es lo que manda: el 47% de los empleados clasificaron la provisión de un salario mejor que el promedio y beneficios significativos como el factor número uno que influye en su elección de empleador, pero la cultura también es un factor de atracción clave. Teniendo en cuenta esto, es aún más importante que las empresas utilicen datos y análisis para comparar el salario y los beneficios con los estándares del mercado y asegurarse de que siguen siendo competitivos. 
  • Demasiados empleadores no logran adaptarse a las diferentes necesidades: El 72% de los empleados dijeron que la personalización de los beneficios era importante para ellos, sin embargo, solo el 41 tienen actualmente un sistema de beneficios basado en la elección.
  • La comunicación ineficaz está obstaculizando la utilización de los beneficios por parte de los empleados: El estudio de Aon expone brechas vitales en la comunicación entre los empleadores y sus empleados. Incluso en el caso de beneficios comunes, como el seguro de Vida e incapacidad, solo el 38% de los empleados que consideran importantes estos beneficios creen que tienen acceso a ellos.

"Los resultados de nuestro primer Estudio de Human Capital “Employee Sentiment Study” 2025 revelan que las expectativas de los empleados están cambiando y que la guerra por el talento está lejos de terminar. Los empleadores se sienten más presionados que nunca para ofrecer una experiencia superior que retenga el talento fuerte", afirma Lisa Stevens, Chief Administrative Officer de Aon.